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Indignación Digital

Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Es prácticamente inevitable no hablar del perrito que murió el pasado 28 de mayo en Tecamac por ser “aventado” a un cazo con manteca hirviendo a manos de un policía de la CDMX, vamos, hasta el mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador abordó el tema en su mañanera del día de ayer. Y es que, el video que se subió a redes sociales -que personalmente no puedo ver-, se propagó como pólvora en la web ya que tanto usuarios como medios de comunicación lo difundieron, algunos por morbo otros con el objetivo de dar con el responsable de los hechos.

Ahora, este es un tema que trasciende la muerte de un inocente animal, si bien esto ha generado una ola de indignación y rechazo en las redes sociales también ha dejado al descubierto una serie de problemáticas que afectan la ya de por sí endeble imagen de la policía en nuestro país. En un contexto donde las instituciones de seguridad pública ya enfrentan una falta de confianza y credibilidad, este acto de crueldad perpetrado por un miembro de la policía agrava aún más la percepción negativa que existe hacia la institución en general, pues recordemos que la imagen de los miembros afectará la imagen de la institución; porque, aunque el personaje ya fue dado de baja de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, lo que hizo dejó mucho que desear sobre los procesos de selección y entrenamiento por los que el personal de seguridad pasa antes de formar parte de la Secretaría y bueno, ya no digamos el contexto y las especulaciones que han girado entorno al personaje.

El ahora expolicía ya fue detenido, y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México buscará imputar el delito de maltrato animal por el que la pena va de los 3 a los 6 años de prisión, aunque en redes piden que se le den hasta 20 años; y a pesar de que el proceso apenas comienza, la presión que ejercieron las redes sobre el caso hizo que en pocos días el sujeto responsable fuera presentado ante las autoridades correspondientes.

Y aquí es donde quisiera poner un poco de luz a ciertos comentarios que vi en redes que llamaron mi atención pues, en medio de la indignación generada por este caso en particular, algunos usuarios han señalado la falta de coherencia en la priorización de nuestra atención, en el sentido de que si bien es necesario repudiar y castigar a los responsables de actos de crueldad animal y de que en este caso las autoridades actuaron de forma competente; también, es fundamental alzar la voz en otros casos como los de violencia contra las mujeres, que sólo en los primeros tres meses del 2023 se reportaron 227 feminicidios, o los múltiples homicidios que ocurren en nuestro país, con un promedio de 83 diarios.

Si bien no se trata de restar importancia a lo que sucedió con el perrito Scooby, si se trata de entender como sociedad, en primera, el poder que nos dan las redes sociales, y en segunda la necesidad de dar justo valor a todas las formas de violencia tanto a los animales como a los seres humanos.

Te invitamos a conocer el podcast de Imagogenia para escuchar las opiniones