Por enésima vez, el estado profundo español, el deep state, ha demostrado que sigue en pie de guerra, la guerra iniciada en 1714 por el primer Borbón, y que, por obligación de sangre y bragueta (que no por razón e inteligencia), sigue el actual Felipe, que espero que sea el último, así se cerraría el ciclo de Felipe a Felipe, como de oca a oca.
Con la elección del alcalde de Barcelona, por razones de estado, ha demostrado que todo vale, incluso pactar con el PP, para impedir que un alcaldable independentista, vencedor de las elecciones, alcance la alcaldía. Así, vimos un nuevo espectáculo indigno con la ciudadanía catalana.
Y así, vi que tampoco existe la ‘justicia poética’, que yo esperaba, como revancha de Trías sobre Colau.
El vencedor en las elecciones, Xavier Trias (Junts), en un discurso histórico, acabó diciendo ‘que us bombín a tots’ (que os bomben, que os zurzan, que os den a todos)
Esa frase recuerda a la efectuada por Estanislao Figueras i Moragas (1819 – 1882), el primer presidente de la Primera República española (1873 – 1874), que, en junio de 1873, en el congreso de diputados, dijo: ‘señores, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros’, acto seguido marchó a Francia.
La impresentable Laia Bonet (PSC/PSOE), nueva teniente de alcalde, en su discurso dijo que legalmente se trata de una democracia representativa, así que todos los pactos son válidos. Realmente, por desgracia, es así, legalmente están establecidas las elecciones representativas, de elección indirecta (muy alejada de la instaurada en otros países, que se basan en elecciones directas a una o dos vueltas). Pero, con ese comentario, Laia Bonet demostró su catadura inmoral, y la de su partido (PSC/PSOE), pues, en política, no todo vale; hay líneas rojas, o debería haberlas; y la palabra de los candidatos y sus afirmaciones en campaña, deberían ser unas de ellas. Asimismo, moral y éticamente, no todo vale, pues pactar con la derecha (PP), que en toda España está pactando con Vox (extrema derecha) es aceptar la entrada del caballo de Troya, e incubar el huevo de la serpiente.
Los barceloneses, al menos, tenemos una satisfacción que es la de echar a Ada Colau, una mujer prepotente, egocentrista, y … brazo ejecutor del estado profundo, pues, en las tres últimas elecciones ha hecho todo lo posible y lo imposible, todo inmoral, para frenar el independentismo.
Es vergonzoso que una decisión tan relevante para los barceloneses sea tomada, en Madrid, como una cuestión de estado, y así, el acuerdo final adoptado, fue concebido y aprobado por el triunvirato Pedro Sánchez (PSOE), Alberto Núñez Feijóo (PP) y Yolanda Díaz (Sumar). Una vergüenza, un insulto, y una muestra del más puro y duro colonialismo.
Realmente, siempre hay etnocentrismos, pues Madrid lo practica en toda España, y Barcelona, en Catalunya. Así, los barceloneses tampoco prestamos la atención y deferencia precisa con los 947 municipios, en realidad, incluso desconocemos las comarcas y sus capitales. Y, así, relativizamos lo sucedido en Ripoll, quitando importancia a que, finalmente, un partido racista y xenófobo (Aliança per Catalunya) haya obtenido la alcaldía, por no haber sido capaces de pactar un cordón sanitario.
Todo es una constatación de que siempre prevalecen ‘los intereses creados’, tomando el título de una obra de Jacinto Benavente (1866 – 1954), estrenada en 1907.
En esa comedia, Crispín, uno de los personajes pícaros afirma que: ‘Mejor que crear afectos es crear intereses’
Según el argumento:
‘A principios del siglo XVII, Leandro y Crispín, dos pícaros impenitentes, llegan a una ciudad italiana donde Crispín, mediante su labia, logra hacer creer que Leandro es hombre adinerado, generoso y culto. Con esta imagen Leandro deberá enamorar a la hija del rico Polichinela, para conseguir riquezas (…)’
(Wikipedia)
Y seguimos igual, pues la imagen de los pícaros (ruines, dolosos, faltos de honra y vergüenza), tan característicos de la cultura castellana, junto a los hidalgos (del estamento inferior de la nobleza y carentes de riquezas), títulos que se compraban, siguen actuando a sus anchas (‘ancha es Castilla’, como dice un refrán suyo, para alentarse uno a otro y animarse para actuar de manera libre, con barra libre, sin ataduras)
Sabemos que esa idea de ‘ancha es Castilla’ es equivalente a su ‘todo por la patria’, forma parte de los diez mandamientos del estado profundo español, como muy bien dice la infumable Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, que ayer, celebrando su éxito, dijo que ‘los días negros de la democracia van a terminar, hay que acabar con el despropósito de la Moncloa, hay que rematar (…) Pedro Sánchez se piensa que todo se puede comprar con dinero (y, entre bromas, continuó) hay tres tipos de personas que siempre dicen la verdad, los borrachos, los niños, y el delegado del gobierno de Madrid)
Y lo que es penoso, también, pues no deja de ser una nueva muestra de ‘intereses creados’, fue ver ayer que Oriol Junqueras (presidente del ERC), diga, referente al acuerdo contra Trías en el ayuntamiento de Barcelona: ‘Esta es una operación de las cloacas del estado contra Barcelona (…) Se ha vuelto a demostrar que el PSOE no tiene ningún inconveniente para pactar con el PP y para imponer aquello que los ciudadanos de Barcelona no votaron’.
Digo que es penoso reconocer ahora esta situación, que todos sabemos que ha sido siempre así, incluso él mismo lo sabe, pues sufrió la prisión, pero sólo él sabe los pactos a los que llegó y aplica. Y eso no es más que una muestra más del infantilismo que su partido ha impuesto, con mano férrea, para ‘justificar’ su intento de dialogar con el estado.
Realmente, ayer se cayeron muchas caretas para muchos que todavía seguían incautos. Pero sabemos que los políticos profesionales y profesionalizados, como, por desgracia son la mayoría, seguirán mintiendo, y, así, veremos a Pedro Sánchez, Salvador Illa y Jaume Collboni, pidiendo el voto para el PSOE en las próximas elecciones, argumentando que, si no ganan ellos, vendrá la derecha. Y lo dirán con gran desparpajo y desvergüenza. Y lo harán, pues nos consideran a la ciudadanía como una masa amorfa, desinformada y crédula.
Por todo esto, me parece interesante reproducir el twitter que ayer escribió Carles Puigdemont:
‘La gran coalición de Barcelona demuestra que el Estado español y sus representantes en Catalunya continúan en guerra, por si alguien lo había olvidado. El frente patriótico existe, pero es español: PSC, Comunes y PP. En la conversación entre derechas e izquierdas españolas. Catalunya siempre será un actor secundario. Por eso, el rol del independentismo no es ayudar a España para parar a su derecha, sino ayudar a Catalunya para parar a esta España, que ya se ha visto que prefiere perjudicar la vida de los barceloneses (el gobierno Colau – Collboni – Valls / Collboni – Colau – PP) antes de permitir que una persona como Xavier Trías arregle la ciudad.
Que se acepte que la alcaldía de Barcelona se manipule desde Madrid y que se nombre un gobierno títere y tutelado por Madrid, demuestra hasta donde están dispuestos a llegar sus lacayos que hoy han vuelto a hacer lo mismo que hace cuatro años.
Gracias Xavier Trías por representar hoy la dignidad y la lealtad. Gracias, también a Ernest Maragall Mira, por contribuir a impedir la sucursalización de Barcelona’
Y esos lacayos, como el tribunal supremo, están maquinando para que el juez Pablo Llarena pueda surfear las leyes europeas para acabar con los exiliados Carles Puigdemont, Lluís Puig, Clara Ponsatí y Toni Comín. El estado español no ceja ni cejará para conseguir su objetivo prioritario: la cabeza de Puigdemont.
No quieren justicia, quieren venganza. Desde el rey abajo, todos los unionistas, son vengativos, como manifestaron con su ‘a por ellos’ y por el silencio del resto.
(nota: ‘del rey abajo, ninguno’, es una obra de teatro de Francisco Rojas Zorrilla, 1607 – 1648; que vendría muy a cuento sobre las mentiras y engaños)
El reino español es vergonzante, lo mires por donde lo mires. Ayer, a la manifestación diaria de la avenida Meridiana de Barcelona, vinieron varios independentistas imputados por diferentes causas a raíz del 2017. Entre ellos, participó:
Jordi S., que explicó que, en 2021, ante las exigencias del PP y Vox para que se impusiera el 25% del castellano en las aulas, que habían conseguido, gracias a unas sentencias judiciales, y tras las acusaciones del líder del PP, Pablo Casado, que a los niños de habla castellana les ponían piedras en las mochilas, y que se les impedía ir al lavabo, pues bien, ante ese desmadre, Jordi S., en diciembre del 2021, antes de Navidad, dijo en su twitter, que ‘los canelones los haremos con carne de niño castellanohablante, como se ha hecho toda la vida’ y ‘ya tengo la carne de niño castellanoparlante para hacer los canelones’.
Y fue acusado por delito de odio. Y, ante el magistrado, tras exigir un traductor, pues el juez dijo no tener la obligación de entender el catalán, Jordi S. explicó que sus twitter no pretendían ofender a nadie, sino que era una crítica, una mofa, por las declaraciones de algunos políticos del PP, como Pablo Casado, que días antes de esos tuits aseguró: ‘¿Se puede tolerar que a un niño de 5 años se le pida apedrear para aislar a un niño de la clase?, ¿se puede tolerar que haya profesores con instrucciones para no dejar ir al baño a niños porque hablan castellano?, ¿se puede tolerar que haya niños que por hablar castellano en el recreo, les metieran piedras en la mochila?.
Jordi S., también señaló otros mensajes de diferentes dirigentes políticos, sobre que los alumnos catalanes que quisieran hablar en castellano acabarían llevando un brazalete como en la Alemania nazi.
‘Mis tuits eran una burla sobre un discurso, no sobre ninguna persona; pero que, a raíz de sus tuits, no paraba de recibir insultos y amenazas, algunos de dirigentes de Vox, por lo que se vio obligado a bloquear su cuenta.
Jordi S., explicó que no tiene ninguna relación con la escuela Turó del Drac, de Canet, y que él vive en Barcelona, por lo que el acoso al niño castellanohablante, es ridículo y una mentira. Pero, Javier Pulido, el padre del niño, junto con su mujer, fueron al juzgado de instrucción número 12 de Barcelona, para denunciar a Jordi S.
La fiscalía consideró que los tuits de Jordi S., se ‘mofa del menos castellanohablante, rebajándoles y cosificándole como si fuera carne para hacer canelones’. Para ello, el fiscal, Miguel Ángel Aguilar falseó el contenido de los tuits, en especial el de ‘Los canelones de bots (cuenta automatizada en las redes, administrado por un algoritmo) y trolls (una persona que inicia un conflicto online para ofender a otro) frikifascistas de número random (al azar) también me quedan bastante bien’
Finalmente, este año el juez ha cerrado el caso, pero, como señaló Jordi S., las investigaciones de las policías, incluidos los mossos d’esquadra, que hicieron una investigación en la que participaron diferentes unidades y decenas de agentes de la comisaría general de información, emitieron un informe ratificando a la fiscalía y notificando que algunos tuits de los insultantes a Jordi S., no habían sipo localizarlos, las muchísimas horas de jueces y funcionarios, todo ello es un despilfarro inmenso, del que deberían responder los diferentes responsables. Pero, tal como comenté en mi escrito de anteayer, la mayoría de los altos cargos son unos irresponsables, en el más amplio de los sentidos.
(fuente: la explicación de Jordi S., y diversos medios consultados)
Realmente, este caso es propio de los cómics de Mortadelo y Filemón, o de Torrente y el brazo tonto de la ley, pero es real, desgraciadamente. Y no es más que una muestra de que en el reino español hay mucha necesidad de venganza, de castigar, de atemorizar, de machacar a quien sea, cueste lo que cueste. Todos ellos siguen a su Torrente, el borbónico zarzuelino, que fue el que instituyó el ‘a por ellos’, que somos los independentistas catalanes.
Sabemos que estamos en un gran túnel negro, sin ayuda de nadie, pues, la UE es parte de nuestro problema (en lugar de ser nosotros parte de los problemas de la UE, como debería ser), no vemos a la UE como parte de la solución. Y, como soy pesimista, me temo que el próximo 5 de julio, la sentencia que dicte el Tribunal General de la UE, será más política que judicial; y nuestros líderes deberán recurrir al Tribunal de Justicia de la UE.
Todo debería ser mucho más sencillo, pero los funcionarios lo complican todo, así tenemos el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo de la Unión Europea, la Comisión Europea, etc.
Y esa maraña funcionarial, al final, en el mejor de los casos, pueden emitir dictámenes, informes, etc., pero, por más vinculantes que sean, no tienen el poder ejecutivo, como vemos con ejemplos de los estados de Polonia, Hungría, etc., a los que pueden amenazar con pérdida de fondos, pero, al final, todo acaba en nada; a lo sumo, en multas ridículas, que, como pasa siempre, paga el pueblo, nunca los políticos culpables, o en críticas, como pasa con España, críticas que aquí nadie hace el menor caso, y ni los medios unionistas mencionan.
Y estos políticos ‘culpables’, incluso acaban siendo premiados, como, posiblemente, le sucederá a Pedro Sánchez, tras su previsible derrota.
Realmente, los independentistas catalanes estamos en un gran agujero negro, y vemos que los unionistas, de cada vez están más envalentonados, pues van viendo que, gota a gota, como la malaya, van consiguiendo las principales poltronas.
Ahora se replanteará aquí la conveniencia del voto en blanco, nulo, o la abstención, para mostrar nuestro total desinterés por las instituciones españolas, pero, claro, como opinan otros muchos, ‘toda política que no hacemos nosotros, será hecha contra nosotros’, como dijo Joan Fuster i Ortells (1922 – 1992); pero, también dijo que ‘nada une tanto como una tontería compartida’.
Y, como dijo ayer Xavier Trías, al final, unos se podrán ir a casa con la consciencia tranquila, y otros siendo conscientes de que han hecho muchas cosas mal. Pero yo dudo de que, a pesar de ser conscientes de la realidad, lleguen a tener el nivel de conciencia, de conocimiento moral, pues no reconocen entre el bien y el mal, solo saben y entienden de sus intereses.
Estoy convencido que los hechos vividos en esta última década serán estudiados en el futuro, y pondrán a cada uno en su lugar. Y eso, me motiva vivirlos intensamente; sería más gris un período sin todos estos hechos, como, por ejemplo, fueron las décadas de los ochenta o noventa del siglo pasado; pero debemos vivirlos, no quedarnos en el sofá de casa.