La película inglesa ‘The grand bouffe and blow-out’ (la gran comilona y reventón), dirigida en 1978 por Marco Ferreri, con guión de Rafael Azcona y Marco Ferreri, fue interpretada por Marcello Mastroiani, Ugo Tognazzi, Michel Piccoli y Philippe Noiret, representando, respectivamente, a un piloto, un ejecutivo de televisión, un gran cocinero y un juez; cuatro hombres de gran poder y éxito, que, cansados de su situación, deciden hacer una gran fiesta con gran cantidad de comida, bebida y numerosas prostitutas.
Su idea es reunirse, comer y beber, en medio de una gran orgía de sexo, hasta que sus cuerpos aguanten. Para ellos, los mayores placeres de la vida: comer como cerdos y desfogarse con las prostitutas en medio de la lujuria para, finalmente, morir.
(fuente: https://www.sensacine.com)
Pues bien, una sensación de hartazgo similar, me la han provocado las negociaciones, informaciones, recontra informaciones, afirmaciones, negaciones, críticas, pactos, vetos, etc., de estos días, hasta hoy mismo, que se constituyen los diferentes gobiernos municipales.
Muchos estamos cansados y aburridos de esas luchas por el poder, luchas carentes del mínimo nivel intelectual, ético y de respeto de la ciudadanía. Estamos hartos, sin los ‘beneficios’ previos de la película.
Un claro ejemplo de esa burricie ofensiva y desprecio, lo tenemos con Félix Bolaños, ministro de la presidencia del gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), el prototipo de personaje ‘opusdeístico’, que, el pasado día 15, siguió pidiendo el apoyo del PP para Jaume Collboni, candidato del PSC/PSOE en la alcaldía de Barcelona.
Ese personajillo de la triste figura, tras criticar al PP por sus pactos con el partido de extrema derecha Vox en muchos municipios, por ejemplo, en Valencia, acto seguido, sin el menor pudor, pidió el apoyo del PP en Barcelona, diciendo: ‘Estos señores de derechas, patriotas de pacotilla, en Barcelona, pueden preferir un alcalde independentista de Puigdemont, antes que un alcalde socialista (…) convirtiéndose, así en el PPP (Partido Popular de Puigdemont).
No se pueden decir más sandeces en menor espacio de tiempo. Vaya insulto a la inteligencia de la ciudadanía. ¿Así quieren conseguir votos?
Es verdad que hay mentiras que duran mucho tiempo, como, por ejemplo, el tinglado del Priorato de Sion, fundado en Francia en 1956 por Pierre Plantard; una sociedad secreta para seguir la creada con ese mismo nombre, según decía falsamente, por Godofredo de Bouillon, en el Monte Sion, en el Reino de Jerusalén, en 1099.
En la versión de Plantard, intentó instalar una línea de sangre secreta de la dinastía merovingia en los tronos de Francia y el resto de Europa. Plantard se consideraba el Gran Monarca profetizado por Nostradamus (*). Es decir, una conspiración que consideraban ancestral, que ocultaba un secreto subversivo.
(fuente: Wikipedia)
(*) Michel de Nôtre-Dame, también llamado Michel Nostradame y, popularmente, Nostradamus; 1503 – 1566. Autor del libro ‘Les Prophéties’ (Las profecías), 1955.
Así, vemos que hay mentiras que, como grandes bluffs, grandes faroles, duran, mientras que otras desaparecen y vuelven a aparecer, como el río Guadiana, pero siempre hacen daño.
Un ejemplo lo vimos con el caso de Eduard Pujol i Bonell (n. 1963), diputado al Parlament de Catalunya por JuntsxCat, del 17 de enero del 2018 hasta el 27 de octubre del 2020, que se vio forzado a renunciar a su escaño y suspender su militancia, al ser acusado por acoso sexual.
Unas acusaciones que, posteriormente, la policía desestimó, por ser falsas. Pero el daño ya estaba hecho, pues todos y digo bien, todos, se lanzaron a criticarle y demonizarle, incluidos compañeros y compañeras de su propio partido, que, para ganar sus cinco minutos de gloria en defensa de las mujeres, entraron a degüello, a matar.
La defensa del propio Pujol consistió en mostrar a la policía múltiples emails y todo tipo de mensajes, en los que se pudo observar que el asediado fue el, y que la mujer en cuestión le amenazó en denunciarlo, si no le hacía caso. Y eso hizo.
En junio del 2021, su partido se disculpó y levantó la suspensión de militancia. Pero, claro, ya fue imposible que recuperara su escaño y su papel de portavoz en el Parlament. Y, ahora, en las próximas elecciones generales de julio, le han incluido como número 3 de las listas para el congreso de Madrid.
Y eso es una vergüenza, pues Pujol pasó un período denostado, vilipendiado, por acusaciones infundadas; y nadie le recompensará ni moral, ni económicamente, por esa gran pérdida.
En realidad, fue una jugada de los unionistas, pues así eliminaron a un parlamentario independentista, muy próximo al president Carles Puigdemont.
Hay mentiras que perduran, por ejemplo, el pintor Vicent van Gogh (1853 – 1890) no se cortó la oreja, sólo un pedacito del lóbulo izquierdo. Pero la creencia popular siempre se acoge a los máximos, y así se incorporan mentiras y exageraciones en la ‘cultura’ popular.
Pablo Iglesias, en su artículo de hoy, titulado ‘El cerdo de Black mirror’, cuenta una distopía:
‘Si has visto Black Mirror es difícil olvidar el primer episodio de la primera temporada. En ‘El himno nacional’, estrenado en el Reino Unido en diciembre del 2011, vemos un primer ministro británico encarnando algunas esencias de la política contemporánea. Al ser informado del secuestro de la princesa Susannah (la joven de la familia real más apreciada por los electores británicos), el primer ministro se ve obligado a someterse a los deseos del secuestrador para evitar que la princesa sea ejecutada: ha de fornicar con un cerdo delante de millones de tele-espectadores. Y lo hace’
(Ara, 17 de junio)
En definitiva, me parece que no hace falta recurrir a distopías (representaciones ficticias de sociedades futuras con características negativas, causantes de la alienación humana), pues la sociedad actual ya es bastante distópica, al menos tiene muchas de las características, pues estamos alienados.
Así, hemos visto que esta mañana, en el ayuntamiento de Ripoll, finalmente ha resultado elegida alcaldesa Silvia Orriols, de Aliança Catalana, radicalizada contra la religión musulmana en general, escudándose con los extremistas; es decir, tomando la parte por el todo, sin ningún tipo de discriminación. Y eso ha sido así, por la incompetencia de Junts, ERC y la Cup, para efectuar un gobierno de coalición, así, predomina la lucha de poder clásica.
Y hemos visto pactos variopintos en toda España.
Y esta tarde, a las 17.00 h, empezará el acto de investidura en el ayuntamiento de Barcelona. Y yo aún temo que puedan salir Collboni (PSCC/PSOE), Colau (Comunes/Podemos) y Sirera (PP), haciendo un pacto diabólico, al estilo del que hizo Colau con Valls, y hagan un ‘Valls2’, par evitar que Trías (Junts), con Maragall (ERC), asuman la responsabilidad del ayuntamiento.
Ya hemos visto que los unionistas son capaces de cualquier cosa para frenar a los independentistas y, para ellos, hacer un gobierno Frankenstein, no les supone ningún problema ético ni moral, ya que hace muchos años que vendieron su alma a Mefistófeles (el demonio que aparece en la obra ‘Fausto’ de Johann Wolfgang von Goethe, 1749 – 1832)
Por todo esto, estamos muy hartos y hastiados, y eso que no hemos disfrutado de los placeres descritos en la película que da título a este escrito. Así que solo nos queda una opción, independizarnos, pero con nuevas caras, no las ya gastadas y amortizadas.
Nota final:
Finalmente, el lado oscuro se ha confirmado, y los unionistas han ganado la alcaldía de Barcelona. Todo en orden, ‘todo por su patria’, y todo es todo, como sabemos, para frenar a los independentistas.