Martha Verónica Murillo Gómez, coordinadora de programas de enfermería, indicó que es importante que en cada consulta acuda a medicina familiar, módulos PrevenIMSS y de manera colaborativa con Trabajo Social y el personal de nutrición.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de la consulta preconcepcional y prenatal fomenta el cuidado de la mujer antes y durante su embarazo, con la finalidad de que acudan a sus consultas con el médico familiar y se le realice una valoración para conocer las condiciones en las que se encuentra antes de la concepción, con ello se logre obtener un mejor control del embarazo y sano desarrollo del bebé. La coordinadora de Programas de Enfermería, Martha Verónica Murillo Gómez, comentó que la mujer que planea embarazarse debe acudir a consulta preconcepcional y a las prenatales en caso de ya estar embarazada, al menos seis veces durante el embarazo. “Es importante que en cada consulta se atienda también en los módulos PrevenIMSS y de manera colaborativa con trabajo social y el personal de nutrición con la finalidad de que su embarazo lo lleve de manera óptima, en las mejores condiciones y con buen desarrollo de ella y su bebé”, dijo. Resaltó que es importante mantener la sana alimentación del bebé, “desde que nace, el calostro es un alimento primario, es la primer leche que se genera al tener el apego inmediato y contacto piel a piel con la madre, y debe ser exclusivamente leche materna, sin dar ningún otro líquido, hasta el sexto mes de vida”. Murillo Gómez abundó que a partir del séptimo mes inicia la alimentación complementaria, que es la inclusión de alimentos de acuerdo a su grupo de edad y continuar con la lactancia materna hasta dos años o más de edad. Comentó que la alimentación del bebé de 0 a 6 meses de edad es a libre demanda, la cantidad que quiera y el tiempo que quiera, ya que cada caso es diferente, “el bebé tiene un estómago al nacer del tamaño de una cereza, a los tres días es del tamaño de una nuez y posteriormente a los siete días de un durazno, hasta tener al mes el tamaño de un huevo”, esto es diferente para cada bebé y depende también de la cantidad de producción y estimulación que tenga la madre. La coordinadora de Programas de Enfermería hizo énfasis en que previo a la técnica de amamantamiento, la madre debe tener sus manos limpias, y recomendó realizar un baño diario, usar ropa cómoda u holgada con broches al frente que le permita establecer contacto piel a piel, tener la espalda recargada y deberá colocar la cabecita de su bebé en el ángulo interno de su codo y con su brazo sostener su espalda, para brindar estabilidad y seguridad. Por su parte, la licenciada en Enfermería y jefa de piso, Azucena Rivera Rodríguez, destacó que las mujeres embarazadas deben conocer la forma correcta del amamantamiento, más si estas son primerizas, a través de modelos de senos la especialista realiza ejemplos para mostrar a las mamás la mejor manera de alimentar a sus bebés. “Nosotros elaboramos y utilizamos estos modelos para explicar la técnica de amamantamiento, de cómo está conformada anatómicamente la mama para que lo pueda realizar; además que el bebé tenga una buena postura, agarre y succión para facilitar una lactancia materna exitosa”, indicó. Rivera Rodríguez recomendó dar masajes a las mamas de forma circular, conforme a las manecillas del reloj, de arriba del pecho hacia la areola pero sin llegar a tocarla. “Va a tomar su seno en forma de C y lo va a llevar hacia atrás y con apoyo de sus dedos pulgar e índice apriete gentilmente de manera rítmica de atrás hacia adelante, sin deslizar los dedos hasta vaciar el pecho”. Finalmente ambas especialistas exhortaron a las mujeres realizar sus chequeos periódicos antes, durante y después de su embarazo para un mejor desarrollo de su bebé y cuidado de la salud de ambos.