Desde ASILEGAL hacemos públicamente un llamado a la acción a las autoridades penitenciarias, juezas y jueces, defensoras y defensores públicos y fiscales a unirse para hacer frente ante la amenaza de Covid-19 dentro de los centros del país.
La amenaza de Covid-19, extraordinaria en cualquier sentido, supone un reto que no puede ser ignorado en el panorama del estado actual del sistema penitenciario mexicano. Dadas las condiciones de sobrepoblación y hacinamiento lamentablemente típicas de los centros a lo largo y ancho del país, es necesario comenzar a tomar acción en contra de la propagación y un mayor abuso o restricción de derechos.
Nadie está a salvo. Desde personal de custodia y personas privadas de libertad, hasta directivas y directivos, visitadoras/es, defensoras/es, juezas y jueces. El foco de infección y propagación a la que todas las personas somos vulnerables requiere atención expedita y eficaz, teniendo en cuenta el panorama global que se ha desprendido en las cárceles de otros países al no tomar las elecciones acertadas con respecto a atacar el virus. Nuestra postura es la única que se sostiene lógicamente y ha dado resultados en el resto del mundo: debemos acelerar miles de procesos de libertad, semi-libertad y libertad condicionada.
Si bien se nos ha comunicado que centros a lo largo del país han comenzado a limitar (o anular) visitas familiares o conyugales, y reteniendo las salidas de las personas privadas de libertad, debemos de hacer énfasis en que esto no es una opción. Se ha intentado en otras partes del mundo y los resultados, con contextos similares o distantes, han sido alarmantemente similares: muertes, propagación, vulneración de derechos, fugas y motines.
Algunos ejemplos que recopilamos, fueron constatados ampliamente por medios internacionales y la ONU, donde la alta comisionada Michelle Bachelet no fue ambigua al respecto. “Habida cuenta de que ya se han producido brotes y varios fallecimientos en cárceles y otras instituciones en un número creciente de países, las autoridades deberían actuar de inmediato para prevenir nuevas pérdidas de vidas entre los reclusos y los miembros del personal (…) Ahora más que nunca los gobiernos deberían poner en libertad a todos los reclusos detenidos sin motivos jurídicos suficientes, entre otros a los presos políticos y otros internos que fueron encarcelados simplemente por expresar ideas críticas o disentir”, enfatizó.
Las pruebas son claras: en Brasil, donde hace menos de quince días, más de 1300 personas privadas de libertad se fugaron de tres centros penitenciarios en Sao Paulo, después de restringir salidas y visitas, aún no se sabe la cifra de rehenes o muertos. Después en Italia, el segundo país con más infecciones y tercero en la cantidad de fallecidos, 27 centros se amotinaron luego de que se cancelaran las visitas familiares, contando 11 muertos, dos rehenes y miles de euros en pérdidas de infraestructura. Luego, en Perú un motín desprendido del temor por contraer el virus con 3 muertos y 17 heridos. Entonces, en Colombia, que presenta graves niveles de hacinamiento y sobrepoblación, hubo un motín que dejó al menos 23 muertos y mas de 80 heridos. Finalmente, en Sri Lanka, hubo otro motín a razón del rumor de una persona con el virus internada, donde murieron al menos dos personas. Por su parte, en España fue confirmado el caso de una persona privada de libertad con Covid-19 que recientemente falleció y desafortunadamente contagió al menos a 38 personas dentro del centro en el que vivía e, igualmente, un caso positivo en un centro en Nueva York. Y la lista continúa ampliándose.
Actuemos, en cambio, con la respuesta acertada de gobiernos que buscan salvaguardar a su población privada de libertad y, por supuesto, a los operadores dentro de los centros. En Irán donde se liberaron a 85,000 personas, por ejemplo, a través de libertades condicionadas y permitiendo que las personas puedan pasar la cuarentena con sus familias; en Los Ángeles, EUA, por su parte se redujo la población con más de 600 liberaciones; Nueva York busca liberar a más de mil personas después de la noticia del primer caso; Nueva Jersey anunció que el 24 de marzo se liberarán a más de mil personas; Italia, después de la serie de motines en todo el país, darán libertad condicionada a alrededor de 3000 personas; finalmente, Australia y Reino Unido, entre otras, afirmaron estar contemplando la implementación de la medida a la brevedad como única respuesta segura ante la crisis.
No hay otra opción. Debemos comenzar a actuar con rapidez y eficacia o las consecuencias serán un grave retroceso que tomará años reparar. Aceleremos los procesos de libertad, ya.
ATENTAMENTE
ASISTENCIA LEGAL POR LOS DERECHOS HUMANOS AC ASILEGAL