- No poner la atención debida a la salud bucodental impacta de forma general en todo el organismo, en la digestión, nutrición y en la autoestima.
- Se debe moderar el consumo de carbohidratos y evitar a los niños alimentos industrializados ricos en azúcar y frituras.
Las bacterias en la boca están asociadas a infecciones cardiacas y respiratorias, y los problemas periodentales se asocian a enfermedades cardiovasculares, por lo que la atención preventiva es esencial. No poner la atención debida a la salud bucodental impacta de forma general en todo el organismo, en la digestión, nutrición y en la autoestima.
El coordinador auxiliar de Estomatología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado de México Oriente, Jorge Villicaña Ceja, indicó que uno de los motivos de atención odontológica son las patologías periodontales, procesos infecciosos causados por bacterias que están presentes en las encías y pueden afectar los tejidos que sostienen al diente hasta causar su pérdida.
El especialista exhortó a la población a acudir a un chequeo dental preventivo a sus unidades médicas, donde recibirán orientación precisa de cómo procurar su salud bucal y en caso de que les sea diagnosticado algún problema, iniciar tratamiento con el especialista.
Comentó que las principales causas de consulta en consultorios son caries, maloclusiones dentales y dientes retenidos, y precisó que el tratamiento oportuno de las maloclusiones (incorrecto embonamiento de piezas dentales inferiores y superiores) puede prevenir que en adultos jóvenes y mayores se presenten problemas de la articulación temporomandibular ya que se afecta la calidad de vida. Pidió no olvidar que es de suma importancia la prevención para así evitar tratamientos correctivos de alto costo.
Asimismo, el tratamiento oportuno de dientes no erupcionados previene formación de quistes o tumores odontogénicos, de ahí la importancia de vigilar el desarrollo dental desde la infancia.
El especialista recomendó a los padres de familia evitar dar a sus hijos alimentos industrializados ricos en azúcar como jugos y refrescos, frituras o alimentos chatarra; lavarse los dientes después de cada alimento; acudir a consulta dental cada seis meses y durante la infancia vigilar el adecuado crecimiento craneofacial y en todas las etapas de la vida para detección, prevención y control de cualquier patología.
