Hoy, 9 de noviembre, se cumplen 9 años de la consulta que efectuamos en Catalunya, sobre el futuro político de nuestro país; con las consecuencias judiciales y penales contra los responsables de la consulta: Artur Mas, president de la Generalitat, y las consejeras Joana Ortega e Irene Rigau, por prevaricación y malversación. Esta consulta fue el precedente del referéndum que efectuamos el 1 de octubre del 2017.
Por este noveno aniversario, el president Carles Puigdemont, en su twitter, ha recordado el siguiente fragmento del poema de Salvador Espriu i Castelló (1913 – 1985), ‘Indesinenter’ (incesantemente; incansablemente; poco a poco, sin parar):
‘Dejar de ser aquel perro sumiso que lamía la áspera mano que le ha atado tanto tiempo, y pasar a ser único señor’
(y el president ha añadido): ‘Esto es lo que nos mueve desde que hoy hace 9 años empezamos a andar de nuevo’.
En 1967, el cantautor Raimon (Ramón Pelegero i Sanchis) musicalizó ese poema, y lo incorporó a su discografía, con gran éxito. En otra ocasión reproduciré el texto popularizado por este cantante, pues este escrito ya es suficientemente largo.
Como vemos, los independentistas catalanes somos muy dados a realzar los simbolismos, para darnos ánimos, y eso tiene aspectos positivos y negativos, como todo.
Y hoy, ‘casualmente’ el president Carles Puigdemont (Junts) ha firmado el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez (PSOE), en el que:
‘El Partido Socialista Obrero Español y Junts per Catalunya constatan que la situación política actual permite alcanzar un acuerdo para abrir una nueva etapa y contribuir a resolver el conflicto histórico sobre el futuro político de Catalunya, incluso partiendo de posiciones divergentes, desarrollar una dinámica para su resolución en términos diferentes a los de la última legislatura y procurar la gobernabilidad durante la XV legislatura atendiendo a la composición de las Cortes Generales resultante de las elecciones celebradas el 23 de julio de 2023’.
(Seguidamente se detallan los ‘Antecedentes’ (apartado 1) hasta la actualidad; y, a continuación, argumentan la ‘Oportunidad histórica’ (apartado 2), en la que, entre otras cosas se dice:
‘Este relato sintético de hechos acredita objetivamente las profundas divergencias que han existido y que han dado lugar a un conflicto que solo la política en democracia puede encauzar para buscar una solución, dado que, seis años después, la cuestión de fondo sigue sin resolverse. Y, a pesar de las discrepancias estructurales que existen dada la distancia entre nuestros proyectos nacionales, estamos preparados para abrir una nueva etapa en la que, a partir del respeto y el reconocimiento del otro, se busque una solución política y negociada del conflicto’
(…)
(Y, finalmente, en el apartado 3, se detallan los ‘Acuerdos’
El PSOE y Junts reconocen sus profundas discrepancias y son conscientes de la complejidad y de los obstáculos del proceso que se disponen a emprender. Por un lado, Junts considera legítimo el resultado y el mandato del referéndum del 1 de octubre, así como la declaración de independencia del 27 de octubre del 2017. Por el otro, el PSOE niega toda legalidad y validez al referéndum y a la declaración, y mantiene su rechazo a cualquier acción unilateral. Al mismo tiempo, constatan que se pueden alcanzar acuerdos importantes sin renunciar a las respectivas posiciones.
Para la consecución de estos acuerdos, y dadas las profundas discrepancias sobre la forma final de la resolución del conflicto, además de las desconfianzas mutuas reconocidas por ambos, el PSOE y Junts han acordado dotarse de un mecanismo entre ambas organizaciones, internacional, que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue’
(y se detalla la metodología de la negociación; los contenidos de los acuerdos a negociar; la ley de amnistía; la ampliación de la participación directa de Catalunya en las instituciones europeas y demás organismos y entidades internacionales; la investidura de Pedro Sánchez y la estabilidad de la legislatura)
Una vez leído con detalle este acuerdo de poco más de tres páginas, y vistas las comparecencias, separadas, del president Carles Puigdemont y la del número 3 del PSOE, Santos Cerdán (secretario de organización), mis primeras impresiones son las siguientes:
Una gran decepción, pues Carles Puigdemont, en su discurso del pasado 5 de setiembre en Bruselas, exigió un ‘acuerdo histórico inédito desde 1714’, y exigió, como condiciones previas para la negociación: ‘el reconocimiento a la legitimidad democrática del independentismo; la amnistía, el abandono permanente de la vía judicial, la creación de un mecanismo de control y verificación de los acuerdos’ y señaló:
‘Estamos hablando de que si hay acuerdo, este tiene que ser un acuerdo histórico, un compromiso histórico como el que ningún régimen ni gobierno no ha sido capaz de hacer realidad desde la caída de Barcelona el 11 de setiembre de 1714 y el decreto de nueva planta que abolió las instituciones y las constituciones catalanas, e inició la persecución de la lengua catalana’, y, seguidamente señaló algunos de los principales elementos del conflicto: la sentencia del tribunal constitucional de 2010 contra el Estatuto; la criminalización del hecho histórico del referéndum del 1 de octubre; el incumplimiento de los pactos, significativamente de las inversiones; el reconocimiento de que Catalunya es una nación, una vieja nación europea. Por lo que señaló las siguientes condiciones necesarias para emprender el camino de la negociación:
- El reconocimiento y respecto a la legitimidad democrática del independentismo.
- El abandono completo y efectivo de la via judicial contra el independentismo y los independentistas.
- La creación de un mecanismo de mediación.
- Fijar como únicos límites los definidos por los acuerdos y tratados internacionales.
Y finalizó diciendo que ‘no hemos aguantado la posición todos estos años para acabar salvando una legislatura’
Pues bien, visto el acuerdo, y comparado con las pretensiones señaladas, veo que hay un abismo, ya que no se ha cumplido el buscado ‘pago por adelantado’, que pretendía Puigdemont; y el acuerdo es más de lo mismo, ‘cobrar a crédito’, de un mal pagador, de una persona incumplidora de su palabra, como es Pedro Sánchez.
Me parece que Pedro Sánchez ha sido más hábil, pues ha marcado el ritmo de la negociación, y apenas ha cedido nada, ya que el tema de la amnistía, en realidad interesa y beneficia más a España, pues el reino de España ha de responder a la ONU, antes del 18 de noviembre, sobre lo que ha hecho para reparar la vulneración de los derechos políticos de Puigdemont; y Pedro Sánchez ha de responder tanto al Tribunal Europeo de Estrasburgo de los Derechos Humanos, como al Comité de Derechos Humanos de la ONU (que también afecta a Oriol Junqueras, Raúl Romeva, Jordi Turull y Josep Rull). El TEDH dio dos prórrogas al estado español, cuyo plazo final acabó el pasado 6 de noviembre. Y claro, para Pedro Sánchez, poder presentar la ley de la amnistía, le servirá para quitarse de encima todas las posibles sentencias, y blanquearía la imagen de España.
Respecto a la amnistía pactada, efectivamente, amplía sustancialmente el marco acordado con ERC, pues el perímetro conseguido por Junts, incluye los casos del ‘lawfare’. Y eso es importante.
Ahora bien, la amnistía, según fijó Puigdemont el pasado 5 de setiembre, era una condición previa para empezar a negociar la investidura, no la condición final, como ha resultado.
Y ya hemos visto que el reconocimiento de las lenguas minorizadas (catalán, euskera y gallego) en el parlamento europeo, va para largo; y, asimismo, el cambio de criterio en la consideración del movimiento independentista, por parte de la Europol, cambió de epígrafe, pero seguimos siendo considerados un movimiento violento.
En cuanto al propio documento, en el que se constatan las dos posturas, por ejemplo, Puigdemont abogando por la legalidad del referéndum efectuado y Sánchez defendiendo la mejora del Estatut de Catalunya, y se comprometen a trabajar y negociar, a mi modo de ver, es un mero papel mojado, pues sabemos cómo juega Pedro Sánchez; y, una vez ‘coronado en su trono’, se olvidará y dilatará cualquier avance.
Puigdemont señala que tendrán la fuerza de medir y comprobar los avances, a lo largo de la legislatura, y si no se ‘avanza’ no apoyarán las leyes. Pero eso es una falsa fuerza, ya que sabemos y hemos comprobado, que Pedro Sánchez siempre ha jugado con diferentes cartas, y ha buscado la ‘geometría variable’ en función de cada ley, importándoles bien poco que una ley sea apoyada por el PP y Vox, y no por los partidos que le han dado la investidura.
En definitiva, que el acuerdo firmado hoy, me parece todo, menos un acuerdo histórico. Un acuerdo histórico, que hoy, en la rueda de prensa, Carles Puigdemont ha trasladado al final de la legislatura. Pero, eso es chutar la pelota hacia adelante. Es una manera de ‘tragarse’ las palabras de su famoso discurso del 5 de setiembre.
La verdad es que el actual acuerdo me ha dejado grogui, desmotivado, sin ánimos de seguir asistiendo a la manifestación diarias de la avenida Meridiana de Barcelona, pues está claro, que ahora todos los partidos independentistas juegan en otra liga, pensando, exclusivamente, en las elecciones a la Generalitat del 2025. Y, por eso, los pequeños gestos simbólicos que hagamos quedarán como un mero folclorismo.
De todos modos, psicológicamente, es sabido que simplificar la situación, determinando pequeños logros, es muy positivo para la autoestima, pues el progreso es natural al ser humano.
Abraham Lincoln (1809 – asesinado en 1865) dijo: ‘voy despacio, pero jamás desandando lo andado’.
Y ese parece el lema adoptado por Carles Puigdemont. Pero eso quiere decir que aceptamos no ver nunca la República Catalana, al. Menos nuestra generación, pues renunciar a la unilateralidad, y pretender que se efectúe un nuevo referéndum, de acuerdo con el artículo 92 de la constitución española, es, cuanto menos, soñar con los unicornios.
Vemos que los medios de comunicación, casi de forma general, dicen que ‘es el momento de pasar página y ser pragmáticos’. Pero muchos no queremos pasar página, no queremos olvidar el 1-O, queremos la independencia, no queremos estar atados a un estado por su fuerza bruta. Queremos ser reconocidos como lo son casi 200 estados. No entendemos ni aceptamos que debamos seguir siendo colonia del corrupto reino español, y continuar siendo infrafinanciados. Estamos cansados del ‘café para todos’, que es la trampa más injusta de la transición / traición.
Por eso, a mi modo de ver, y sin pasar página, ni mucho menos, debemos valorar lo que somos, lo que tenemos. Los 2 millones que votamos por la independencia, seguimos, aunque de cada vez vayamos perdiendo compañeros (por la ley de la vida: enfermedades, fallecimiento) y otros se han descolgado, por cansancio o aburrimiento; pero, aún así, somos muchísimos; y si la mayoría nos manifestásemos en desacuerdo con los pactos conseguidos, conseguiríamos lo que pretendemos (o no, pero no seríamos anulados). Pero, esto es otra quimera, como sabemos.
Ante este momento de decepción, me parece interesante recordar la filosofía del ‘Wabi-sabi’:
‘El wabi-sabi es una categoría estética japonesa que hace referencia a aquellas cosas que tienen un acabado rústico, a todo aquello que es incompleto, no permanente e imperfecto.
Está fundamentado en los preceptos zen de la simplicidad, humildad, naturalidad, melancolía, etc.
Esta estética surge de la ceremonia del te japonesa. Es la estética de los objetos que envejecen, hechos con materiales orgánicos y que, con el paso del tiempo, tienen vida propia. Forman parte del wabi-sabi el metal oxidado, el cáñamo, la cerámica, la madera y todo aquello que muestra el paso del tiempo’.
(Wikipedia)
La inclusión de este concepto me parece interesante, para interpretar la situación actual, pues todos nosotros, especialmente los que nos seguimos manifestando, de una u otra forma, buscamos el wabi-sabi, y mostramos el paso del tiempo, pero, para conseguirlo, nos hace falta determinar pequeñas metas, sencillas, pero contundentes. Hemos comprobado que lo que hemos hecho hasta ahora, no es proyectable por los siglos de los siglos. Y por separado, no somos relevantes, somos insignificantes. Debemos concienciarnos que somos un medio, no un fin en sí mismos.
Por esto, creo, mejor dicho, estoy convencido, que sería preferible buscar la unidad de los diferentes grupos movilizados / movilizables, para diseñar, conjuntamente, acciones específicas, puntuales, irrepetibles, como:
- efectuar manifestaciones pacíficas en diferentes lugares con resonancia mediática (la repetición, por la repetición, comporta la invisibilidad),
- divulgar nuestro mensaje, nuestro objetivo, utilizando de forma masiva las redes sociales,
- forzar a los diferentes partidos independentistas para que busquen la unidad, pues vimos que el ‘Junts x Si’, fue un gran éxito. Quizás, para ello, sería preciso afiliarse masivamente en esos partidos, para conseguir forzar el cambio del estatus quo que nos tiene servilmente amansados,
- etc.
Sabemos que la situación actual es muy compleja, máxime como vemos por las manifestaciones de la ultraderecha, y de todos los poderes del estado, llegando al infame extremo de atentar contra la vida de Alejo Vidal-Quadras, exlíder del PP, de 78 años, en plena calle de Madrid. Afortunadamente, el tiro le entró por la boca y salió por la mandíbula, sin dañar el cerebro ni la vista; por lo que se salvará.
Pero, un incidente así es sumamente grave. Me gustaría que el ejecutor resulte ser un enajenado, un ladrón, o un yonqui, sin interés político.
Pero, claro, sabemos que la ultraderecha lo aprovechará, recordando el antecedente de 1936:
‘La madrugada del 13 de julio de 1936, durante la Segunda República Española, un grupo de guardias de asalto y miembros de las milicias socialistas, encabezado por un capitán de la guardia civil, vestidos de paisano, se presentaron en el domicilio del líder monárquico José Calvo Sotelo (1893 – 1936), para llevarlo a la dirección general de seguridad. Pero, en el trayecto, el socialista Luis Cuenca Estevas le disparó dos tiros en la nuca; como represalia por el asesinato unas horas antes, del teniente Castillo de la guardia de asalto, muy conocido por su compromiso con los socialistas’.
Sabemos que la derecha y la ultraderecha siempre han ‘usado’, se ‘han aprovechado’, de las víctimas de ETA, para beneficio propio y para extremar las medidas políticas; y ayer tuvimos un nuevo ejemplo, pues los españolistas divulgaron por las redes una foto con una señora agredida, sangrando, con el siguiente mensaje en twitter:
‘Han abierto la cabeza a mi abuela, socialista desde hace 50 años, que nos ha acompañado esta noche, diciendo que Sánchez está vendiendo España a los independentistas. Pagarás por esto. Perro Sánchez’
Pues bien, no corresponde a las manifestaciones de estos días en Madrid, esa imagen corresponde al 1 de octubre del 2017, cuando votamos, en concreto, corresponde a la entrada de la policía española al colegio Freire de Roquetes (Barcelona), como explica Berto Sagrera (elnacional.cat, 8 de noviembre 2023)
Para finalizar, vuelvo al citado poema de Salvador Espriu, (a un fragmento final transcrito en prosa, para facilitar la lectura):
‘(…) nunca hemos podido desesperar del viejo vencido y elevamos en la noche un canto a gritos, pues las palabras rebosan sentido. El agua, la tierra, el aire y el fuego son suyos, si se arriesga de una vez a ser el que es. Hará falta que diga enseguida basta, que quiera ahora andar de nuevo, erguido, sin reposo, ya para siempre, hombre salvado en pueblo, contra el viento. Salvado en pueblo, ya amo de todo, no perro servil, sino único señor’
Pase lo que pase, motivados o desmotivados, hagamos finalmente lo que hagamos, nunca nos rendiremos, seguiremos trabajando, en la medida que nos sea posible, por la independencia, con nuestros políticos o sin ellos.
INDESINENTER