Rememorando el clásico villancico castellano ‘Campana sobre campana’ (o Campanas de Belén), me parece que, si fuéramos sinceros, comprobaríamos que lo que predomina en todos los órdenes y niveles, es la mentira y la falsedad.
Y esa falsedad se incrementa en estos días previos a las fiestas navideñas, en los que, comercialmente, nos mandan ser felices y desear felicidades a diestro y siniestro y, claro, como queremos ser gregarios, para sentimos más cómodos, no queremos desentonar y, por lo tanto, actuamos de la forma políticamente correcta.
Parte de esta estrategia tiene su raíz en la propia biología, en la naturaleza, ya que el mimetismo, el camuflaje se puede observar en determinados animales (camaleones, mantis religiosa, etc.) y plantas (lobelia cardinalis, etc.), para aparentar otra forma, tamaño, color, olor, etc., y así engañar el sentido de los predadores. Por lo tanto, se trata de una propiedad que comporta unas ventajas adaptativas que favorecen la evolución.
Otra parte de esta estrategia de mentir tiene una fuente cultural, ancestral, ya que se pueden encontrar referencias en las propias religiones, por ejemplo, la historia de Caín (que significa herrero) y proviene de loa cainitas (no al revés), por lo tanto, en tiempos muy posteriores (Edad de Hierro); el diluvio universal y Noé; que Josué mandase parar el sol para seguir matando; etc.
Otros engaños son ‘casuales’, por ejemplo, el de concretar en la famosa manzana de Adán y Eva, el origen de todos los males.
‘Relacionar una manzana con el ‘fruto prohibido’ viene vinculado a los textos de la Biblia, donde a Adán y Eva se les presenta el fruto prohibido, y se relaciona la manzana con el pecado original. Pero, cuando en el año 382 se le encargó a Jerónimo de Estridón la traducción de la Biblia al latín, algunos textos originales en hebreo, generó dudas.
En el Génesis, ‘Dios indica a Adán y Eva que no deberían comer del fruto del árbol del bien y del mal’. El término ‘mal’ se tradujo como ‘malum’ que puede significar: mal, manzana o simplemente fruta. Al vincularse con un fruto de un árbol, el significado se popularizó como manzana’
En estos casos, mentir ya no es tan positivo evolutivamente, si bien puede comportar ventajas temporales a los sujetos que mienten.
Por todo esto, me parece interesante reproducir el siguiente cuento sufí, para pensar en estos días de vacaciones:
‘La Mentira de la Verdad
Un joven, noble e idealista, escuchó decir un día que la verdad era una doncella, hermosa y deseable. Tan deseable que el hombre que tuviera la fortuna de encontrarla quedaría prendado y satisfecho para siempre. Desde ese momento, el joven sintió que su corazón se llenaba de deseo por la bella desconocida, y juró consagrar su vida a encontrarla.
Primero la buscó en los libros de sabiduría y de filosofía, pero descubrió incesantemente nuevos libros que desmentían, con pruebas de apoyo, las verdades publicadas anteriormente.
Y la buscó en las religiones, puesto que cada religión pretendía poseer la verdad última; pero esta verdad se encontraba fuertemente refutada por las otras religiones.
Y la buscó en el vasto mundo. Cada vez que llegaba a una ciudad, o a un pueblo, preguntaba: ¿Conocéis la verdad?, ¿Vive aquí? Y en todas las ocasiones se le respondía: ¿La verdad?, sí, ha pasado por aquí hace mucho tiempo, pero se marchó y nadie sabe donde se fue.
Cuando hubo visitado todas las ciudades de todos los países, y había transcurrido más de la mitad de su vida, nuestro cazador de la verdad abandonó a los hombres y se volvió hacia la naturaleza, interrogó largamente a los árboles, a las montañas, los bosques y los océanos y, de igual modo, a los pájaros, los peces, los mamíferos e incluso a los insectos. Les preguntaba: ¿Conocéis la verdad?, ¿vive aquí?
Y los árboles, las montañas, los bosques, los océanos, los pájaros, los peces, todos, invariablemente, cada uno en su lenguaje respondieron: ¿La verdad? Sí, la hemos visto pasar por aquí hace tiempo, pero no se detuvo, y quién sabe dónde se puede encontrar ahora.
El joven se convirtió en un viejo, pero siguió buscando siempre la verdad. Tras haber agotado los recursos de la sabiduría, de los hombres y de la tierra, llegó a un vasto desierto de arena blanca. Y preguntó al desierto: ¿Sabes tú dónde se encuentra la verdad?
Y el desierto le respondió: Se encuentra aquí. Puesto que yo soy la verdad. Pero, a fuerza de buscar la verdad, el noble anciano había aprendido a reconocer los artificios y a evitar las tentaciones. Supo inmediatamente que el desierto mentía, y de ese modo, continúo su camino.
Finalmente, llegó al fin del mundo. Allí se encontró con una gruta oscura y profunda. El anciano entró en la gruta, y aguardó a que sus ojos se acostumbrasen a la oscuridad. Y entonces descubrió que algo se movía en la negrura. Se trataba de una mujer muy vieja y fea. No obstante, él la reconoció al instante: era la verdad. A pesar de su desagradable apariencia, él se inclinó ante ella y le dijo:
Te he buscado por todo el mundo, y tú no estabas en ninguna parte. Partí cuando era joven, y heme aquí convertido en un viejo. ¿Por qué te ocultas a todas las miradas? Todos te esperamos y te escuchamos ¿Por qué huyes de tus amantes? Si te parece bien, deja tu retiro y acompáñame al mundo.
La verdad no respondió.
El anciano insistió durante días y días, pero la verdad siguió muda. Entonces, cuando comprendió que ella jamás abandonaría su cubículo umbrío en aquel rincón del fin del mundo, le dijo:
Bien, te voy a dejar, ya que rehúsas venir conmigo. Pero, antes de marcharme, te voy a pedir un único favor: confíame un mensaje que pueda llevar conmigo y dejarlo en el mundo, a los árboles, a las montañas, a los bosques, a los océanos, a los pájaros, a los mamíferos, a los insectos y a los hombres de Dios. De ese modo podré decirles: he aquí una palabra de verdad.
Entonces, la verdad, esa dama vieja y fea, le miró al fondo de los ojos y pronunció estas únicas palabras:
Ve, y diles que soy joven y bella’.
Como ese joven / anciano, debemos desconfiar de todo y todos, ya que abundan los ‘personajes’ como el de la siguiente fábula:
‘Los dos miopes
Vivían en el mismo pueblo dos hombres muy miopes que sin embargo intentaban ocultar su problema con la vista. Así que cuando debían demostrar si veían bien de lejos, terminaban inventándose cosas.
Cuando estaban juntos, los dos iban inventando todo lo que imaginaban ver. De esta forma, pensaban, el otro no se daría cuenta de su problema.
Un día, entraron en un templo y observaron que las personas miraban mucho hacia una de las paredes. Los dos miopes estaban juntos, y uno de ellos decidió ‘presumir’ de su buena vista ante el otro: Vaya -dijo de pronto- ¡Qué precioso el retablo nuevo que han colocado en esa pared!
El otro miope, lejos de preguntar qué veía, continuó siguiendo su invención: Sí, que maravilla, ¡y es de oro! ¿De dónde habrán sacado tal preciosidad? ¡Si hasta parece la figura real!
Desde luego … ¡qué realismo!, respondió el otro miope.
Un hombre que lo observaba todo y había oído su conversación, no pudo aguantarse y comenzó a reír sin parar. Ja, ja, ja. ¿Pero serán miopes que ven hasta un retablo de oro en donde solo hay una humedad en la pared?
Y los miopes salieron avergonzados del templo’.
(https://tucuentofavorito.com)
Me parece que estas fábulas son suficientemente didácticas y pedagógicas, y no es preciso leer ‘La historia de la mentira’ de Jacques Derrida (1930-2004), basada en una conferencia que pronunció en Buenos Aires en 1995, si bien es interesante.
Y, finalmente, es preciso señalar que cuando menos lo esperamos, surge la verdad, se descubre lo oculto. Un buen ejemplo, es la siguiente noticia:
‘Rishi Rajpopat, un estudiante de doctorado de la Universidad de Cambridge, de 27 años, ha resuelto el gran misterio de la gramática sánscrita del siglo V a.C., que ha llevado de cráneo a los estudiosos hasta ahora. Concretamente, Rajpopat ha descodificado una regla de la gramática de Panini, maestro de la antigua lengua sánscrita de la India, que vivió hace 2500 años, una norma que ha generado mucha dificultad en su interpretación y llevaba a establecer numerosas excepciones a la regla.
Para los principales estudiosos expertos en sánscrito, el descubrimiento de este joven estudiante nacido en un suburbio de Bombai, supone un paso de gigante, ya que la gramática de Panini, considerado el padre de la lingüística de la India, se podrá enseñar por primera vez a través de los ordenadores.
Rishi Rajpopat, hizo un master en Oxford gracias al dinero de diversos donantes, y ahora, con una beca, ha conseguido doctorarse en el St. John’s College. En este contexto, Rajpopat ha publicado la tesis doctoral de su investigación, a través de la cual ha descubierto cómo interpretar la regla.
Después de meses investigando, el joven estudiante estuvo al límite de dejar de estudiar el sánscrito, por las dificultades que presenta su interpretación. Así lo explicó el joven: cerré los libros durante un mes y me fui de vacaciones de verano. Después, sin ganas, regresé al trabajo y, en cuestión de minutos, mientras pasaba páginas, este patrón comenzó a surgir y todo empezó a tener sentido.
El descubrimiento cogió de sorpresa al doctorando, que afirma que ‘en aquel momento, pensé para mi mismo, que durante más de dos milenios, la clave de la gramática de Panini estaba antes los ojos de todos, pero escondida de la mente de todos’. Y este hecho, le aportó la motivación que le faltaba para continuar trabajando en el problema.
Con este descubrimiento, ahora se podrá aplicar el algoritmo que ejecuta la gramática de Panini y permitirá enseñar esta gramática a los ordenadores. Rishi, consciente del descubrimiento y también de qué supone para la historia intelectual de la India, remarca que: ‘enseñar a los ordenadores la intención del hablante de acuerdo con las reglas de Panini para producir el habla humana, sería un objetivo importante en la historia de la interacción humana con las máquinas.
El sánscrito es una lengua indoeuropea antigua del sur de Asia, la lengua sagrada del hinduismo a través de la cual se ha comunicado, durante siglos, la ciencia, la filosofía, la poesía y la literatura secular de la India. Hoy únicamente la hablan 25.000 personas. El sánscrito es de vital en el país, ya que tiene influencia en la política y en otras culturas del mundo.
La gramática de Panini consta de 4000 reglas que se recogen en la obra Asjadhyayi, escrita hacia el 500 a.C. Es un sistema lingüístico que funciona de forma mecánica: introduciendo la base y el sufijo de una palabra, habría de convertirlos en palabras y frases gramaticalmente correctas. El problema surge cuando se aplican simultáneamente dos o más reglas de Panini y a menudo lleva a resultados gramaticalmente incorrectos y genera muchas excepciones a la norma.
El descubrimiento de Rajpopat ha hecho ver la luz a los estudiosos. Según el joven, cuando aplicamos las reglas tanto al lado izquierdo de una palabra, como al derecho, la correcta es esta última. Una interpretación que lleva a la producción de palabras gramaticalmente correctas y con pocas excepciones a la regla’.
(naciodigital.cat, 18 de diciembre del 2022)
Para concluir el presente escrito, sólo me queda AGRADECER A TODOS LOS PACIENTES LECTORES POR SU PACIENCIA.
MUCHAS FELICIDADES Y PRÓSPERO AÑO NUEVO