Tal como apunté al final de mi escrito de ayer, en unas líneas improvisadas sobre la marcha de la propia rueda de prensa que ofreció la exconsellera y europarlamentaria Clara Ponsatí, tras permanecer cinco años y medio en el exilio.
Como señalé, ayer pudo volver, ya que al haber caído el delito de sedición del código penal español (siguiendo las peticiones europeas, más que por la ‘negociación’ de ERC); a Ponsatí únicamente le quedaba el ‘delito’ de desobediencia, que no comporta prisión.
Asimismo, Ponsatí tiene la inmunidad como europarlamentaria, y sólo puede ser detenida si se la coge ‘infraganti’ realizando un delito penal.
Pues bien, a pesar de todo ello, al acabar la rueda de prensa y dirigirse a pie a la oficina de los europarlamentarios, seguida por multitud de periodistas y partidarios suyos, fue detenida por los ‘mossos d’esquadra’ (la policía autonómica catalana), siguiendo órdenes del juez Pablo Llarena, así que los ‘mossos’ actuaron de policía judicial.
En primer lugar, es preciso clarificar el ‘pero’ que señalé en mi escrito de ayer. Un ‘pero’ referido tanto a ir dejando aislado a Carles Puigdemont y, en paralelo, blanquear a la INjusticia española.
Pues bien, oyendo totalmente la rueda de prensa citada, debo rectificar ese ‘pero’, esa salvedad, pues en modo alguno Ponsatí ha pretendido ninguna de esas consecuencias colaterales, pues ha sido muy clara, haciendo referencia y honor a su propio nombre, y como ha ratificado posteriormente el propio Carles Puigdemont, pues Ponsatí ha buscado el embate con el estado, forzando la situación. Una situación estudiada y acordada con sus compañeros de exilio y con su equipo de abogados, dirigido por su abogado Gonzalo Boye.
Asimismo, ambos, Ponsatí y Puigdemont, han dejado en evidencia las actuaciones de otras exiliadas (Serret y Gabriel), sin mencionarlas explícitamente, pues éstas buscaron soluciones particulares, sometiéndose al requerimiento de acudir, previamente al juzgado del supremo, y declarar ante el juez Pablo Llarena.
Por su parte, Puigdemont, ha denunciado la detención a la presidenta del europarlamento, Roberta Metsola, ya que han vulnerado la inmunidad de una europarlamentaria, que hoy, 29, tendrá que asistir a una sesión del plenario en Bruselas.
Pues bien, a las 23.00 h, aproximadamente, tras cinco horas detenida, la han dejado en libertad, ‘recordándole’ que cuando sea citada por el juez instructor Pablo Llarena, deberá presentarse en Madrid. Veremos que hará Ponsatí, pero, con muchas posibilidades, no irá, y quizás, en ese momento, será detenida de nuevo y llevada a la seda del tribunal supremo.
Pero es evidente que, si el ‘delito’ de desobediencia no comporta prisión, tampoco puede comportar detención, como la de hoy, ni como la posible que se realice en el futuro. Eso es un delito de prevaricación, de abuso de poder, y de extralimitación, pues un mero formulismo, no puede comportar ningún tipo de detención.
Me parece importante, asimismo, haber visto la detención en directo por 324, el segundo canal de TV3 (la televisión catalana, que no ha tenido la decencia de mostrar en su primer canal toda la secuencia, siguiendo la ‘política de ERC)
Pues bien, en el momento de esa detención, Ponsatí ha requerido el número al jefe del operativo de los mossos que la ha detenido, se ha identificado como europarlamentaria con inmunidad, y le ha preguntado si sabía que lo que estaba haciendo era incorrecto. El policía le ha contestado que seguía instrucciones judiciales.
Pero no es el caso, pues un policía no puede realizar un acto ilegal, por más que tenga la orden para ello. Por ejemplo, no puede matar a una persona, por más orden que haya recibido. La obediencia debida tiene sus límites, que es la aplicación de la ley. Así que dicho policía debería responder ante un tribunal, por la detención ilegal.
Asimismo, me ha parecido muy ilustrativa la acción de hoy de Ponsatí, para mostrar, nuevamente, la desproporcionada e irregular reacción del poder judicial español.
También ha sido ilustrativa para ver la reacción ridícula e interesada de la portavoz de Pedro Sánchez, y de políticos de diferentes partidos, intentando ridiculizar a Ponsatí diciendo que todo era teatro, un teatro planificado.
Obviamente, Boye antes de la detención, sólo ha comentado una frase: ‘nosotros no improvisamos, todo lo tenemos muy estudiado’.
Pero, claro, desvirtuar a Ponsatí diciéndole que hacía teatro, es una respuesta infantil y carente de argumentos lógicos.
Igualmente, la mini entrevista a Oriol Junqueras, líder de ERC, diciendo que habían pactado la reforma del código penal, para evitar esa detención, por lo que exigía su inmediata puesta en libertad, es vergonzosa. Es penoso que haya personas que no pierden la oportunidad de hablar, de figurar, incluso para decir majaderías e intentar aprovechar cualquier momento para ponerse medallas.
En definitiva, hoy hemos vuelto a ver que ‘Europa empieza, efectivamente, en los Pirineos’; otras personas comentaron que ‘África empieza en los Pirineos’ (Dufour de Pradt -arzobispo de Malinas con Napoleón- y Louis Adolphe Thiers, presidente de la Tercera República Francesa)
España es diferente, como dijo el infame y asesino ministro Manuel Fraga Iribarne. Es un reino corrupto, falto de la más mínima ética.
También es importante destacar que Clara Ponsatí, en su rueda de prensa, ha hecho pública una web titulada ‘Estado de derecho: inventario de una persecución nacional dentro de la UE, con más de mil entradas y denuncias de irregularidades’, esa web es la siguiente: https://estatdedret.cat, y aconsejo su visita, pues es muy ilustrativa, y fácil de manejar, buscando personas, años, etc.
En definitiva, y para concluir este escrito de urgencia, sólo me queda felicitar a Clara Ponsatí por su valentía y determinación, así como a Puigdemont, Comín y Puig, en el exilio, y al equipo de abogados, así como a los independentistas de base que han permanecido las cinco horas delante del palacio de la INjusticia, para apoyar a Ponsatí.