· La diputada de Morena propone reformas a la Ley de Aguas Nacionales; señala que se debe encontrar un balance entre el desarrollo económico y el desarrollo socioambiental
Palacio Legislativo, 30-07-2022 (Notilegis).- La diputada María Eugenia Hernández Pérez (Morena) informó que impulsa una iniciativa de reforma a la Ley de Aguas Nacionales para establecer el fomento a la cultura del agua, a fin de promover medidas que contrarresten la crisis hídrica producida por la actividad humana.
En un comunicado, la legisladora expresó que se trata de modificaciones a los artículos 3, 47 Bis y 84 Bis de dicha legislación, para puntualizar el concepto de cultura del agua, determinar su promoción entre los sectores público, privado y social, y señalar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como la responsable de sensibilizar a la población sobre la escasez del recurso hídrico y de impulsar talleres sobre su cuidado.
Hernández Pérez aseguró que se trata de incentivar la participación proactiva, informada y consciente de los diversos actores que intervienen en la gestión integral del agua.
“Es necesario fomentar y asimilar una cultura del agua para encontrar un balance entre el desarrollo económico y el desarrollo socioambiental, basado en la sustentabilidad, bajo los principios de equidad y justicia”, declaró.
Señaló que la demanda de agua en el mundo aumentó seis veces en el siglo pasado por el crecimiento de la población, el desarrollo económico, los cambios en los patrones de consumo, la intensificación de la producción agrícola y la expansión de las ciudades.
Advirtió que los niveles de escasez seguirán aumentando a medida que crezca la demanda de agua, la sobreexplotación, la contaminación y el bajo mantenimiento a la infraestructura ocasionada por no pagar este servicio.
“Requerimos de realizar cambios profundos en los valores, modelos y modos de vida, reconociendo el papel fundamental del agua como soporte ecosistémico y su valor socioambiental integral”, declaró la diputada.
Comentó que los asentamientos acuíferos son contaminados por las actividades de grandes empresas refresqueras, cerveceras, mineras, etcétera, y por la falta de inversión en drenajes, cuyas aguas negras no son captadas por las plantas tratadoras porque no funcionan.
“Lo deseable es un uso eficiente de nuestros recursos hídricos, pero en mi Estado de México y en otros estados nunca se ha invertido en la infraestructura hídrica por más de 90 años”, aseguró.
Sostuvo que en el caso del sureste mexicano, poblaciones perdieron el control de sus mantos acuíferos, desde que fueron perforados los pozos que les proporcionaban agua, durante el periodo neoliberal.
Afirmó que en este contexto se gestó el negocio de la venta de agua en pipas, atropellando el derecho de acceso a este recurso de los sectores más vulnerables, “como sucede en Querétaro, donde se concesionó el agua a los privados”.
“Cuidemos nuestra agua para beneficio de la mayoría, el agua para todas y todos, para el pueblo; la cultura del agua empieza por cuidarla de los grandes depredadores”, finalizó.