De acuerdo con la OMS, los trastornos de salud mental van en aumento: para 2030 la depresión será la principal causa de discapacidad a nivel mundial . No obstante, la concientización sobre la salud mental (tan importante durante esta temporada de fin de año) vive un gran momento: con más factores a considerar para hacer un diagnóstico y menos prejuicios sobre las enfermedades mentales.
Recientemente, la Plataforma de Colaboración Regional de las Naciones Unidas publicó una encuesta en la que 52% de los encuestados afirmaron haber experimentado mayor estrés y 47% comentó haber pasado por momentos de ansiedad o ataques de pánico durante los periodos de confinamiento derivados de la pandemia por COVID-19. Estas sensaciones se volvieron tan comunes que 53.3% de los encuestados mostraron interés en recibir apoyo psicológico.
La tecnología ha impactado la manera en que se reciben y otorgan los servicios de salud mental, habilitando nuevas modalidades como la terapia psicológica en línea. En el estudio «Médic@ Digital en México», desarrollado por FUNSALUD en colaboración con AT&T México, se confirma que dentro de las especialidades que más realizan consultas a distancia se encuentra la psiquiatría con 94%.
Las consultas virtuales se han convertido en una herramienta para democratizar el acceso a la salud mental. Hoy, aquellas personas con dificultades para acceder a ciertas instalaciones físicas ya pueden conectarse desde su computadora, tableta o celular mientras que los pacientes que necesitan estar en un ambiente familiar pueden sentirse más seguros.
De acuerdo con especialistas, la terapia en línea puede ser tan efectiva como la terapia presencial, pero tiene la ventaja de tener tasas más altas de retención . Además, existen ciertos factores que hacen que sea más accesible como las funciones de chat o mensajes instantáneos y registros diarios de actividades y estado de ánimo. Todo esto le permite al terapeuta dar seguimiento detallado a la situación de sus pacientes.
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