Esta no es solo una historia más de empresas fantasma.
Es la historia de cómo el dinero destinado para los productores del campo se esfumó.
Y de cómo algunos empresarios ligados a esas compañías ahora construyen un paraíso inmobiliario en la Península de Yucatán.
Iván Alamillo y Alejandra Barriguete
30 de Marzo de 2022
Era un día caluroso en Mérida. Ese martes 27 de agosto de 2019, el gobernador Mauricio Vila Dosal acudió junto con varios empresarios al Centro Internacional de Congresos, donde anunciaría las nuevas inversiones turísticas e inmobiliarias para el estado de Yucatán ante medios de comunicación y asistentes.
“Nosotros sabemos que hoy, quienes generan empleos, provienen de la iniciativa privada, quienes arriesgan su capital son ustedes, inversionistas, y a nosotros nos toca incentivar estas inversiones”, dijo Vila Dosal frente a un auditorio lleno.
Uno a uno, el gobernador fue nombrando los proyectos y agradeció a los inversionistas por elegir a Yucatán. Así fue hasta llegar al entonces desconocido empresario inmobiliario Gregorio Zamora Flores.
“Quiero agradecer a Gregorio Zamora de Grupo Aura, una empresa de la Ciudad de México, que van a estar invirtiendo 2,752 millones de pesos en diversos proyectos inmobiliarios, uno de ellos en Telchac Puerto”.
Grupo Aura, cuya razón social es MIG Investment SAPI de CV, fue constituida en febrero de 2019. A menos de un año de su creación, sus desarrollos de lujo ya se habían convertido en la segunda inversión privada más grande de Yucatán, sólo por detrás de Grupo Xcaret.
Ahora, una investigación de varios meses realizada por los reporteros de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) ha podido confirmar que cuatro de los accionistas de Grupo Aura están ligados, por dos vías, a una presunta red de corrupción que operó durante los primeros años de Seguridad Alimentaria Mexicana.
La primera vía es a través de una red de seis empresas operada por un facturero que recibieron contratos por 800 millones de pesos de Segalmex y que incumplieron con entregar costales, tarimas, pesticidas y lonas que servirían para almacenar los granos que benefician a millones de productores del campo.
La segunda es a través de dos convenios por hasta 4 mil millones de pesos firmados con la empresa Grupo Vicente Suárez 73 para procesar y vender leche a Liconsa que actualmente se encuentran bajo investigación de la Fiscalía General de la República. Ambos casos fueron publicados en 2020 y 2021 por MCCI.
Pero sus vínculos con el esquema de corrupción de Segalmex no son el único pasado turbio de los socios de Grupo Aura. Algunos de sus accionistas incluso recibieron fondos desviados por la SEDATU durante la gestión de Rosario Robles. Otros han sido acusados por PEMEX de ‘huachicolear’ las donaciones de combustible que la paraestatal envió a dependencias como la SEDENA.
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Esta información fue publicada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en: https://contralacorrupcion.mx/aura-paraiso-inmobiliario-segalmex/