- Guadalupe Ramírez Peña, Comisionada del Infoem, señaló que al publicar en redes sociales fotografías, videos, viajes, logros académicos, compras, entre otras actividades, los usuarios exponen su capacidad económica.
Los datos personales sensibles tienen estrecha relación con la identidad e integridad de cada ser humano; por ello, resguardar información tan delicada como el tipo sanguíneo, religión, datos biométricos, creencias políticas, preferencia de género, datos de salud, entre otros, ayuda a prevenir la posible comisión de delitos en el mundo digital, aseguró Guadalupe Ramírez Peña, Comisionada del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de México y Municipios (Infoem).
Como parte del Programa Tejiendo Redes Anticorrupción, convocado por el Consejo de Participación Ciudadana (CPC) de Oaxaca, en coordinación con la Red Ciudadana de Combate a la Corrupción; la Comisionada impartió la Conferencia Magistral «Protección de Datos Personales», en la cual destacó que hacer públicos datos sensibles, sobre todo a través de plataformas digitales como redes sociales, expone a la persona al rechazo, la discriminación, además de hacerla propensa a ser víctima de delitos cibernéticos como la violencia digital, extorsión cibernética y robo de identidad, entre otros.
En las redes sociales, dijo, las y los usuarios suelen publicar fotografías, videos, ubicación geográfica, viajes, logros académicos, compras, entre otras actividades que hablan de su capacidad económica y de su nivel de estudios; pero también dejan visibles sus rasgos faciales, color de piel, tono de voz y dan a conocer elementos que componen su identidad, lo que les hace identificables.
Cuando se exponen datos personales es necesario recordar que no sólo se daña a uno mismo, sino también a familiares, amistades o seres queridos, porque al entregar información a las empresas de redes sociales, de manera voluntaria, los momentos que eran personales dejan de serlo y se vuelven de conocimiento público; en este sentido, “nosotros mismos damos a conocer nuestra vida, ventilamos nuestra imagen y minimizamos el valor de nuestra identidad y nuestros datos personales”, subrayó la Comisionada.
Y no sólo al publicar en las redes sociales, ya que herramientas tecnológicas, como los dispositivos de inteligencia artificial, recaban el registro de voz utilizado al realizar peticiones de canciones, preguntar por lugares o cualquier otra interacción. Estos dispositivos van almacenando los datos y configurando un perfil único de las y los usuarios, que en un futuro podría ser compartido con otras empresas, con fines comerciales.
Por estas razones, al detallar las herramientas usadas por el personaje institucional “El Villano Robadatos”, la Comisionada explicó que quienes forman parte de la delincuencia cibernética no siempre lucen como malas personas, sino justamente como villanos con cierta ternura, que colocan trampas para extraer información de las y los cibernatutas, por lo que destacó algunas de las recomendaciones y consejos para navegar de forma segura en las diferentes plataformas digitales.
Entre algunas de las recomendaciones, Ramírez Peña indicó que se deben cambiar las contraseñas de redes sociales, por lo menos cuatro veces al año, a fin de tener mayor seguridad; además de no almacenar estas claves en el dispositivo móvil, en caso de que éste sea robado o extraviado, para impedir que terceras personas puedan ocasionar daños como suplantación de identidad, extorsión a amistades o contactos, entre otros delitos que se cometen en el mundo digital.
Por su parte, Reyna Miguel Santillán, Presidenta del CPC de Oaxaca, quien moderó esta conferencia, agradeció a la Comisionada esta charla que puso a reflexionar a las y los asistentes, sobre el valor de la intimidad e integridad. Señaló la necesidad de educar a jóvenes y adultos al respecto, a fin de proteger estos datos, ante los crecientes niveles de inseguridad: “Tenemos que detenernos antes de publicar, porque estamos muy expuestos”, enfatizó. Aseguró también que es necesario tejer redes de cooperación entre gobiernos, organismos garantes y asociaciones de la sociedad civil, para compartir esta información y no caer en manos de la ciber delincuencia.