- Una dieta sana y equilibrada se debe acompañar de una rutina de ejercicio frecuente e ingesta suficiente de agua.
- Personas diabéticas e hipertensas deben mantener las restricciones recomendadas para evitar alguna descompensación.
Luego de las fiestas decembrinas y de la ingesta en exceso de alimentos y bebidas por la temporada, un gran propósito de Año Nuevo es realizar un cambio de hábitos y evitar la ingesta excesiva de grasas, bebidas alcohólicas, carbohidratos y azucares, sobre todo en personas diabéticas e hipertensas.
La coordinadora de Nutrición del IMSS Estado de México Oriente, Lourdes Edith Medina Arévalo, aseguró que, con esfuerzo y dedicación, se pueden lograr grandes beneficios, ya que la salud tiene que ver directamente con la forma de alimentarnos.
Explicó que el organismo requiere de grasa y aceites, aproximadamente de cinco a ocho cucharaditas por día; por ello, recomienda preferir los aceites de maíz, oliva, soya y girasol, al tiempo que pidió no excederse en nueces, semillas, aguacate y aceitunas, así como evitar las grasas saturadas.
La especialista afirmó que los enfermos de diabetes no deben consumir alimentos muy dulces, como refrescos, ensaladas con frutas en almíbar o postres, ya que por contener elevados niveles de azúcar, la glucosa sube rápidamente porque estos endulzantes pasan casi de manera instantánea al torrente sanguíneo.
Pidió a las personas hipertensas disminuir en lo posible los alimentos salados y enlatados y evitar a toda costa bebidas alcohólicas y el consumo de agua mineral, por su elevada cantidad de sales.
En este sentido, recomendó que diabéticos, hipertensos y otros enfermos crónicos soliciten dietas alternativas a sus médicos y mantengan auto control alimentario, por lo que los exhortó a no abandonar su tratamiento farmacológico, ya que “es típico que en las fiestas decembrinas o días posteriores, el paciente se le olvida o bien decide abandonar su tratamiento para retomarlo después”.