● Las acciones basadas en la naturaleza reciben menos del 3% de la inversión total a nivel global y deben triplicarse para el 2030.
Ciudad de México, a 05 de junio de 2024.- En el marco de la conmemoración por el Día Mundial del Medio Ambiente (5 Junio), Conservación Internacional destaca que las soluciones basadas en la naturaleza pueden proporcionar hasta el 30% de las acciones necesarias para mitigar el calentamiento global y mantener la temperatura por debajo de 1.5 grados Celsius.
El cambio climático es ya una potente amenaza para el planeta y las personas; restaurar los ecosistemas es una solución efectiva para mitigar su impacto. Los bosques, humedales y océanos no sólo son imprescindibles para la biodiversidad, sino que también pueden absorber el dióxido de carbono (CO2), ayudando a contrarrestar el exceso de gases de efecto invernadero.
«En la actualidad, las soluciones basadas en la naturaleza reciben menos del 3% de inversión a nivel mundial, pero es urgente que se tripliquen para el 2030. La restauración ambiental se vuelve fundamental en esta lucha contra el cambio climático. Al invertir en la conservación y regeneración de estos ecosistemas, no solo salvaguardamos nuestra salud y bienestar, sino que también aseguramos un futuro sostenible«, afirmó Leticia Gutiérrez Lorandi, Vicepresidenta de Conservación Internacional para México.
Ante este panorama, Conservación Internacional propone varias estrategias esenciales para maximizar el impacto positivo de la naturaleza en la lucha contra el cambio climático:
1. Protección de Bosques y Selvas: La conservación de los bosques existentes y la detención de la deforestación son cruciales; 11% de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero producidas por los seres humanos son causadas por la deforestación, de acuerdo con un informe del Global Forest Watch (GFW).
2. Reforestación y Restauración Ecológica: Producción y siembra de árboles y plantas; restaurar ecosistemas degradados aumentan la capacidad de los terrenos para absorber carbono, mejoran la biodiversidad y proporcionan servicios ecosistémicos esenciales.
3. Conservación de Ecosistemas Costeros Marinos: La protección y restauración de manglares, arrecifes de coral y praderas marinas puede contribuir significativamente a la reducción de CO2, dado su papel como potentes sumideros de carbono. Estudios señalan que solo el 0.7% de los bosques del mundo son manglares costeros, y almacenan hasta 10 veces más carbono por hectárea que los bosques tropicales.
4. Agricultura Sostenible: Promover prácticas agrícolas que mejoren la salud del suelo y aumenten la captura de carbono es fundamental. La agricultura regenerativa y la agrosilvicultura son métodos efectivos para lograrlo.
“La disminución de la diversidad biológica ya está causando que la economía mundial pierda el 10% de su producción anualmente. Si se invierte poco en soluciones basadas en la naturaleza, será imposible consolidar un desarrollo sostenible en el futuro”, agregó Gutiérrez Lorandi.
Conservación Internacional reafirma su compromiso con el medio ambiente, salvaguardando la biodiversidad y los ecosistemas, impulsando el desarrollo y mejora de políticas públicas locales, nacionales e internacionales que aceleren la mitigación de los gases de efecto invernadero, aumenten la adaptación al clima, movilicen nuevos recursos financieros y creen sociedades inclusivas y resilientes al clima.
Sobre Conservación Internacional
Conservación Internacional es el líder mundial en la defensa y protección del medio ambiente en beneficio de las personas. En México, colabora desde hace 30 años implementando soluciones para preservar la naturaleza y las tradiciones culturales, así mismo, se ha enfocado en fomentar la producción sostenible y mejorar las capacidades de gobiernos y comunidades para el manejo integral de los recursos naturales.
Conservación Internacional trabaja para crear cadenas de valor sostenibles e inclusivas en México y así asegurar medios de vida para 46,000 pequeños productores en los paisajes de Chiapas, Oaxaca y Tabasco; además, ayudamos a conservar y manejar más de 8 millones de hectáreas de ecosistemas críticos que nos proporcionan agua, resiliencia climática y alimento.