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La institución de instituciones es la constitución; es garantía de una esperanza fundada en un futuro mejor: César Camacho

*El presidente de El Colegio Mexiquense ofreció la conferencia «1861. Constitución Política del Estado de México» en la Escuela Judicial, donde reivindicó la fortaleza del Estado de México

El texto constitucional es referencia y norma, así como el conjunto de principios y valores, la suma de creencias, la solidez y la convicción de quienes coinciden en la fuerza de un Estado que tiene en sus instituciones la garantía de pervivencia y de esperanza fundada en un futuro mejor, afirmó el presidente de El Colegio Mexiquense, César Camacho.

En el auditorio Gustavo Barrera Graff de la Escuela Judicial del Estado de México, y como parte de las actividades preparatorias del 200 aniversario del Poder Judicial, a celebrarse en 2025, expuso la conferencia «1861. Constitución Política del Estado de México».

Luego de hacer un detallado repaso histórico de los acontecimientos y personajes que antecedieron a la promulgación de la Constitución de 1861, en la que se concentró el liberalismo mexicano que ya había dado el texto nacional de 1857, detalló las características de dicho documento, sus dos periodos de vigencia y los hechos posteriores.

En ese marco, explicó que lo más destacable de aquella constitución es que obedeció positivamente, a pesar de su breve vigencia, a una necesidad de la época y el afianzamiento de una manera de pensar, que en el caso del Estado de México y Toluca, no ha sido sencillo afirmar, pues ha habido virajes fuertes, «movimientos pendulares que nos han llevado de un lugar a otro».

Se consiguió con esa Constitución el afianzamiento del Estado frente a otros factores reales de poder, que lo eran entonces más: el ejército y la iglesia -el ejército lo es hoy doblemente más, advirtió-, y acreditó no solo la convicción, sino el credo liberal y la fuerza del Estado, en tanto que poder público, afianzado en la solidez de las instituciones, sentenció.

César Camacho destacó que la institución de instituciones es la Constitución, porque es la fuente y el base de una estructura que debe ser fuerte para soportarlo todo, pues si bien la Carta no es una panacea, en el momento que alguno de sus preceptos deje de ser tan vigoroso, actual y útil, hay que cambiarlo, dentro del marco y con el proceso que la propia Constitución establece.

Pidió reivindicar la Constitución de 1861 por los valores que le dieron forma, así como a sus autores, ya que, como las mejores cosas de la vida, habiendo gente importante, lo óptimo es resultado del trabajo en equipo

En su exposición ante magistrados, jueces y personal del Poder Judicial, y acompañado en la presentación y los comentarios por el coordinador general de Acceso a la Justicia, Rafael Estrada Michel, añadió que desde 1899, cuando se hizo el último ajuste al territorio estatal, precedido por las segregaciones que dieron origen a Guerrero, Hidalgo y Morelos, y la adición de Calpulalpan a Tlaxcala, el Estado de México ocupa el 1.1 del territorio nacional, pero hoy alberga a 13% de la población nacional, con lo cual, dijo, se reivindica la fuerza que tenía a mediados del siglo XIX, pero también la del siglo XXI y lo que vendrá.

César Camacho abundó en su exposición en hechos históricos, pero puso énfasis en personajes como el gobernador interino Manuel Soto, quien convocó a la elección de una legislatura con el carácter de constituyente; Manuel Alas, primer presidente de la legislatura y también encargado del Ejecutivo estatal, y los 24 legisladores, la mayoría liberales, entre ellos Leocadio López y Simón Guzmán, que se integraron las comisiones.

Se refirió con más detalle al general zacatecano Felipe Berriozábal, gobernador del Estado de México con dicha Constitución, cuando la entidad estaba conformada por 27 distritos, cada uno con un jefe político, incluidos los territorio de los actuales estados de Morelos y Hidalgo, que en 1869 nacerían de otra segregación de la entidad.

La Constitución promulgada el 18 de octubre de 1861 estuvo vigente de octubre de ese año a mayo de 1862 y luego de mayo 1867 a octubre de 1870, debido a la intervención francesa, el segundo imperio y la decisión del gobernador Mariano Riva Palacio de reformarla para dar paso al texto de 1870, con el que el Estado de México llegó a la Constitución de 1917.