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Previene lactancia materna alergias que pueden acompañar a recién nacido toda la vida: IMSS Estado de México Oriente

  • Protege de la sensibilización alérgica, transporta sustancias como factores de crecimiento, citoquinas y células completas.
  • Una alergia es una reacción exagerada ante un microorganismo externo ya sea virus, bacterias u hongos.

Algo tan común como el que una madre alimente a su hijo es factor para que en un futuro el niño, luego el adolescente y posteriormente el adulto prevenga el origen de alguna alergia que pudiera acompañarlo toda la vida.

La médica Tatiana Van Der Heyden Pardo, de la Coordinación de Prevención de Atención a la Salud, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente, recomendó brindar leche materna desde el nacimiento hasta los primeros 6 meses de vida. Después de ese tiempo, y hasta los 2 años, se puede complementar su nutrición combinando la leche materna, y es que este alimento evita infecciones y alergias.

La alimentación del seno materno es un beneficio que garantiza la aportación de nutrientes y por ende una buena alimentación; además, la práctica de una actividad física ayuda a disminuir la presencia de alergias en las personas.

En el marco de la Semana Mundial de la Alergia, del 13 al 19 de junio, la especialista indicó que la lactancia materna disminuye el riesgo de atopia (alergia hereditaria), eccema (salpullido), alergia alimentaria y alergia respiratoria, y que el efecto se mantiene al menos hasta la adolescencia.

La forma en que la lactancia materna, sobre todo si es exclusiva, protege de la sensibilización alérgica, se debe a que la leche humana transporta diversas sustancias como factores de crecimiento.

Los principales alérgenos son: proteínas de animales, polvo, antibióticos, medicamentos que se aplican sobre la piel-, alimentos (huevo, cacahuate, leche, nueces, soya, pescado, carne de animal y trigo) y esporas.

Una alergia es una reacción exagerada ante un microorganismo externo (virus, bacterias, hongos) con síntomas que van desde un simple estornudo, o la aparición de una especie de salpullido, hasta un choque anafiláctico (reacción grave puede poner en peligro la vida).