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Según la leyenda artúrica, Excálibur era la espada del rey Arturo, una espada mitológica, con extraordinarias cualidades. Excálíbur, según algunos autores, tiene su origen en la expresión ‘ex calce liberatus’ (liberada de la piedra); según otros autores, la denominación era ‘Caliburn’, que deriva de la palabra latina ‘chalybs’ (acero)
Otra espada mitológica, fue ‘Durandal’ (Durendal o Durandarte), la espada del caballero Roldán (Rotllan), muerto en la batalla de Roncesvalles, contra los vascos y sarracenos. Sintiendo que se le acercaba la muerte, y para que no fuese cogida por los enemigos, Roldán intentó romper su espada con una roca, pero, la hoja permaneció intacta y la roca explotó, formando la conocida Brecha de Roldán, en los Pirineos, y, acto seguido, la lanzó hacia el valle, recorriendo diversos centenares de kilómetros, antes de clavarse en la roca de la Mare de Déu de Rocamador, donde se puede observar en la actualidad (un buen reclamo publicitario, sin ninguna verosimilitud histórica, claro).
Efectuada esta introducción, y sin ánimo bélico, me parece interesante utilizar esas espadas mitológicas, de forma metafórica. Pues ambas espadas estaban clavadas en sendas rocas, como Catalunya lo está en el reino español. Y, efectivamente, el objetivo es arrancarla, independizarnos.
Es la única forma de romper el actual nudo gordiano, el actual estatus quo.
Como todos sabemos, Alejandro el Magno (356 a. C. – 323 a. C.), en lugar de desatar dicho nudo, tomó su espada, y lo cortó, diciendo: ‘es lo mismo cortarlo que desatarlo’, superando, de ese modo, la prueba de Zeus, que había dicho que el que lo consiguiese, conquistaría Oriente. Como así efectuó Alejandro.
Burdamente, el lema personal de Fernando el católico (1452 – 1516), rey de Aragón, era el de ‘tanto monta’, que hace alusión a ese nudo: ‘tanto monta cortar como desatar’, es decir, da igual lo que se haga, lo importante es que se consiga. Y esa divisa se presentaba sobre las flechas, con una cuerda suelta (cortada) alrededor. Con la boda con Isabel I de Castilla (1451 – 1504), ampliaron el lema a ‘tanto monta, monta tanto’, queriendo expresar que era indiferente el orden.
Actualmente, la expresión ‘nudo gordiano’ se refiere a una dificultad que no se puede resolver, a un obstáculo difícil de salvar.
Pero ese problema se puede superar con el pensamiento creativo, el pensamiento lateral, como ‘cortar’, evitando, de ese modo, que el problema pueda empeorar.
Y ese tipo de pensamiento es el que nos hace falta. Precisamos que, colectivamente, analicemos de forma objetiva nuestra situación y posibilidades, para, de ese modo, diseñar una estrategia novedosa, que nos permita extraer la espada de la roca y, seguidamente, romper el nudo con el que nos tiene atado el corrupto reino español.
Efectivamente, el planteamiento diseñado por el president Carles Puigdemont, con su estrategia de ‘cobrar por anticipado’ al estado español, personalizado por Pedro Sánchez, del PSOE, parece, de momento, la única alternativa novedosa, que rompe con la habitualidad candidez. Obviamente, estos años nos han mostrado que Pedro Sánchez no es de fiar, no tiene palabra, pues hoy dice blanco, mañana negro, y al día siguiente, dice que no ha dicho nada, que no se ha comprometido, olvida lo acordado, y así, ha ido tirando.
Pero, como he dicho, hemos superado la habitual candidez, ya no creemos en sus fake news, Ya no creemos en sus mentiras, ni en ningunas otras, por más arraigadas que estén en nuestra cultura y pensamiento. Un buen ejemplo, es el del Arca de Noé.
Esa arca, construida por Noé, siguiendo las instrucciones de Dios para salvarse del diluvio, con el que, según la Biblia (Génesis 6-9), ese ‘dios’ (un dios vengativo y sin escrúpulos), quiso castigar a los hombres, animales y plantas; salvando a una pequeña representación de personas virtuosas, la familia de Noé (de 600 años).
Esa arca, de 50 metros de largo, 25 de ancho y 15 de alto (tres pisos), acogió, la familia de Noé y sus hijos, Sem, Cam y Jafet, y sus mujeres; así como una pareja de cada especie animal, y el alimento necesario para ellos. Pero no explica cómo fueron cazados esos animales, ni cómo se mantuvieron pacíficamente durante 40 días. ¿los leones, por ejemplo, perdieron su instinto cazador, para ‘conformarse’ con los trozos de carne que le pudiera dar la familia de Noé?
Basta de mentiras infantiles e infantilizantes, como que la actual constitución española, ‘acordada’ bajo el ruido de los sables y las togas, es la ‘panacea’, la mejor opción que tenemos y tendremos por los siglos de los siglos, más perenne que las tablas de Moisés. Que apenas duraron.
Las otras constituciones occidentales han sido modificadas en diversas ocasiones, pero la constitución española, ha sido modificada únicamente en dos ocasiones:
- en 1992, para añadir el inciso ‘y pasivo’ en el artículo 13.2, referido al ejercicio del derecho de sufragio de los extranjeros en las elecciones municipales; y
- en el 2011, para sustituir el artículo 135, para garantizar el principio de estabilidad presupuestaria vinculando a todas las administraciones, primando, en esas garantías, la deuda externa. Modificación aprobada en lectura única y de forma exprés. En aplicación de los dispuesto en el artículo 167.3 de la constitución, se abrió un plazo para que un 10% de los diputados y de senadores solicitaran que esa modificación fuese sometida a referéndum. Pero, transcurrido el plazo, no se alcanzó ese 10%, por lo que fue aprobada. Esa es su democracia, claro.
Como vemos, todo es cuestión de voluntad política, según los intereses y las exigencias europeas de cada momento. Pero, en ambos casos, al margen de la voluntad popular.
Hasta ahora parecía imposible que se pudiera hablar con las lenguas cooficiales en el congreso. Y, ahora, para la formación de la mesa y la presidencia de esa cámara, Pedro Sánchez accedió a la exigencia planteada por Carles Puigdemont, como también, que hiciera lo imposible para que en el parlamento de la UE se pudieran hablar esos idiomas minorizados políticamente. El catalán no es una lengua minoritaria, ya que, potencialmente (*), tiene 10 millones de hablantes, muchos más que el maltés, finlandés, gaélico, etc.
(*) Pero todos sabemos que ese potencial es meramente estadístico, ya que la realidad es muy inferior, tanto en Catalunya, como en el País Valenciano y en las Baleares.
Pero a lo que iba, debemos dejar de dejarnos engañar, todo es posible, si se quiere. Incluso la declaración unilateral de independencia, por mucho que Yolanda Díaz, ‘líder’ de Sumar, en su ocurrencia de hoy, y mezclando, intencionadamente, los temas, diga, en una entrevista a La Vanguardia (¿cómo no?), que la DUI debe olvidarse si se pacta la amnistía.
Otra mentira más. La amnistía fue la condición de base, planteada por Puigdemont, para empezar a negociar. Mientras que el referéndum de autodeterminación acordado (y, en su caso, unilateral), formaría parte del segundo núcleo de la negociación, es decir, el de la investidura de Pedro Sánchez. Así que, mezclar un elemento del segundo paso, con el primero, es una trampa absurda, que ni ellos pueden creer que ablandará a Puigdemont, escarmentado ya con tantos engaños y trampas.
Somos conscientes de que hay problemas difíciles de solucionar, como: acabar con la pobreza, el cambio climático, el agua, la alimentación, el desarme, la democracia, los derechos humanos, etc.
Pero la independencia de un pequeño país, como Catalunya, es una minucia, pues los casi 8 millones de catalanes, respecto a los 8000 millones del planeta, somos apenas un 0,1%. Una minucia.
Asimismo, la superficie del planeta tiene un área de 510 millones de Km2, pero la superficie sólida es de 150 millones de km2. Y Catalunya tiene una extensión de 32.113 Km2, apenas un 0,02% del total terrestre.
Efectivamente, la posición geopolítica e histórica, es relevante, por encima de esos porcentajes, como vemos en Israel, entre los judíos vs el pueblo palestino, o en todo Oriente Medio en su conjunto, por citar unos ejemplos.
Pero nuestro caso tampoco presenta esas características geopolíticas relevantes, y no tenemos petróleo ni ningún mineral indispensable mundialmente. Y nuestra conquista se remonta a 1714, una minucia, también en el devenir histórico.
Por eso, la solución no ha de ser compleja. Solo es cuestión de voluntad política, y, en caso contrario, de una declaración unilateral de independencia.
Todos recordamos el aviso que hizo Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes, Cantinflas, (1911 – 1993):
‘Estamos peor, pero estamos mejor, porque antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora, que estamos mal, pero es verdad’.
Por eso, sólo hay dos caminos:
- conformarnos pensando que ‘ahora estamos bien, pero es mentira’, o
- hacer lo imposible por cambiar el estatus quo,
todo depende de nosotros y, si realmente lo queremos, entre todos arrancaremos la espada incrustada en la roca, y romperemos el nudo con el que nos tienen atados.
