*La profesora-investigadora del CIALC de la UNAM dio la conferencia de agosto del seminario de Arqueología y Etnohistoria, que este año homenajea al doctor Alfredo López Austin
Las diferencias y similitudes entre las culturas de los Andes y de Mesoamérica fueron presentadas por la historiadora Silvia Limón Olvera, profesora del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM, respecto del tema «Agua y cosmovisión en los Andes y Mesoamérica», en una conferencia sintética pero minuciosa sobre la importancia que esas sociedades dieron al vital líquido y a las deidades, creencias, ritos y prácticas asociadas a él.
En la charla de agosto del seminario Arqueología y Etnohistoria de Mesoamérica, que en este año está dedicado a homenajear al eminente historiador Alfredo López Austin, fallecido en 2021, el público tuvo una entusiasta participación por medio de las redes sociales y planteó a la expositora interrogantes sobre algunos de los aspectos que abordó en el encuentro, que fue moderado por el historiador Raymundo Martínez García.
Limón Olvera explicó que hay similitudes y diferencias entre los Andes y Mesoamérica respecto del agua y el papel que tenía en la cosmovisión de ambas sociedades antes e incluso después de la llegada de los españoles.
Contrastó que mientras para Mesoamérica hay riqueza y variedad de fuentes escritas por españoles, mestizos e incluso códices, en el caso andino no se cuenta con tantas fuentes ni hay códices, si acaso las españolas, algunas, pocas, mestizas y en menor cantidad las escritas en quechua.
Hizo un recuento preciso de deidades y creencias así como de ritos asociados a su culto, lo mismo en lagunas que en montañas y cuevas, y se refirió a los sacrificios de niños que se practicaron tanto en el Inca como en el antiguo México para propiciar la lluvia.
Para el caso andino, explicó que la mayor parte de los documentos fueron levantados en el Cuzco, zona central del dominio de los incas y de la tradición de la elite gobernante en la forma de creencias traducidas en las mismas concepciones, mientras que en un plano subyacente quedaron las tradiciones locales, y ya en la Colonia, se dieron campañas contra idolatrías en el siglo XVII, pero ello implicó escribir sobre las antiguas creencias y las prácticas vigentes en ese tiempo, con las especificidades locales.
Limón Olvera habló de manera amplia de los cuerpos de agua y lo refirió al estudio del paisaje como una construcción histórico-social que los grupos hacen a lo largo del tiempo para referirse a accidentes geográficos, como montañas y cuevas, sobre la base del imaginario social para la interpretación del mundo en el que vivían las sociedades de los Andes.
Para estas, el paisaje estaba habitado por seres divinos y los cuerpos de agua eran entidades vivas que interactuaban con los seres humanos, de ahí que hubo una geografía mítica, la cual era parte de la cosmología.
La historiadora dio detalles muy precisos sobre los nombres, cultos y creencias asociados a las diversas representaciones del dios del trueno o del rayo, la deidad del agua, y el lugar que ocupaba entre los principales dioses del mundo andino.
Del México antiguo habló de las culturas olmeca, tolteca y nahua, con énfasis en los aztecas, y el culto a Tláloc, y se refirió a las lágrimas del dios en algunas representaciones, que eran equiparadas con la lluvia que cae del cielo, y había procesiones en que la gente lloraba y gemía fuerte para que hubiese lluvia.
Entre los mexicas el nopal era el árbol del centro del mundo y los dos arroyos: uno azul y otro rojo, señalaron también el lugar de fundación de México-Tenochtitlán, mientras que en el mundo andino el mar era el escenario de enfrentamiento entre deidades.
Detalló sobre las momias de niños de 8 a 15 años que se han encontrado en las montañas y las cuevas de los Andes como vestigio de los sacrificios rituales, y dijo que en una y otra civilizaciones si el dios orinaba o lloraban se tenía la certeza de que habría lluvias; más aún, todas las excrecencias de los dioses eran divinas para los humanos; y también habló de los animales asociados al dios de la lluvia o del trueno en una y otra región: puma, jaguar, toro y la importancia de las llamas para fines rituales.
La siguiente conferencia del ciclo será ofrecida por el historiador Xavier Noguez, que el miércoles 19 de octubre, a las una de la tarde, expondrá, «La diadema de turquesa y el poder señorial», la cual será transmitida por redes sociales.