CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, y sus socios aprobaron el sábado de madrugada cambios a una veintena leyes fuera del edificio del Senado, bloqueado por la oposición. Lo hicieron en una sede alternativa casi a escondidas, lejos de parlamentarios opositores y sin que hubiera ninguna discusión.
Entre lo aprobado hubo reformas muy polémicas como las que afectan a las leyes de licitaciones y contratos, otras que vuelven a ampliar las funciones de las fuerzas armadas o la eliminación de organismos autónomos de salud o de ciencia para dejarlos en manos del gobierno.
Otras medidas, como el cambio constitucional para que agresores de mujeres no puedan optar a cargos de elección popular, contaban con amplio consenso pero se criticó duramente las formas en las que salieron adelante que mostraban una actitud poco democrática, denunció la oposición.
La reforma a la Ley minera fue celebrada por decenas de organizaciones civiles.
Todas eran propuestas presidenciales y que ya contaban con el visto bueno de la Cámara de Diputados pero su votación se convirtió en todo un caos.
La oposición tomó el viernes por la tarde la tribuna del Senado con pancartas y gritos. El oficialismo, que tiene mayoría, reaccionó buscando donde reunirse —acabó siendo el patio de una vieja sede parlamentaria— para que las leyes salieran adelante en el periodo de sesiones que acaba el domingo, previendo que después todo se podía complicar porque hay elecciones en varios estados.
El boicot de la oposición se debió a la negativa del oficialismo a nombrar nuevos miembros del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), con lo que esta entidad queda muy debilitada. Tanto Morena como el presidente no han ocultado que este es otro de los organismos autónomos que, en su opinión, no funcionan y por eso lo quieren suprimir o cambiar totalmente.
Todo lo aprobado será impugnado en los tribunales por vicios de procedimiento, confirmó a la AP Damian Zepeda, del opositor Partido de Acción Nacional (PAN).
Muchas leyes de este gobierno han sido cuestionadas hasta en la Corte Suprema pero el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, no pareció preocupado. “Si se impugna todo el paquete, está bien, es su derecho”, dijo. “Nosotros tenemos que seguir cumpliendo nuestra función y la Corte tiene que hacer lo suyo”.
La senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, que intentó impedir la sesión encadenándose a la tribuna de la sede alterna, lo que hizo que los senadores votaran en un patio, consideró “inaceptable” cambios como los que permitirán que sea el gobierno quien revise y audite las compras que él mismo hace, lo que abre las puertas a la corrupción.
Criticó que se ignore a los científicos en cambios en materia de ciencia, que se suprima una entidad de salud sin saber cómo funcionará la que la sustituirá y la mayor militarización del país.
Esta administración ha multiplicado las funciones de las fuerzas armadas, encargadas de la seguridad, migración, aduanas, construcción y hasta turismo y cuidado de viveros. Con las nuevas leyes podrá crearse una nueva aerolínea militar y gran parte de los impuestos turísticos se destinarán a una empresa del ejército que es la que, entre otras cosas, gestiona la contrucción del Tren Maya, el polémico macroproyecto del sur de país.
Un cambio que, sin embargo, fue alabado por una veintena de colectivos sociales, apoyados por académicos y comunidades de siete estados del país, fue la reforma a la ley minera que ahora tendrá medidas “para frenar el despojo, la sobrexplotación y contaminación del agua por las empresas mineras”, dijeron las organizaciones en un comunicado conjunto.
La nueva legislación ofrece más garantías a las comunidades para poder decidir sobre concesiones en sus territorios, prohíbe la minería en áreas naturales protegidas y en zonas sin disponibilidad de agua y establece más obligaciones para las empresas mineras cuando una mina se cierre.
El viernes, en medio del caos, los senadores fueron a visitar al presidente, según dijeron, para ver cómo se encontraba de salud, pues acaba de tener COVID. Pero la interpretación de la oposición fue que el Poder Legislativo se estaba sometiendo al Ejecutivo e iba a recibir el respaldo de López Obrador a toda la maniobra.
Los senadores de Morena y sus aliados “se esconden y eluden el debate para legislar”, denunció el senador independiente Emilio Álvarez Icaza en su cuenta de Twitter. “Como poder constitucional independiente decidieron ir a rendir cuentas a su jefe en Palacio Nacional”, ironizó.