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A mi modo de ver, los días internacionales y mundiales no dejan de ser más que meros eslabones puntuales del circo mediático, y con escasa o nula eficacia. Aún así, a continuación, tomo el tema del reciclaje para extrapolarlo a otros ámbitos.
Hay infinidad de frases referidas al reciclaje: ‘recicla el presente, salva el futuro’, ‘reciclar no es una opción, es tu responsabilidad’, ‘se puede saber lo avanzada que es una sociedad por la cantidad y tipo de basura que recicla’, pero me parece más drástica la que dice: ‘la muerte es la forma de la naturaleza de reciclar a los seres humanos’. La reducción de los residuos generados y minimizar nuestra huella de carbono, se puede conseguir aplicando las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar.
Pues bien, leyendo el Ara de hoy (17 de mayo), podemos observar noticias disonantes del máximo nivel, como: el incumplimiento de la ley de presupuestos del estado, el ataque al tribunal penal internacional (TPI), o el deterioro del expresidente Biden, etc. Y todos ellos son meros ejemplos del incorrecto funcionamiento institucional, como intento explicar, sucintamente, a continuación.
1 – El incumplimiento de la ley de presupuestos del estado:
La constitución española, título VII, economía y hacienda, en sl artículo 134, fija los siguiente:
- Corresponde al Gobierno la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado y a las Cortes Generales, su examen, enmienda y aprobación.
- Los Presupuestos Generales del Estado tendrán carácter anual, incluirán la totalidad de los beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.
- El Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior.
- Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerarán automáticamente prorrogados los Presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos.
- Etc.
En 2018, desde la oposición, Pedro Sánchez manifestó:
‘aprobar unos presupuestos es la primera y principal obligación de un gobierno, porque sin presupuestos no hay nada que gobernar, u gobierno sin presupuestos es tan útil como un coche sin gasolina (…) así que, no hay excusa, le exigimos al presidente del gobierno (M. Rajoy) que presente el anteproyecto de ley para dar confianza a los actores económicos, para dar seguridad a la ciudadanía española y, también, para dar credibilidad y estabilidad a la vida política de nuestro país’.
Pues bien, desde 1982, Pedro Sánchez es el presidente del gobierno español, que menos presupuestos generales ha aprobado en tiempo y forma; únicamente ha con seguido aprobar los del 2021, 2022 y 2023, de sus siete años de gobierno.
Leopoldo Calvo Sotelo, en 1982, viendo la imposibilidad de elaborar y aprobar unos presupuestos, convocó elecciones; igualmente hicieron Felipe González en 1996 y José Luis Rodríguez Zapatero en 2012. Mariano Rajoy aprobó los presupuestos todos los años, desde el 2012 al 2018, si bien, los dos últimos con retraso, lo que fue criticado por Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez, en el 2018, tras ganar la moción de censura, aceptó los presupuestos de Rajoy, pero en 2019 los prorrogó, al ser rechazados sus presupuestos, y en el 2020 ni los presentó, así que los últimos presupuestos de Rajoy fueron prorrogados tres años; y desde entonces, solo consiguió aprobar tres ejercicios mencionados, del 2021 al 23.
Y así, ‘gobierna’ a golpe de decretazos, evitándose el control y aprobación de los presupuestos generales, que marcan, por definición, las líneas maestras de la gobernanza de un estado.
En esa misma situación está Salvador Illa (155), que, como su jefe Sánchez, gobierna mediante sucesivas ampliaciones de créditos, aprobados por sus socios. Máxime, viendo que su antecesor Pere Aragonès, convocó elecciones, al no poder aprobar sus presupuestos. Pero, claro, ni un antecedente tan próximo, le sirve en absoluto al represor Illa.
‘En cuanto a la Comisión Europea, el economista jefe de Tressis, sostiene que, ‘mientras Sánchez publique una cifra de PIB relativamente positiva, la CE se va a callar, y por tanto -deduce-, el gobierno va a poder continuar aumentando los desequilibrios fiscales. Mientras tanto, aquí, en España, la oposición confía en una Europa que no existe, en una CE que está disfrazando todos los desequilibrios estatales, entre otras cosas, porque tiene que disfrazar los de Francia. Por tanto, no tenemos que esperar ningún tipo de amonestación ni ningún tipo de acción por parte de Bruselas. De modo que, los problemas de España, o los soluciona España, o no nos los va a solucionar nadie’
Es una vergüenza tener gobiernos alérgicos a la democracia, que gobiernan a golpe de martillazos e incumpliendo su propia constitución, pero, claro, el estado puede saltarse la constitución cuando y como le plazca, pero cuando los anteriores gobiernos independentistas catalanes, reinterpretaban una coma, les caían todo tipo de chuzos, y todos los tribunales de su injusticia.
Y así, inmoralmente, Pedro Sánchez amplia sucesivamente los presupuestos militares, primero para llegar al 2%, y ahora, llegará al 5%, como impone el rey del imperio del mal, Donald Trump, actuando como Darth Vader (‘dark’ oscuro; ‘vader’ padre), es decir, como padre de la oscuridad, en las películas de ciencia ficción de ‘Star Wars’ (la guerra de las galaxias), de George Lucas.
En esas películas, Erv Lekauf era el ayudante personal de Darh Vader, y ahora Donad Trump tiene a Mark Rutte, como secretario general de la OTAN, haciendo el papel de tonto útil y, encima, manteniendo su perpetua sonrisa de vendedor de enciclopedias; vaya vergüenza de personajillo, que sólo busca el sol que más calienta, ya que, al minuto uno de su nombramiento, se olvidó de su ascendencia, de su carrera política y de la cultura europea.
Pero nuestro entorno no es como ‘el universo expandido’ de esas películas, aquí es peor, ya que no tenemos a ningún Luke Skywalker, y tampoco tenemos una ‘alianza rebelde’, ni yodas.
2 – El ataque al tribunal penal internacional (TPI):
Según explica Eugeni García Gascon:
‘La carrera del fiscal del TPI, Karim Khan se ha acabado. Ayer anunció que se aparta temporalmente del cargo hasta que finalice la investigación por un presunto caso de acoso sexual a una empleada del tribunal. Khan promovió la orden de detención internacional del ministro israelí Benjamín Netanyahu, por la guerra y las acciones contra la humanidad en Gaza. En las últimas semanas reina un ambiente de miedo en los Países Bajos y han dimitido altos funcionarios de este órgano judicial que se encargan de investigar y juzgar los crímenes de guerra y de genocidio en todo el mundo.
Esta semana, mientras el presidente Donald Trump hacía una gira por países del Próximo Oriente, la agencia de noticias de los EUA associated press publicó una información sobre la dramática situación del TPI. Las sanciones impuestas por la administración Trump contra su personal han hecho que muchos de sus empleados estén espantados y se plantean renunciar a sus trabajos. Los trabajadores que tienen nacionalidad de los EUA han sido advertidos que si van a visitar a su familia corren en riesgo de ser detenidos.
Khan pidió al TPI que emitiese la orden de detención en noviembre pasado. Cuando el TPI estaba a punto de darle curso, los principales juristas israelís y extranjeros aconsejaron a Netanyahu que abriese una investigación interna sobre los hechos de Gaza, porque esto paralizaría automáticamente las diligencias del TPI. Pero el primer ministro no hizo caso y prefirió una confrontación frontal directa con el tribunal.
Una vez más Netanyahu tenía razón, porque el tiempo ha demostrado que él solo tiene más fuerza que el conjunto de la comunidad internacional. El resultado es que el TPI se está hundiendo rápidamente delante del empuje israelí y el silencio de las potencias y de los mandatarios europeos.
A causa de las sanciones, Karim Khan ni siquiera puede sacar dinero del cajero de su banco en el Reino Unido. El banco le ha congelado sus cuentas por orden de Washington.
(…)
Lo más natural sería que la justicia investigara si se están cometiendo crímenes de guerra y genocidio y el TPI debería dirigir esa investigación. Pero no será así, porque Israel y los EUA tienen más fuerza que los tribunales internacionales. Antes veremos caer el TPI que no a Netanyahu sentado en el banco de los acusados de la Haya. Una situación que dice mucho de nuestra sociedad y de los límites de la justicia.
Una anécdota lo dice todo: Emmanuel Macron exigió a Mongolia que detuviese a Vladimir Putin, perseguido por el TPI, cuando el presidente ruso voló recientemente a Pekín. Pero el mismo Macron no hizo caso cuando se le exigió, hace algunas semanas, que detuviese a Netanyahu cuando sobrevoló Francia con destino a Washington (…)’
(Ara, 17 de mayo 2025)
Evidentemente, este acoso al TPI es una tropelía más del prepotente Trump, ante la pasividad de todos los peleles internacionales.
No comento nada más al respecto, ya que unificaré mis observaciones al final, de todos estos atropellos, no sólo a la democracia, sino a la ética y a la moral.
3 – El deterioro del expresidente Biden:
Jennifer Szalai, publicó en el The New York Times, un artículo titulado ‘Un libro retrata el deterioro de Biden durante la presidencia. ‘Original Sin’ culpa a su entorno de presentarlo a la reelección’; artículo publicado, asimismo, en el Ara, y del que extraigo algunos párrafos:
‘(…) Original sin, de Jake Tapper y Alex Thompson, tiene como portada un retrato en blanco y negro de Joe Biden con un par de manos tapándole los ojos. La historia de este nuevo libro trata del peligro de la ignorancia voluntaria. ‘El pecado original de los comicios del 2024 fue la decisión de Biden de postularse a la reelección, seguido de los esfuerzos agresivos para ocultar su disminución cognitiva’. (…) La noche del 27 de junio del 2024, los votantes demócratas asistieron sorprendidos y horrorizados al primer debate presidencial: Donald Trump dejó ir una serie de disparates audaces, mientras Biden, pálido y con la mandíbula floja, se esforzaba por decir la suya.
La mayoría de las apariciones del presidente se habían convertido en asuntos controlados. Al menos durante un año y medio, los colaboradores de Biden se habían esforzado para ayudar a un presidente octogenario que cada vez estaba más agotado y confuso. Según Original sin, no se informó a los donantes y políticos alarmados que querían saber el estado cognitivo de Biden.
En una nota, los autores explican que entrevistaron unas 200 personas, incluidos altos funcionarios ‘algunos de los cuales quizás nunca reconocerán haber hablado con nosotros, pero que saben la verdad de estas páginas’.
(…) el resultado es un relato condenatorio de cómo el entorno de Biden permitió su decisión de postularse a un segundo mandato. Los autores repasan los problemas que surgieron del pecado original del expresidente: la marginación de la vicepresidenta Kamala Harris, los ataques a periodistas sobre la aparente fatiga y el estado mental de Biden y un público norteamericano desinformado y desamparado. ‘Fue una abominación’, decía una fuente a los autores. ‘Le robó unas elecciones al Partido Demócrata, las robó al pueblo estadounidense’.
Esta fulminante acusación se atribuye a un ‘destacado estratega demócrata’ que también ‘defendió públicamente a Biden’. Algunos demócratas, sobre todo los que no veían al presidente a menudo, confiaban en comentarios de su entorno para tranquilizarse. Otros no querían dar munición a la campaña de Trump. Tapper y Thompson rebaten estos razonamientos: ‘Para los que intentaron justificar el comportamiento descrito aquí por la amenaza de un segundo mandato de Trump, deberían de haber acercado estos temores a la realidad, no alejarlos de ellos’.
(…) El hecho de que Biden desafiase a los detractores y superase los pronósticos para ganar las elecciones del 2020 fue, para él y para su estrecho círculo de familiares y asesores, una señal que era especial. Mantenían ‘una fe casi religiosa en la capacidad de Biden para volver a levantarse’ y ‘como cualquier teología, el escepticismo estaba prohibido’.
(…) su deterioro era difícil de distinguir de su larga reputación de errores, comentarios complicados y su costumbre de olvidar los nombres de sus colaboradores. Pero la gente que no veía a Biden cada día se sorprendía cada vez más.
Las personas próximas a Biden fueron desarrollando algunas técnicas para manejar (o disimular) lo que estaba pasando: le restringieron los asuntos urgentes a las horas comprendidas entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde, dieron órdenes a sus redactores para que los discurso fuesen breves, para no pasar demasiado tiempo de pie o hicieron que utilizase las escaleras cortas del Air Force One. Al grabar vídeos, sus ayudantes a veces filmaban ‘a cámara lenta para esconder la lentitud con la que andaba en realidad’. Los ayudantes de Biden decidieron que no se sometiese a una prueba cognitivas a principios del 2024.
Tapper y Thompson identifican dos grupos principales que hicieron piña alrededor de Biden: la familia y uno de los ayudantes próximos conocidos como ‘los Politburons’. La familia fomentó la visión que Biden tenía de sí mismo como figura histórica. En cambio, sus miembros señalaron el legado de Biden al cargo y la gente competente que le rodeaba’
(Copyright The New York Times)
Como se desprende de estas tres ‘noticias’, la democracia, a nivel general, brilla por su ausencia.
Es difícil diferenciar si, en cada uno de estos casos hay fraude de ley (conductas voluntarias con el fin exclusivo de obtener un fin ilícito, a través de un medio lícito; es decir burlar la normativa formalmente) o son casos de abuso de poder (mediante el abuso desmesurado e inadecuado del derecho).
Me parece evidente que burlar el congreso de diputados o el parlament, e ir ‘gobernando’ con chapuceros aumentos puntuales del presupuesto, es una estafa democrática, como lo es callar ante la persecución del TPI y, claro, como lo fue el entramado de intereses para mantener al octogenario Biden en la Casa Blanca, para, así, desde la sombra ir dirigiendo el país, y el mundo.
Y, en este panorama político de incompetentes e interesados, pueblos enteros siguen muriendo y padeciendo todo tipo de hambrunas.
Todo es vergonzoso e impúdico, y se requiere un reset, como el apagón eléctrico del pasado 28 de abril, en toda España, pero a nivel mundial. Un reset forzado por la caída de un meteorito que acabe con todo, y vuelva a empezar, pero bien.
Me parece que muchos tenemos claro que los actuales políticos no son reciclables, ya no nos pueden engañar más. Por más que se muden como los camaleones, ya no los podemos, no queremos, reutilizarlos.
Debemos reducir las estructuras, y reciclarlas, eso sí, pero con nueva savia, que circule por esos organismos, purgando a los impresentables actuales.
Esto es una utopía, claro. Pero, en ese sueño, es más factible una República Catalana, ajena a todos esos vicios, configurada desde cero. Y para esto debemos trabajar.