• La diputada de Morena indica que su propuesta busca reformar los artículos 202, 199 Septies y 199 Octies del Código Penal Federal para penalizar las nuevas violencias sexuales
Palacio Legislativo, 18-10-2023 (Notilegis). -La diputada Teresita de Jesús Vargas Meraz (Morena) informó que impulsa una iniciativa que busca regular el uso de la Inteligencia Artificial (IA) y castigar la posesión, publicación y transferencia de “deepfakes” o material sexual realizado por medio de este tipo de software, sin el consentimiento o autorización de la persona involucrada.
En conferencia de prensa, junto a diputadas y diputados de su bancada, indicó que la iniciativa busca reformar los artículos 202, 199 Septies y 199 Octies del Código Penal Federal, a fin de poder penalizar las nuevas violencias sexuales.
Vargas Meraz refirió que la Ley Olimpia reconoce la violencia digital como un tipo de delito que sanciona a quienes violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales, sin embargo, frente a estas nuevas formas de violencia sexual se presentan nuevos retos.
Explicó que la IA es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano, la cual “significa un importante desarrollo en la tecnología y ha abandonado el espectro de la ciencia ficción para colocarse en nuestras vidas, por medio de diversas aplicaciones en los dispositivos digitales que nos facilitan el día a día”.
“Sin embargo no todas las personas hacen buen uso de ella, pues la Inteligencia Artificial generativa ha conseguido crear voces, imágenes o videos con un alto grado de sofisticación que consiguen persuadir su autenticidad creando lo que se denomina como ‘deepfakes’”, señaló.
Detalló que los “deepfakes” cobraron interés en 2017, ya que tienen la capacidad de hacer videos o imágenes que simulan ser originales y auténticas, lo cual puede llegar a parecer divertido e inofensivo.
“El gran problema de esto es cuando la IA se usa para crear material pornográfico falso con rostros de personas reales, incluyendo a menores de edad para su distribución y venta, lo cual representa una situación alarmante, pues la llegada de esta tecnología a las manos de las personas sin escrúpulos y en la industria de la explotación sexual afecta la integridad de las personas involucradas”, finalizó.
