Ayer visitamos la exposición del pintor y escultor Antonio López García, en La Pedrera, (Barcelona), una retrospectiva del autor que muestra su realismo, pues su objetivo es reflejar la realidad sin artificios. Y en esa exposición se incluyen, lógicamente, una serie de pinturas de tema vegetal, flores, frutas y verduras pintadas al óleo, que muestran la evolución de la naturaleza, de la vida en general, contrastando, por ejemplo, unas piezas en pleno esplendor y, justo al lado, esas mismas piezas marchitas, podridas.
Y esa exposición me parece una buena metáfora de la situación de la política española actual, en su conjunto, y especialmente la de estos últimos días, pues:
Por parte del PSOE, hemos visto que la actual posición de Pedro Sánchez, ‘haciendo de la necesidad virtud’, como él mismo dijo, le ha obligado a firmar un acuerdo con Junts (Carles Puigdemont) en el que el PSOE asume que:
‘hay profundas divergencias que han existido y que han dado lugar a un conflicto que solo la política en democracia puede encauzar para buscar una solución, dado que, seis años después, la cuestión de fondo sigue sin resolverse’.
Que Pedro Sánchez asuma esa descripción, muestra que su discurso hasta anteayer, que venía repitiendo su mantra, a modo de matraca, diciendo que el problema de Catalunya ‘era de convivencia, no de independencia’, era falso, mero marketing político de cara a su parroquia, ya que considero que no son tan tontos como para efectuar un diagnóstico erróneo de la realidad. Igualmente, su mantra de que ‘ahora Catalunya está mucho mejor, más pacificada, de como la dejó el gobierno de Mariano Rajoy (PP), se ha demostrado falso también.
Pero no nos engañemos, Pedro Sánchez no es de fiar, pues en la primera mesa de diálogo del 26 de febrero del 2020, en la Moncloa, con asistencia de Pedro Sánchez y Quim Torra, acordaron la realización de esas reuniones para afrontar el ‘conflicto político’, como lo definieron ambas partes, que indicaron en el comunicado conjunto:
‘(…) Haber sentado las bases del diálogo (…) constatando ‘la naturaleza política del conflicto y la solución política que este requiere’.
Ahora bien, los meses y años transcurridos, con una mesa de diálogo fosilizada y prácticamente infructuosa (con la excepción de los indultos, y aún, pues sabemos que la motivación de éstos fue la presión política internacional, no la propia mesa de diálogo), hicieron que Pedro Sánchez virara de nuevo su mensaje, para pasar a su mantra de la convivencia, ya citado.
Así que veremos, a partir de ahora, si realmente Pedro Sánchez es capaz y estima conveniente hacer el papel de verdadero estadista, o, como me temo, una vez conseguida la investidura, seguirá de saltimbanqui, haciendo de equilibrista del alambre sin red, creyendo que realmente es un resiliente, que tiene una verdadera ‘flor en el culo’, y, así, irá mareando la perdiz, hasta tenerla totalmente anestesiada.
Y una primera y definitiva prueba la tendremos antes de finalizar este mes de noviembre, pues en el pacto se especifica que se realizará una primera reunión este mes, y en esa primera reunión se plantearán de forma exhaustiva los principales temas. Y esa reunión deberá seguir la metodología acordada, basada en la figura de un verificador.
Por parte de Junts, me parece que Carles Puigdemont y Junts, se han contagiado del lema actual de Pedro Sánchez, el de ‘hacer de la necesidad virtud’, pues el acuerdo firmado, como dicen algunos politólogos, más bien es un ‘acuerdo sobre los desacuerdos’ y el único acuerdo firme, es el de la investidura de Pedro Sánchez. Todo lo demás, incluida la ley de amnistía queda bastante difusa, pues, respecto a las personas que se podrán beneficiar de esa amnistía dice:
‘Esta ley debe incluir tanto a los responsables como a los ciudadanos que, antes y después de la consulta de 2014 y del referéndum de 2017, han sido objeto de decisiones o procesos judiciales vinculados a estos eventos. En este sentido, las conclusiones de investigación que se constituirán en la próxima legislatura se tendrán en cuenta en la aplicación de la ley de amnistía en la medida que pudieran derivarse situaciones comprendidas en el concepto lawfare o judicialización de la política, con las consecuencias que, en su caso, puedan dar lugar a acciones de responsabilidad o modificaciones legislativas’
De momento, como vimos con el acuerdo entre PSOE / ERC, y ahora entre PSOE / Junts, el tema de la ley de la amnistía se guarda como un gran secreto, sólo se dicen meras vaguedades, con el argumento de que será muy compleja, y deberá discutirse en el congreso, para poder superar todos los requisitos procedimentales, que, por eso, es mejor no explicar gran cosa más.
Particularmente, estoy convencido de que esto es un error, un insulto a la inteligencia de la ciudadanía. Si han pactado el marco, el perímetro y el contenido de la amnistía, deberían explicitarlo. No queremos saber el articulado de la ley. Y si no tienen acordado ni el marco general, que no nos engañen y lo reconozcan; y mucho me temo que es esa última opción, pues, como he replicado, el acuerdo dice que ‘Esta ley debe incluir (…), y, el verbo ‘deber’ tiene significados muy amplios, como se refleja en el diccionario de la RAE, ya que se refiere a una obligación, pero, como auxiliar en las perífrasis, en las que añade una nota de inseguridad o probabilidad al verbo principal, ejemplo, ‘debe de hacer frío’, ‘debieron de salir a pelear’. Así, entiendo que, si tuvieran el marco y el perímetro acordado, el documento firmado ayer diría: Esta ley incluirá xxx, y no el ‘debe incluir’, que refleja inseguridad o probabilidad, como he indicado.
Como soy muy desconfiado, y conociendo la posición de los poderes del estado (judicial, policial, militar, financiero, económico, mediático, etc.), mucho me temo que al final, la ley de amnistía, si es que finalmente se aprueba en el congreso (el senado es un mero trámite), y no es impugnada por el tribunal constitucional, al final de los finales, será muy descafeinada, y beneficiará a muy pocos de los miles de encausados.
Pero, claro, de momento, estos acuerdos ya le valdrán a Pedro Sánchez, para defender al estado español ante los organismos internacionales, argumentando que ya está efectuada la ‘reparación’ de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, etc. Una vergüenza más del trilero Pedro Sánchez.
Con relación a la conferencia efectuada por Carles Puigdemont, para informar del acuerdo en cuestión, destacados opinadores que considero referentes del independentismo, como Vicent Partal, Josep Costa, Albano Dante Fachín, etc., han comentado que habían encontrado a faltar una referencia a la movilización de las bases, ya que el movimiento independentista se generó precisamente desde las calles, con las manifestaciones multitudinarias.
Partal, en la ‘Tertulia proscrita’ (Vilaweb, de ayer, 9) comentó que las bases deberán seguir manifestándose, para mostrar su desaprobación de ese acuerdo, si es el caso; pero que debería replantearse, reorientarse. Y en esto estoy totalmente de acuerdo, como apunté en mi escrito de ayer.
Por parte de ERC, no quiero repetirme, pues ya comenté el documento firmado entre el PSOE / ERC el pasado día 3, pero, refiriéndome a la futura ley de amnistía, señala:
‘Culminar la desjudicialización a través de la aprobación de una ley de amnistía, para procurar la plena normalidad política, institucional y social como requisito imprescindible para afrontar un diálogo y una negociación en unas condiciones óptimas y equilibradas con las que abordar los retos del futuro inmediato’.
Es decir, una ambigüedad similar a la especificada en el acuerdo entre PSOE / Junts, así que mucho me temo lo peor, como he comentado.
Pero en este escrito me parece relevante referirme a las mesas de diálogo, PSOE / ERC, pues pactaron:
‘Ratificar e impulsar el diálogo institucional entre gobiernos sobre el futuro político de Catalunya mediante el diálogo político e institucional a través la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo (…)
‘De forma paralela a la Mesa, se creará un espacio de negociación entre ambos partidos que cuente con un mecanismo que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación (…)
‘Constituir durante el primer trimestre de 2024, una comisión bilateral entre el Gobierno del Estado y el de la Generalitat de Catalunya, sobre la base de los puntos identificados en el diagnóstico común (…)’
También acordaron una comisión para seguir las inversiones, los inmuebles, etc. Y, finalmente con carácter anual se reunirá una comisión de seguimiento de todo lo acordado.
Efectivamente, a nivel de gestión de la operativa de gobierno, es lógico que la Generalitat tenga las comisiones que estime pertinentes con el gobierno del estado; ahora bien, lo que me parece infantil, es que, en los temas de futuro de nuestro país, de su configuración, haya tres mesas de negociación: entre gobiernos, entre PSOE / ERC y entre el PSOE / Junts.
Hemos visto que el divide y vencerás siempre beneficia al estado, que es pétreo.
Incluso para los posibles futuros verificadores / relatores internacionales, pactados por Junts, realmente, será un equilibrio imposible, ya que será ingobernable si se avanza en su mesa (PSOE / Junts) y no en las otras, en las que no habrá esa figura; o al revés.
Creo que en el momento en el que estamos, que no podemos estar más desmotivados y decepcionados, deberían haber hecho un mínimo esfuerzo de responsabilidad, tanto Junts como ERC, para formar una mesa única. Claro que eso exigiría tener unos objetivos similares, y no es el caso. Éste es el nudo gordiano que deberíamos cortar, como hizo Alejandro Magno (356 a.C. – 323 a.C.)
Y tengo claro que para tener una mesa única (ajena a las propias de la gestión y de la operativa), el que tiene la máxima responsabilidad de promoverla y procurarla, es Pere Aragonès, el president de la Generalitat, que es el que ostenta el (escaso) poder efectivo. Y para ello debería reconocer el error de la anterior configuración monocolor de la mesa, excluyendo a Junts, al vetar los nombres propuestos, por no ser del gobierno; y, claro, una de las líneas rojas de Pedro Sánchez fue que la mesa fuera entre gobiernos; y a ERC le fue a la perfección, ya que así minusvaloraba a Junts)
Desgraciadamente todos los actuales ‘líderes’ tienen un excesivo ego, yo diría que patológicamente narcisista. Por lo que sería conveniente y aconsejable, que todos los actuales delegasen en miembros de confianza de sus respectivos partidos, para, de ese modo, unificar los objetivos y la estrategia a seguir, en una única mesa de negociación con el estado y con verificadores / relatores internacionales. Y claro, los primeros a bajarse del pedestal, a este respecto, debería ser Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Pere Aragonès, etc.
Por parte del PP / Vox, el desgraciado papel que están haciendo estos días, con sus manifestaciones y muestras preconstitucionales, están mostrando su verdadera cara y su ideología, puramente franquista. Y eso, como comenté en un anterior escrito, favorece a Pedro Sánchez, pues queda como el ‘centrista’. Pero, a pesar de todo, las encuestas (interesadas, como siempre) reflejan que el PP ganaría con mayor margen, si se dieran unas nuevas elecciones generales.
Esta es la España real, anticatalán, catalanofóbica. Nos consideran una colonia, solo eso.
En definitiva, y volviendo al hiperrealismo del mencionado escultor Antonio López, vemos que el detallismo minucioso, a mi me parece que no refleja las emociones. El propio autor dijo que ‘una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades’.
Así, nuestro procés nunca se acaba, y nunca se acabará, si seguimos así.
Pues bien, en el actual momento políticos español y catalán, el hiperrealismo español nos sigue mostrado su verdadero rostro, duro, represivo, opresor, extractivo, corrupto, dominador, pues ese es su ADN, forjado en el antiguo imperio español, militar, conquistador, que nunca ha sabido asumir las derrotas (no reconoció la independencia de los países sudamericanos hasta después de 40 años de su independencia), y, claro, ahora, no asume que Catalunya consiga un poco más de autonomía, por escasa que sea.
Tienen asumida la diferencia del País Vasco, pues hasta el franquismo reconoció sus fueros. Pero a los catalanes siempre nos han considerado subespañoles, ciudadanos de segunda. Hubo una época, la de Jordi Pujol, que hasta mereció el título del ‘hombre del año’, pero, claro, era por ser dóciles. Pero ahora, que hemos intentado independizarnos, han despertado todas sus emociones negativas contra nosotros.
Y en estas estamos, este es el hiperrealismo español, que muestra toda su putrefacción, y del que tenemos que independizarnos. Y si los partidos independentistas no se ponen de acuerdo, deberemos superarlos, trascenderlos, desde las bases, si es que nosotros somos capaces de organizarnos y coordinarnos, en caso contrario, todo seguirá como hasta ahora, con lamentos y victorias simbólicas.
Nota final: respecto al atentado perpetuado ayer en Madrid contra el político Alejo Vidal-Quadras, del que hice una referencia en mi escrito, me alegro de que su vida no corra peligro; y, a la vez, celebro que los ejecutores, por lo poco que se conoce, parece que tienen que ver con el régimen iraní, ya que este político, desde hace años, tiene vínculos con el NCRI (Consejo Nacional de Resistencia en Irán).
Nunca aceptaré ningún tipo de violencia, ni celebraré nada al respecto; pero, en este caso, me satisface saber que no tiene nada que ver con el momento político español; y que no podrá ser utilizado por el PP / Vox.