- En el primer cuatrimestre de 2022 se registró un incremento de 23% en el número de víctimas de extorsión reportadas, respecto al mismo periodo de 2021.
- También se registró un incremento del 16% en las víctimas de trata, 9% en los robos con violencia, y de 3% en los casos de narcomenudeo, respecto de los primeros cuatro meses de 2021.
- Los secuestros mantienen una tendencia al alza, de 6% en el primer cuatrimestre de 2022.
Ciudad de México, 30 de mayo de 2022.- De acuerdo al análisis de las cifras de delitos y víctimas registradas en carpetas de investigación, que reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer cuatrimestre de 2022 se tuvieron disminuciones en el número de víctimas de asesinato (12%), de feminicidio (6%) y de robo de vehículo con violencia (7%), respecto de los primeros cuatro meses de 2021.
En total, del 1 de diciembre de 2018 al 30 de abril de 2022, se han registrado 115,665 víctimas de asesinato en el país.
En cuanto a los delitos que presentan incrementos respecto de los primeros cuatro meses de 2021, los registros de extorsión subieron 23%; trata de personas, 16%; los de robo a transeúnte con violencia, 9%; los de secuestro, 6%; los de narcomenudeo, 3%. Los reportes de violencia familiar presentaron un aumento de 324 casos (pero esto último no es estadísticamente significativo).
Cabe recordar que el nivel de criminalidad es mucho mayor de lo que reflejan los datos del SESNSP, como lo acreditan las encuestas de victimización. Destacan los subregistros en algunos delitos de alto impacto, como feminicidios, secuestros y extorsiones, lo que subraya la crisis institucional en materia de seguridad.
Causa en Común hace un llamado al gobierno federal y a los gobiernos locales para revertir una militarización claramente incapaz de atender los problemas de inseguridad pública y a emprender urgentemente el rescate de los cuerpos de policía, de las fiscalías y del sistema penitenciario.
Asimismo, es indispensable asumir una auténtica estrategia de seguridad que parta de la ineludible responsabilidad de enfrentar a las organizaciones criminales.