En una entrega más de la sección “esto es un complot de los conservadores”, se inauguró el show de pataleos del gobierno por la determinación del Instituto Nacional Electoral (INE) de posponer, mas no de cancelar, la consulta de revocación de mandato del presidente López Obrador.
Contrario a lo que se pudiera pensar, la resolución, que a primera vista pareciera negativa, estaba perfectamente medida en Palacio Nacional. Incluso, si vamos más a fondo, podría decirse que hasta le favoreció el fallo al Ejecutivo, ahora puede continuar atizando el discurso de odio y polarización con el que busca ampliar la fidelidad de su electorado.
El desgaste que había acumulado MORENA debido a la entrega de miles de firmas apócrifas como parte del proceso de recolección de apoyos ciudadanos, ya les venía cobrando factura. La dirigencia encabezada por Mario Delgado no supo sortear las críticas a raíz de la exposición de falsificaciones operadas tanto por los suyos como por grupos afines al movimiento obradorista.
Con la decisión del INE no solo se hace aún más honda la zanja que divide al partido gobernante con el instituto autónomo encargado de organizar las elecciones, también se abre la puerta de una escalada de descalificaciones para avasallar al INE desde el poder.
Con votación dividida, el Consejo General del INE avaló posponer la consulta, argumentando no contar con los recursos económicos suficientes para realizar el ejercicio ciudadano. Este último, problema ocasionado por los diversos recortes que ha sufrido su presupuesto.
Lo que aconteció hace unos días fue la crónica de un encontronazo anunciado. El presidente torpedeando al INE una y otra vez y el instituto defendiéndose como ha podido de las presiones gubernamentales. La injerencia del Ejecutivo en este y otros temas ya se volvió sello de la casa.
Adelantándonos un poco a lo que sucederá: es muy probable que sí se realice un símil de la revocación de mandato, no oficial pero sí oficialista. ¿Por qué?, porque es necesaria para el gobierno una demostración ciudadana masiva y ruidosa de apoyo al presidente justo a mitad del sexenio.
Bajo el pretexto de que el INE no los dejó hacer la consulta como estaba planeada, es casi un hecho que MORENA-Gobierno organice una consulta paralela, algún mitin, un baño de pueblo. Ratificar es una palabra poderosa que no están dispuestos a dejar de usar.
ENTRETELONES
No le vayan a decir al PAN que la reunión de sus liderazgos con el secretario de Gobernación brilló por su intrascendencia. Fue un “diálogo” en el que se acordaron “mesas de diálogo” para el próximo año. ¡Wooow!. Si la carta se la hubieran mandado a Santa Claus quizá el gordito podría haberles traído algo más tangible: un trenecito, unos patines o un juego de magia para desaparecer tanta ingenuidad.