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Catalunya la Sodoma y Gomorra del estado español

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

El ministerio de interior español, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, ha admitido y justificado en un documento oficial (el informe sobre el empleo de agentes de inteligencia por parte de la comisaría general de información de la policía nacional), las infiltraciones, y el espionaje de los movimientos independentistas catalanes: el sindicato de estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), el colectivo Juventud Republicana, a Resistimos al Barri Gótic, al casal popular Lina Òdena, etc. Lo ha hecho en respuesta al contencioso administrativo que Òmnium (la mayor asociación cultural y ciudadana) presentó a finales de julio ante la audiencia nacional.

El ministro:

  • ‘considera legítimo, idóneo y oportuno infiltrar agentes en los movimientos juveniles para captar información’,
  • ‘vincula la infiltración directamente con las prácticas habituales en la prevención del terrorismo sobre la base de supuestas acciones y estrategias violentas del independentismo: personas que pertenecen al mundo asociativo independentista, engloban una amplia gama de asociaciones, coadyuvan a la consecución ilegal de la independencia de Catalunya, llegando a realizar, en algunos casos, acciones de tipo radical-violento dentro del marco de la estrategia global secesionista’,
  • ‘respecto a las técnicas operativas utilizadas para las infiltraciones, menciona, entre otras, las previstas en la actual estrategia de seguridad nacional, concretamente, el eje que hace referencia a la lucha contra el terrorismo y la radicalización violenta, ya que el apartado que expresa que ‘los extremismos identitarios excluyentes que pueden derivar en violencia y verse incrementados en un entorno de crisis económica constituyen una de las notas preocupantes en la actualidad’,
  • ‘el auge de extremismos y de posiciones excluyentes que se vienen generando en gran parte de los países desarrollados, está dando origen a unas dinámicas violentas y filo-terroristas entre sectores minoritarios de nuestra sociedad a las que es preciso seguir’,
  • ‘en el conte3xto actual que se vive en Catalunya y los graves sucesos del pasado reciente hace fácil identificar multitud de situaciones en las que se ha producido violencia grave y se ha visto afectado tanto el libre ejercicio de los derechos y las libertades como la seguridad ciudadana’.

Xavier Antich, presidente de la citada asociación, denunció que eso muestra:

  • ‘una estrategia del estado para vincular el independentismo con el terrorismo’,
  • ‘una clara vulneración de los derechos fundamentales, enmarcada en la ‘causa general’ contra el independentismo’,
  • ‘el estado actúa con total impunidad y al margen de la ley, para reprimir el movimiento’.

Efectivamente, el documento del ministerio sólo puede tomarse como una declaración de guerra contra los movimientos independentistas, para introducir el miedo, la desconfianza y, en definitiva, nuestra división y exterminio.

Todos sabemos, pues lo hemos vivido directamente, que los movimientos independentistas, y todas las manifestaciones efectuadas en la última década han sido pacíficas: la revolución de las sonrisas, ni un papel al suelo, etc.; asimismo, es preciso recordar al ministro que el asociacionismo es una virtud, nunca es negativo, como señala el documento oficial:

‘Los miembros de los colectivos secesionistas radicales presentan además una particularidad que hace especialmente complicada su vigilancia mediante otros medios: su multimilitancia.

Este factor diferencial se basa en la pertenencia a diferentes asociaciones del tejido independentista catalán con un perfil más neutro y en la incorporación de importantes medidas de seguridad, presentándose en público con alias que enmascaran sus identidades o distorsionan su imagen en redes sociales, lo que dificulta cualquier tipo de actividad de inteligencia de la que pudiera ser objeto’.

Qué lecciones de transparencia nos quiere dar ese ministro y todo el gobierno, cuando todos sabemos y quedó confirmado, que:

  • ‘Daniel Baena, el jefe de la unidad de investigación judicial de la guardia civil en Catalunya lo negara en el juicio, que él, personalmente, era el ‘Tácito’ en las redes sociales, y se dedicaba a cargar contra políticos que él mismo investigaba en las causas abiertas contra el 1 de octubre y donde también cuestionaba periodistas y mossos’

(elnacional 26 de marzo del 2019)

  • ‘El consejo general del poder judicial no sancionará al juez de Barcelona que llamó a prevaricar contra los independentistas en twitter. El CGPJ dice que ‘actuó a título particular y sin revelar que era jueza’. Las burradas en redes sociales, si vienen de un juez, no son constitutivas de sanción por parte del CGPJ, aunque las burradas incluyan un llamamiento en twitter a prevaricar contra el independentismo. El promotor de la acción disciplinaria del CGPJ ha acordado archivar la diligencia informativa abierta al magistrado Carlos Antonio Vegas, titular del juzgado de lo social número 1 de Barcelona, al considerar que los hechos por los que fue denunciado no son constitutivos de falta disciplinaria alguna. El archivo de la diligencia informativa implica que no se abrirá un expediente disciplinario al magistrado.

La diligencia informativa ahora archivada se abrió por el promotor como consecuencia del escrito de denuncia de la consellera de Justicia de la Generalitat de Catalunya, Lourdes Ciuró i Buldó, en relación con una serie de tuits publicados por el magistrado bajo el perfil ‘RandyWatson@EstadioCharnego’ y que, en opinión de la denunciante, vulneraban los principios de ética judicial.

Entre las perlas que Carlos Antonio Vegas publicó se encuentran tuits en los que incitaba a ‘tumbar cualquier recurso, que los jueces desestimen cualquier petición, tengan o no razón, que se presentara desde la Generalitat’ y aseveraba que actuar así ‘no sería prevaricar, sino reciprocidad’. No contento con lo anterior, sugirió que el Coronavirus no acabaría hasta que los independentistas ‘no acaben en la prisión’, y que ‘el catalán no se toca, pero a los niños catalanes los magreáis mientras se os pone morcillona’.

(Elplural.com, 31 de mayo del 2022)

Y eso señalando únicamente dos de los muchos ejemplos que recordamos. Y, asimismo, todos tenemos presente, y nunca olvidaremos, que la mayor parte de los testigos en el juicio farsa mintieron o se escudaron en: ‘no me consta’, ‘no recuerdo’, ‘no sé’; o mintieron directamente: las miradas violentas, la utilización del Fairy, etc.; y así construyeron el relato de nuestra violencia. Y, claro, la injusticia española, feliz con todo ello, pues su amoralidad les importaba bien poco, si salvaban la sacrosanta unidad española.

El documento en cuestión concluye con el siguiente párrafo:

‘Para finalizar, es importante recalcar que, cuando se hace referencia a asociaciones, colectivos o grupos sociales neutros a los que el agente de inteligencia se pueda vincular, en ningún caso se las toma como objetivo de investigación o se hace recopilación alguna de información sobre ellas. En estos casos, se trata de un modo de acercamiento a individuos que puedan ser de interés para la investigación de delitos graves o para la preservación del orden y la seguridad pública o una forma de aproximación a terceras personas de interés, sin interferir en el funcionamiento o naturaleza de esas asociaciones o grupos’.

Esa estrategia, de ir ampliando la red de ciudadanos ‘de interés’, ir buscando terceras, cuartas personas, eso es terrorífico, nos tratan a todos como potenciales terroristas, nos investigan preventivamente; y eso es todo, cualquier cosa, menos una democracia.

Claro que el ministro y exmagistrado Grande-Marlaska colecciona sentencias condenatorias (SIETE, nada menos) del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por no vigilar, en su etapa de magistrado, los derechos de detenidos preventivamente, y no hacer caso a las denuncias de las torturas iniciadas ya en los coches policiales. Igual que el exjuez Baltasar Garzón (2001). Pero todos ellos ascendidos a cargos políticos. Patxdi Arratibel, uno de los torturados en la misma redada de Marlaska, firmó su declaración policial con la palabra Aztnugal, que significa ayuda en euskera, escrita al revés (y eso denota el nivel de ‘inteligencia’ policial) .

Es verdad que en algunas ocasiones ha habido algún hecho puntual irrelevante y no representativo; asimismo, en octubre del 2017, se produjo la quema de algunos contenedores y barricadas, especialmente en la plaça Urquinaona de Barcelona. Pero todo eso debe ser enmarcado como disturbios del orden público, como hacen en otros países, y nunca, como actos de terrorismo. ¿Cómo reaccionarían los ciudadanos franceses, si se aplicase la ley antiterrorista contra el movimiento de ‘los chalecos amarillos’, que, por cierto, son mucha más contundentes y activos?

Asimismo, el estado no ‘ve’ la violencia de origen unionista, ni del integrismo del nacionalismo español. Al revés, lo promociona, como vimos con el ‘a por ellos’ del rey, o haciéndose fotos con los de Vox. Y en esa misma línea, la oscuridad aplicada sobre el atentado del 17 de agosto del 2017 en las Ramblas de Barcelona y Cambrils, pues, gracias a Pedro Sánchez, hasta dentro de 50 años, ampliables a 60, no se sabrá la actuación del CNI (centro nacional de ¿inteligencia?), pero, claro, todos ellos no son independentistas catalanes, son nacionalistas españoles.

Tal como indica Toni Romero en su artículo titulado ‘El comando Marlaska’:

‘El titular de interior y exmagistrado encuentra ‘legítimo, idóneo y oportuno’ pasar de permisos judiciales e infiltrar policías en la disidencia política aplicando criterios de la lucha antiterrorista, todo y que los tribunales, tan poco sospechosos de ser amigos del independentismo, como el supremo -sí, el que se controla por detrás – y la audiencia nacional han sentenciado que en ningún caso de los hechos juzgados hubo violencia. Los hombres de Marlaska han tenido y tendrán impunidad absoluta si creen en peligro la integridad territorial del estado. El informe de Marlaska es un vestido político a medida para justificar la persecución y represión del independentismo, y si es preciso, ya nos encontraremos en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que, con los informes del Comité de Derechos Humanos de la ONU, Pedro Sánchez, los ministros del PSOE y sus señorías del poder judicial, envuelven su bocadillo de calamares’.

(Elpuntavui, 6 de setiembre 2022)

Es evidente que el estado español, al comparar los movimientos independentistas con el terrorismo, demuestra su nulo nivel democrático; si no hubiera televisiones ni redes sociales, nos bombardearían y aniquilarían, está claro. Aplicarían el mismo castigo que, según la Biblia (Génesis, 19), Yahvé infringió a los habitantes de Sodoma y Gomorra, arrasando a todos sus habitantes, por pecadores, con una lluvia de fuego y azufre, salvando, únicamente a Lot y su familia.

Esta terrorífica ‘historia’ bíblica, entre otras salvajadas propias de la época, explica que Lot, para preservar la hospitalidad de sus dos invitados, dijo a sus conciudadanos: ‘miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad. Pero ellos le respondieron: ¡Quítate del medio! ¡eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta’ (Génesis 19, 6-9)

Así, el ‘juez’ que Yahvé salvó (Lot), junto a su familia, intentó sacrificar a sus hijas. Aquí, en Catalunya, el estado español, con su política contra todo lo catalán, también perjudica a ‘sus hijos unionistas’, pues el expolio fiscal, por ejemplo, afecta tanto a los independentistas, como a los unionistas. Y, como hemos visto, el consejo general del poder judicial también salva a sus ‘hijos’, pues considera que ser juez o guardia civil, ya les da patente de corso, y nunca mejor dicho.

Me parece interesante resaltar que progresivamente el estado español muestra su ‘talante’, su forma de proceder, con mayor desvergüenza; el estado profundo se ha apoderado de todo el estado, ahora ya todo es pura cloaca, todos son clónicos del excomisario Villarejo.    

El rey romano Lucius Tarquini Priscus (s. VII a.C.-578 a.C.) mandó construir la Cloaca Máxima en el siglo VI c. C., para canalizar y verter en el Tíber todos los desechos de la ciudad; pero si hubiera pensado en el estado español, hubiera diseñado dicha cloaca mil veces más grande.

Y es preciso resaltar que Pedro Sánchez no deja de ser más que el lacayo de turno de la corrupta monarquía, del rey del ‘a por ellos’, que quiere hacer méritos para ascender en la cloaca, en la que se mueve tan ágilmente, pues todos ellos consideran ilegítima la ideología independentista, la republicana, en definitiva, la democracia.

A este paso, todos los que participamos en múltiples asociaciones acabaremos siendo injustamente espiados y, desgraciadamente, algunos deberán aprender la mencionada palabra: Aztnugal. Para su comodidad, yo nunca utilizo ni he utilizado seudónimos.