Es momento de abordar un tema que nos deje un buen sabor de boca, vamos últimamente las noticias son espeluznantes por decir poco, por lo que, aunque suene banal hablar de Victoria’s Secret en momentos donde los temas más destacados son Rusia vs Ucrania, COVID, la casa gris o la revocación de mandato, por mencionar algunos, nada como hablar de una historia de éxito; pues es de destacar, que a pesar de que dicha empresa se encontraba renuente a adaptarse a los nuevos tiempos hoy por hoy ha entendido lo que debe hacer para evolucionar de forma positiva y trabajar en favor de la mujer y no en abonar a estereotipos aspiracionales inalcanzables.
Y es que, la empresa por muchos años se destacó por ser el epicentro del modelaje de lencería con las mujeres más “espectaculares” del planeta que, a palabras de su ex Director de Marketing Edward Razik, solo unas 100 mujeres en el mundo tenían el potencial para desfilar como “ángel” de la marca. Sin embargo, los tiempos cambian y con esto los conceptos sobre la belleza y, ciertamente, las nuevas generaciones mostraron su descontento sobre lo que la marca consideraba bello o sexy. Esto, sumado a que padeció fuertes escándalos asociados al supuesto machismo de sus directivos, que rayaban en el acoso, Victoria’s Secret fue vendida hace un año al fondo Sycamore Partners por poco más de mil millones de dólares.
Evidentemente con este proceso, la empresa ha sufrido fuertes y poderosos cambios que han abonado, de manera positiva, a su imagen. Pues no sólo ha usado embajadoras para empoderar a las mujeres por su talento y personalidad, sino que además ha logrado incluir entre sus filas a modelos con las cuales nos podemos identificar todas las mujeres del mundo sin importar nuestra talla o condición, nada menos recientemente la marca sumó a su campaña, Love Cloud, a Sofía Jirau, la primera modelo con síndrome de Down de VS; y es que, apostar por mujeres reales y talentosas es un acierto que muchas empresas deberían tomar como parte de sus estrategias de imagen.
Así Victoria’s Secret sigue sumando esfuerzos para resarcir su reputación y lanzó un comunicado esta semana en sus redes sociales, en el que señala que continúan su viaje para convertirse “en el principal defensor de las mujeres” con motivo del mes de la “Historia de la Mujer” y el “Día Internacional de la Mujer”, también informan que pretenden realizar una inversión de 7 millones de dólares a empresas dirigidas por mujeres y continuarán apoyando a las mujeres que hacen innovación e investigación referente al cáncer de mujer, con el Fondo Mundial de Victoria’s Secrets. No cabe duda, que la marca sabe la importancia de velar por la responsabilidad social, y tomar como estandarte al nicho más importante de su mercado para usarlo, no sólo para promoverse, sino para propiciar la construcción de una mejor autoimagen para las nuevas generaciones que son sus presentes y futuras consumidoras es su mejor herramienta.
Al final, de momento, todo marcha bien para esta empresa de lencería que mucho antes de la pandemia iba en decadencia, que ha asimilado sus errores y, que podemos decir que, hasta el día de hoy ha aprendido bien qué sí, qué no y qué nunca, para mejorar su reputación interna y externa; y así poder mostrar el potencial que tiene no sólo como marca que vende un producto, sino como marca que apoya causas importantes para su nicho de mercado.
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