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La rebelión en la granja (continuación)

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

El escrito de ayer, con el mismo título, tomado de la novela de George Orwell, me produjo unas sensaciones diversas: la necesidad de explicarme mejor, de ampliar los paralelismos metafóricos, pero, esencialmente, un gran pesimismo, ya que era una constatación de estar en un pozo profundo, sin salida posible, máxime, constatando, que no tenemos líderes ni políticos nuevos, valientes, con ideas renovadas y con un plan de ruta motivador.

No podemos seguir mirando únicamente el retrovisor, así nos chocaremos fácilmente.

La condición humana, como expuso Orwell en su fábula, se guía por la comodidad, por el ansia de poder y de privilegios, es decir, por la amoralidad / inmoralidad. Y, desgraciadamente, los más hábiles en las estrategias que les lleva a asegurar o mejorar su statu quo personal, son los que prosperan.

Y, como contrapartida, la inmensa mayoría de los independentistas del 2017, estamos deprimidos; si bien una minoría seguimos movilizados, pero de forma residual e insignificante. Esa ha sido la consecuencia buscada por los partidos independentistas, para ‘contentar’ al estado represor. Esos partidos pactaron el indulto de sus líderes y de los dos líderes sociales, parece que a cambio de congelar las movilizaciones y, olvidando los 4200 reprimidos que están juzgados o en espera de serlo; al fin y al cabo, mediáticamente no son nadie, y muy pocos, poquísimos, les siguen recordando y dando apoyo, aun que sea infructuoso.

Es de miserables, si, de miserables, tener un doble discurso, uno independentista, de cara a la galería, y otro, el efectivo, de carácter autonomista y sumiso. Y la confirmación de esa rendición la vimos en la última reunión de la mesa del mal llamado diálogo, en la que ERC aceptó no volver a transgredir la constitución ni las leyes españolas; olvidando, por lo tanto, lo que eran las líneas rojas iniciales. Así, aunque digan, a la galería, que siguen trabajando por la amnistía de todos los imputados y exiliados, y por la consulta de autodeterminación ‘legal’, sabemos que eso nunca, nunca, se llegará ni a negociar, ni ahora, con el mal llamado gobierno progresista, ni con el posible futuro gobierno del PP/Vox. La configuración del estado y su unidad, por lo visto, debió ordenarla Dios a Adán, así que es sagrada, y los partidos sistémicos están confabulados para cumplir y hacer cumplir esa ley básica y fundamental.

Que el estado español, el reino más corrupto de Europa siga ligado al ‘atado y bien atado franquista’ ya lo sabemos y sufrimos desde la muerte del dictador asesino; y sabemos, también que, en las décadas sucesivas, apenas se han maquillado cuatro cosas superficiales, nada sustancial.

Pero, lo que nos duele más, es que muchos de nuestros líderes, siguiendo la fábula de Orwerll, hayan olvidado los deseos del 2017, hayan aprendido a andar a dos patas como los ‘humanos’ (el poder español) y hayan aceptado sus normas. Y ahora, se dediquen a ‘matar’ (metafóricamente, pero real mediáticamente) a los que siguen reclamando seguir avanzando hacia la independencia.

Y esos ‘líderes políticos’ actuales, como meros polichinelas, simples marionetas clónicas, se limitan a reproducir y ampliar los mensajes de sus respectivos jefes: Oriol Junqueras y Pere Aragonès, de ERC, pero también los encontramos en muchos personajes dentro de las diferentes familias de Junts y de la Cup. Obviamente, en el PSC/PSOE, PP, etc., pasa lo mismo, pero entre los opresores que aplicaron el 155 y se cargaron nuestro gobierno y el Parlament, no nos extraña nada.

El último ejemplo, y muy claro, lo hemos tenido con la destitución ilegítima de la presidenta del Parlament, Laura Borràs. Y que todos, todos, pidan acabar con la actual presidencia provisional, diciendo que si en su momento, cuando la justicia dictamine, si procede, ya la restituirá; no deja de ser un engaño mayúsculo, pues, de entrada, es aceptar las acusaciones (y ya sabemos lo imaginativas que pueden llegar a ser), pero, especialmente, es querer cargarse a la figura independentista, ‘outsider’, más potente, pues molesta a los autonomistas / federalistas. Decir que, tras el juicio, si la sentencia fuese positiva para Borràs, que revertirían la destitución, es querer engañar al electorado, pues todos sabemos que los tiempos de la injusticia española se acomodan a las conveniencias políticas del reino, así que el juicio podría demorarse una década y, claro, nadie sabe cómo será ese futuro, como para asegurar el resarcimiento. Eso ya supera la política vaticana, tan querida y apreciada por ‘algunos’.

Eso sí, de momento, siguen apoyando a Pedro Sánchez, aunque sea cómplice del 155, de habernos espiado y quizás seguir haciéndolo, perseguido, y seguir arruinando a nuestro país, infra-financiándolo; pero, por lo visto, todo esto es asumible para ellos, a cambio de las actuales poltronas y de garantizarles el escaso poder autonómico.

El escritor uruguayo, Eduardo Hughes Galeano (1940 – 2015), entre sus muchas frases famosas, dijo: ‘Vivimos en un mundo donde el funeral importa más que el muerto, la boda más que el amor, y el físico más que el intelecto. Vivimos en la cultura del envase, que desprecia el contenido’. Y en esto estamos, este es el modo de vida autonomista que nos quieren imponer.

Asimismo, ese pensador dijo: ‘Creo que hay que pelear contra el miedo, que se debe asumir que la vida es peligrosa y que eso es lo bueno que la vida tiene para que no se convierta en un mortal aburrimiento’ Pero, claro, en nuestro caso, el miedo sería humano y comprensible, pero aquí rizamos el rizo, y tenemos miedo de tener miedo.

Por eso, siguiendo con dicho autor: ‘Hoy, más que nunca, es preciso soñar. Soñar, juntos, sueños que se desensueñen y en materia mortal encarnen’. Obviamente, eso es muy fácil de decir, y muy difícil de llevar a la práctica, pues, como he dicho, vivimos en un momento contradictorio, ya que decimos que el poder es del pueblo, pero, a la vez, precisamos líderes nuevos que nos motiven. Esa es la paradoja, el nudo gordiano.

Galeano dijo, también: ‘Si me caí es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas’. Y nosotros nos caímos, mejor dicho, el reino de España, al mando de su rey, nos tiró por la roca Tarpeya, como hacían los romanos en la época republicana, para ejecutar a los asesinos y traidores. Por eso, TODOS los independentistas catalanes debemos seguir caminando, y no sólo para la performance de la Diada.

Según el abogado y activista Pepe Fajula, nuestro ‘momento’ será cuando la justicia europea falle a favor de Carles Puigdemont, y pueda regresar a Catalunya. Pero todos sabemos que, aunque la sentencia le fuera favorable, aquí la injusticia española sería capaz de ponerlo entre rejas, ya que ese es su único sueño húmedo, el que más desean.

Por eso, siguiendo con la fábula de Orwell, debemos ser activos, efectuar acciones democráticas y pacíficas, pero contundentes y efectivas, especialmente en el marco económico, que es el que más duele y el único que entienden. Esa ha de ser nuestra rebelión en la granja catalana. Y, eso sí, evitar que personajes asimilables (metafóricamente) a los cerdos y perros de la novela, tomen el más mínimo resorte de poder, ya que, como sabemos, nos venderían a los bípedos unionistas.