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La aporía española

El término aporía, etimológicamente, tiene su origen en el griego ‘áporos’, sin salida, sin camino, intransitable, impracticable; y que, cuando excepcionalmente se aplica a una persona quiere decir ‘que está sumida en un atolladero, en una situación embarazosa, y no tiene posibilidad de salir o no sabe salir de ella’

(https://ewtimologias.dechile.net)

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Hay pocas cosas que tengo claras, y una de ellas es que el reino español (un ente artificial, como muchos de los estados actuales), es irreformable, empieza y acaba en sí mismo, es una perfecta aporía, ya que no permite que le entre la luz, tiene todos sus poros cerrados a cal y canto. La historia nos ha demostrado que España, para muchos, es intransitable, impracticable, y por eso queremos independizarnos.

Y esa misma historia nos ha demostrado, también, que las fuerzas que conforman el estado español, nunca, y nunca es nunca, dejarán que nos independicemos. Y no sólo es por aportar el 20% del PIB (producto interior bruto español), vimos que Aznar escaló un conflicto con Marruecos, por el insignificante peñasco deshabitado del Perejil (julio 2002), si no, por su propio autoconcepto.

Sabemos lo que sucedió tras la pérdida de Cuba en 1898. El tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898, entre España y los Estados Unidos, supuso el final de la presencia española en América, tras las derrotas en Cavite (Filipinas) el 1 de mayo, y en Santiago de Cuba, el 3 de julio de 1898.

Esas derrotas comportaron una grave crisis en la gobernanza española y en toda la sociedad en general, pues vivir la pérdida del imperio ultramarino español, el final de una época, y concienciarse de que España es un estado fracasado y decadente, representó un golpe muy fuerte, por eso, a la pérdida de Cuba se la denomina como ‘el Desastre’.

Ese Desastre comportó una crisis psicosocial, pero fundamentalmente en las élites españolas, y ese desastre hizo aflorar buena parte de los complejos y traumas españoles que siguen en la actualidad, es decir, un cierto complejo de inferioridad en todos los ámbitos, como se reflejó en la denominada ‘Generación del 98’, formada por un grupo de escritores, poetas y ensayistas (Unamuno, Ramiro de Maeztu, Azorín, Antonio Machado, los hermanos Baroja, Valle-Inclán, Menéndez Pidal, Blasco Ibáñez, Benavente, Ortega y Gasset, etc.), que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada por dicha pérdida imperial, por lo que decidieron retomar su historia anterior, la del Reino de Castilla, recuperando antiguas palabras y expresiones perdidas, generando un cierto regionalismo regenerador opuesto al Modernismo europeo.

Y en esas seguimos, en una concepción de SU España anclada en el carpetovetonismo, con mentalidad guerra-civilista, para defender SU España, plasmada, años después, en su lema falangista: ‘España destino en lo Universal’.

Por eso, no podemos esperar ni confiar en ningún cambio que provenga de ellos.

La activista estadounidense, Rosa Parks (Rosa Louise McCauley, 1913 – 2005), defensora de la equiparación de los derechos civiles entre los blancos y los negros, aquí, en esta España, sería condenada el resto de su vida, por la INjusticia española.

En los EUA, Rosa Park, de 42 años, el 1 de setiembre de 1955, por desobedecer y sentarse en los asientos destinados a los blancos en el autobús, fue arrestada, juzgada y condenada por desórdenes públicos, violación de las leyes locales y por desobedecer a un encargado oficial (el chófer); ese acto provocó un boicot al servicio de transporte público de Montgomery, que duró 381 días, y la comunidad negra se desplazó, diariamente a pie a sus trabajos y, posteriormente, organizar un servicio de transporte alternativo (pero uno de esos vehículos fue detenido por miembros del KKK, sus ocupantes golpeados y el coche incendiado). Ese movimiento, dirigido por Martin Luther King, fue en aumento, lo que comportó la reacción con actos violentos, incluidas explosiones en casas de los más significados, como King y algunas iglesias frecuentadas por los negros. Finalmente, el 13 de noviembre de 1956, el tribunal supremo de los EUA dictaminó que la segregación de los autobuses era inconstitucional. La vida posterior de Rosa no fue fácil, siguió discriminada en su trabajo, el 30 de agosto de 1994 fue asaltada y atracada (le robaron 53 dólares), y al final de su vida tuvo problemas para pagar el alquiler, etc. Y, como pasa siempre, tras su muerte, todo fueron elogios y homenajes, incluso por parte del presidente George W. Bush; sus restos fueron expuestos durante dos días en el Capitolio, un privilegio reservado a políticos y soldados muy relevantes, si bien, en vida, recibió premios y reconocimientos, como la medalla de oro del congreso de los EUA en 1999.

Como vemos, en ningún estado ‘atan los perros con longanizas’, cada estado tiene su propia historia desgraciada (iba a escribir ‘negra’, pero eso sería una clara muestra racista); pero al menos, la democracia de los EUA, por necesidad, modificó sus leyes.

Mientras que aquí, en España, las leyes, en especial SU constitución, son consideradas como si fuera la Biblia, y por eso, los integristas no quieren retocar ni una coma (a no ser que lo exija la UE, como pasó, en 1992 y 2011; entonces, en unos segundos se pusieron de acuerdo, claro)

Una lección clara, es que la respuesta pacífica, como exigió Martin Luther King, el boicot a los autobuses, etc., siempre acaba dando resultados positivos; pero, para ello, la respuesta ha de ser unificada y masiva.

Pero, como vemos en Catalunya, los partidos ‘independentistas’ y las asociaciones sociales (Òmnium y ANC) hace años que están divididas en la estrategia y las tácticas a seguir. Ahora, por ejemplo, sobre la conveniencia o no de una posible amnistía general. Y, sobre el particular, incluso, en la asamblea de ayer en el colectivo de Meridiana Resisteix, se propuso hacer un debate al respecto (yo, particularmente, creo que el que está interesado, tiene información suficiente, para documentarse)

Como he explicado en diferentes escritos, yo preferiría que fuesen los tribunales internacionales los que obligaran al estado español a hacer marcha atrás toda la represión; pero, como comenté, si se podía conseguir la amnistía ‘pactada’ antes, mejor para los afectados y sus familiares, que están sufriendo un verdadero viacrucis, pues, ‘más vale pájaro en mano, que ciento volando’.

Pero, como no soy un talibán, hoy he cambiado mi posición, y ‘ahora’ creo que es mejor no perder más esfuerzos en esas diatribas, y centrarnos en la consecución de la independencia, aunque por ahora sea utópica.

El motivo de este cambio ha sido la lectura, esta mañana, de dos artículos publicados en Vilaweb, que me han parecido muy ilustrativos y enriquecedores, y recomiendo su lectura, a pesar de que los fragmentos reproducidos son bastante extensos:

El primero:

‘La justicia europea reconoce la amnistía y la posibilidad de revocarla, en un impactante precedente eslovaco:

Un caso que conmocionó Eslovaquia podría llegar a ser un precedente para Puigdemont en una hipotética revocación de la amnistía.

El tribunal supremo español amenazó que encallaría la aplicación de una ley de amnistía (antes de que exista) con cuestiones de inconstitucionalidad al tribunal constitucional español y preguntas prejudiciales al Tribunal de Justicia de la UE (…) que si las admite, para la decisión que se haya de tomar hasta que no las haya resuelto, cosa que acostumbra a alargarse muchos meses, incluso años.

Los negociadores de los partidos que discuten cómo debería ser esta ley, saben que la amnistía está reconocida por el derecho de la Unión, no tan solo por que hay muchos precedentes de casos de estados europeos que la han aplicado, sino por que hay una reciente sentencia del TJUE, referido a Eslovaquia, en la que reconoce también la posibilidad de revocar la amnistía.

Esa sentencia, publicada el 16 de diciembre del 2021, es importante, porque clarifica algunas cuestiones del punto de vista del TJUE: la primera es que la amnistía es reconocida implícitamente como una fórmula compatible con el derecho de la Unión, pues no se discute en ningún momento que no sea válida. La segunda es que también es posible revocarla. Y la tercera es que el control de constitucionalidad de esta revocación, es decir, si se hace de acuerdo con el respeto a los derechos de las personas afectadas, es algo que corresponde a las instituciones del estado, y el TJUE no tiene nada que decir.

Y todavía más: el tribunal, en la respuesta a una pregunta del tribunal eslovaco remitente, dice que se puede volver a enviar una euroorden contra una persona a quién previamente se hubiese archivado la orden de detención europea por una amnistía que, posteriormente, se hubiese revocado. Y eso sería factible y compatible con el derecho comunitario en el caso de que la persona que se encuentra bajo orden de búsqueda y captura todavía no haya sido juzgada.

El precedente se remonta a mediados de los noventa, poco después de la independencia de Eslovaquia. En agosto de 1995, unos hombres armados detuvieron el coche que conducía el hijo del nuevo presidente eslovaco, Michal Kovac, lo esposaron, se lo llevaron, lo emborracharon, le golpearon, le apuntaron con una pistola y lo dejaron inconsciente en Austria, donde lo detuvieron puesto que había una orden de búsqueda y captura contra él, por una investigación financiera en Alemania. Finalmente, las autoridades austríacas lo devolvieron a Eslovaquia, donde el caso había causado un gran impacto, y comenzaron una investigación sobre aquel secuestro, que fue destapando la implicación de gente de los servicios secretos eslovacos.

Las conexiones llegaron hasta personas muy próximas al primer ministro de entonces, Vladimir Meciar, rival político de Kovac. Pero en 1998, Meciar decretó una amnistía que enterraba todas las responsabilidades penales de los implicados en este caso, antes de que llegase a juicio. El tribunal encargado de la investigación archivó el caso en 2001 con carácter definitivo, en una resolución que tenía carácter absolutorio. Muchos años después, aquella amnistía fue revocada. Esto fue posible en un momento que la mayoría política en Eslovaquia lo permitió y, a causa de la conmoción por el estreno de una película sobre los hechos del 1995, que llevaba por título ‘Unos’ (secuestro, en eslovaco). De manera que fue la presión social para girar página de un episodio oscuro, que hasta llegó a comprometer la entrada de Eslovaquia en la UE, que el parlamento acabó aprobando el 2017 la revocación de la amnistía del 1998.

Aquella revocación de la amnistía fue avalada por la corte constitucional de Eslovaquia y, en consecuencia, la justicia eslovaca reabrió penalmente los casos que habían sido archivados, contra una quincena de personas presuntamente implicadas en el secuestro del hijo del expresidente. Una de estas estaba en paradero desconocido, y cuando empezó la investigación, en los años noventa, se sospechaba que había huido a Mali. Tenía entonces una orden internacional de búsqueda y captura pendiente, que se archivó con la amnistía. Pero, con el reinicio de este procedimiento judicial por la revocación mencionada, el tribunal formuló unas preguntas prejudiciales al TJUE sobre la conveniencia de dictar una euroorden contra esa persona por la posibilidad que residiera en algún estado de la Unión.

(…) la respuesta del TJUE fue: como que el archivo del caso por una amnistía había sucedido antes de ser juzgado, es decir, antes de que se dirimiera la responsabilidad penal del afectado, era posible enviar una euroorden contra el, al revocar la amnistía (…) pues eso no vulneraba el principio ‘non bis in idem’, por el cuál, un individuo no puede ser perseguido ni sancionado dos veces por unos mismos hechos.

(…) asimismo, el TJUE consideró que el derecho de la Unión no se aplica, ya que ni la amnistía ni la ley que la revocó no determinaban directamente la responsabilidad penal de un individuo, era un tema que solo incumbía a los órganos estatales.

(…)’

(Josep Casulleras Nualart, Vilaweb, 3 de octubre del 2023)

El segundo:

‘Sant tornem-hi? (san volvamos allí)

Después de efectuar un documentado repaso histórico de los antecedentes del régimen del 78, con su paralelismo durante los principales acontecimientos españoles de finales del siglo XIX y todo el XX, en los que cada acción ‘progresista’ comportó una reacción regresiva, y en cuanto hace referencia a la amnistía, el autor comenta:

‘(…) En este contexto, la piedra de toque es la amnistía para todos los hechos vinculados con los previos y posteriores del 1 de Octubre del 2017 y las causas que se han derivado (…) En términos de efectos sobre las más de 1400 personas que continúan encausadas (en casi 600 causas), algunos con codena firme de prisión, una amnistía tendría efectos irreversibles. Aunque el tribunal constitucional la declarase inconstitucional pasados unos cuantos años, por que los efectos de la nulidad muy difícilmente podrían hacerse retroactivos. Sería suficiente que el gobierno de España no interpusiera inmediatamente un recurso, antes de que entrara en vigor, pidiendo la suspensión cautelar.

(…) Sean los que sean los contenidos de un eventual acuerdo para la investidura (que será sólo si conviene a las partes), la irreversibilidad de las medidas debería ser uno de los filtros de la valoración. Por que aquello que sea reversible tiene muchas posibilidades de ser revertido. Y, por eso mismo, las cuestiones concretas -por relevantes que sean- de tipo presupuestario, vale más dejarlas para eventuales negociaciones presupuestarias. Esto es, desvinculando la investidura de los presupuestos, para poder, así, monitorizar el cumplimiento en el futuro.

Sería necesario que el carácter de irreversibilidad de las medidas acordadas fuera considerado en el proceso de negociación. Porque la historia de España nos enseña que patrones tan asentados se alteran frecuentemente; y este no parece uno de aquellos momentos puntuales en los que se ‘hace historia’. Ojalá esta veza fuera diferente. Pero no lo creo. Cuando los votos en el congreso dejen de ser necesarios, el agua desbordada volverá al rio, una vez más’

(Germà Bel, Vilaweb, 3 de octubre del 2023)

Pues bien, la lectura de estos dos artículos, como he comentado, me ha hecho replantear mi opinión inicial sobre la conveniencia de la amnistía. Todos conocemos cómo es la INjusticia española, y vistos los antecedentes del caso eslovaco mencionado, me parece claro, como señala Casulleras, que el TJUE lo podría tomar con un peligroso precedente.

También sabemos que el reino español es uno de los campeones en el incumplimiento de las sentencias de los tribunales de derechos humanos de la UE y de las Naciones Unidas, así que, los jueces españoles, sintiéndose los Quijotes salva-patrias, apoyados por la derecha y la extrema derecha (PP y Vox), con toda seguridad harán lo imposible para revertir las leyes que les convengan, y, también, para incumplir las futuras sentencias que puedan ser favorables al movimiento independentista.

Y también vemos que Pedro Sánchez, no quiere seguir la pauta señalada por Carles Puigdemont el 5 de setiembre en Bruselas.

Sánchez tiene 55 días para aprobar la amnistía, que es el paso previo para negociar la investidura, como señaló el president Puigdemont.

Pero la estrategia de Sánchez es dilatar la negociación, y, como vemos, todos sus acólitos y allegados (Bolaños, Asens, etc.) ya empiezan a decir que no hay tiempo para establecer esa ley de amnistía, (cuando hace unas semanas decían que sí que lo había), que es el tiempo de la generosidad, y que la generosidad debe mostrarse por ambas partes.

Sánchez ve la amnistía como un punto final, no como un punto de partida, y encima quiere un pacto de legislatura, no se conforma con un pacto de investidura. Así, quiere devaluar, desprestigiar, la capacidad negociadora de Puigdemont. Lo quiere quemado, igual que lo está Junqueras.

Si bien todos sabemos que no podemos confiar en personajes como Pedro Sánchez, una persona sin palabra, incumplidora, y que sólo mira por su propio interés, como buen narcisista.  

Y me parecer claro, clarísimo, que Pedro Sánchez NO quiere abordar la amnistía. Quiere dar la imagen de negociador y de generosidad, para ir a las elecciones generales el 14 de enero, ya que sigue confiando en su flor en el culo (es en lo único que confía).

Hoy hemos tenido un claro ejemplo de otro de los varones prehistóricos del PSOE, como el expresidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que, en un desayuno con Juan Luís Cebrián, organizado por Fórum Europa, ha dicho:

‘¿Cómo se puede soportar que alguien viole a 40 millones de españoles? Porque quien viola la constitución está violándome a mí, está violando mi voto (…) es una traición a los votantes del PSOE (…) y considera que la cúpula del PSOE, en lugar de decir ‘que el secretario general haga lo que tenga que hacer’, tendrían que decirle ‘haz lo que prometiste hacer a los ciudadanos el 23J, recordando que el jefe del ejecutivo en funciones sí pronunció la palabra amnistía antes de las elecciones, precisamente para asegurar que NO la habría. ‘dijo que ni habría amnistía, ni habría autodeterminación’. Y no ha vuelto a decir nada más, ha recalcado’

(https://www.elperiodico.com)

Comentarios de ese calibre, patéticamente machistas e incultos, deberían ser condenados inmediatamente por los órganos del PSOE, expulsando a ese tipo; cosa que no harán, claro. 

Visto todo lo expuesto, y confirmando la aporía del reino español, debemos tener claro que no podemos seguir teniendo un pensamiento convergente (lineal), debemos potenciar nuestro pensamiento creativo, divergente (lateral), pues solo así podremos ver que en nuestra situación actual inciden muchos factores (es multifactorial)

Ese pensamiento divergente requiere un cierto inconformismo, curiosidad, persistencia y voluntad de asumir riesgos.

Mientras que el pensamiento lineal, convergente, se caracteriza, entre otras cosas, por su pretendida simpleza, como, por ejemplo, los argumentos que expone hoy, el filósofo Josep Ramoneda, en su artículo ‘¿No se puede ser catalán y no ser independentista? (Ara, 4 octubre); una simpleza que le lleva a afirmar lo que le interesa; pero eso no es ético ni moral. Para analizar cualquier situación, debe hacerse un esfuerzo para contemplar la totalidad de los factores. Sólo así nos pueden demostrar que nos consideran adultos.

Por eso, me parecen interesantes los ‘koan’ las herramientas de los maestros zen para plantear los problemas, que no se espera que se resuelvan, sino que veamos la realidad desde otro punto de vista, lateral, creativo, intuitivo, y no reducido al análisis lógico formal, como requiere el pensamiento convergente, lineal.

Un ejemplo de ‘koan’ es:

‘Un monje le preguntó a Kegon: ¿cómo regresa un iluminado al mundo ordinario?

Kegon respondió: un espejo roto nunca vuelve a reflejar como antes, las flores caídas nunca vuelven a las viejas ramas’

Y la historia vivida en esta última década, nos enseña que la agresión y la represión ejercida por el estado español, dirigido por su rey, rompieron muchas cosas, y como señala la entropía, la segunda ley de la termodinámica, en el desorden hay fenómenos irreversibles.

La neguentropia, el fenómeno contrario, es muy extraño en la naturaleza y la sociedad. Por ejemplo, si se cae un plato y se rompe en mil pedazos, difícilmente un procedimiento contrario lo recompondrá.

En definitiva, la ruptura provocada no tiene solución, si ésta es acordada y pactada con el represor, aunque ahora vengan con la cara de la generosidad.

Y no podemos perder más fuerzas discutiendo sobre la amnistía, que, en el mejor de los casos, será limitada, acotada y condicionada; y, claro, siempre será reversible, pues no podemos confiar, en absoluto, en los personajes del actual circo español.

Por eso, debemos ser divergentes, creativos, activos y … valientes.