- Especialista diserta sobre el tema ante los responsables de la seguridad y la salud en el trabajo de 115 empresas; recomienda estrategias para evitar entornos de riesgo.
- Las enfermedades pumonares son causadas de manera frecuente por inhalación de polvos orgánicos e inorgánicos.
Con el propósito de prevenir enfermedades pulmonares relacionadas con el trabajo, identificar los agentes peligrosos que pueden dañar los pulmones, así como los síntomas y los tratamientos orientados a evitar un mayor deterioro, la médica Sara Ortíz Barbosa, especialista operativa de salud en el trabajo del IMSS, disertó sobre el tema ante los responsables de la seguridad y la salud en el trabajo de 115 empresas del nororiente de la entidad mexiquense.
Con la ponencia “Neumopatías de Origen Laboral” del “Curso Avanzado en Formación de Líderes de Seguridad y Salud en en el Trabajo”, celebrado en el auditorio del Hospital General Regional (HGR) No. 200, la especialista puntualizó sobre las enfermedades de los pulmones causadas por inhalación de polvos orgánicos (neumonitis, neumonitis por hipersensibilidad y bisinosis), así como por inhalación de polvos inorgánicos (neumoconiosis, silicosis, asbestosis y beriliosis).
Explicó que las enfermedades pulmonares relacionadas con la actividad laboral son problemas causados por riesgos en ciertos ambientes de trabajo, que se originan al inhalar distintos materiales y que pueden tener efectos a largo plazo, incluso después de la exposición.
Comentó que ciertos tipos de trabajo aumentan el riesgo de padecer estas enfermedades más que otros, “por ejemplo, un taller mecánico o fábrica textil lo expone a sustancias químicas, polvos y fibras peligrosas; en cambio, las partículas en el aire provenientes de distintas fuentes causan problemas en los pulmones, como aquellas emanadas de fábricas, chimeneas, caños de escape, incendios, minería, construcción y agricultura”.
Subrayó que los síntomas pueden variar según cada persona, pero los comunes a enfermedades pulmonares son: tos, falta de aire, que a menudo empeora con la actividad, dolor en el pecho, opresión en el pecho, sibilancias, entre otros.
La médica indicó que entre las medidas de prevención se puede contar a la sustitución del agente tóxico, aislamiento de la sustancia durante el almacenamiento y transporte, sustitución del personal de tareas de alto riesgo, reducción de la concentración de partículas mediante sistemas de humidificación, ventilación o de flujo laminar, uso de mascarillas de protección, rotación del personal en los puestos de trabajo., mayor información y educación del personal, así como la realización de exámenes médicos periódicos (espirometría, radiografía de tórax) para identificar condiciones de riesgo e higiene ambiental.