‘El compás de espera es el espacio de tiempo, generalmente corto, durante el que se produce la interrupción de una actividad y durante el que se espera que continúe o se reanude.
Período de silencio en una composición musical cuya duración es igual a la de los períodos que marcan el tiempo.’
(Oxford Languages)
Musicalmente hay 7 tipos de silencios (silencio de redonda):
- El silencio ignorante
- El silencio castigador
- El silencio premonitorio
- El silencio expectante
- El silencio activo
- El silencio suspensivo
- El silencio irónico
Aplicados estos silencios a la comunicación interna en las organizaciones, podemos ver que:
El silencio ignorante surge cuando el mensaje de la organización sencillamente no llega a su destinatario.
El silencio castigador surge cuando los empleados no encuentran una manera acorde de expresar su desacuerdo con la comunicación oficial.
El silencio premonitorio tiene algunas similitudes con el anterior, es un silencio que también ocupa coeficientes negativos de emocionalidad ante lo que se interpreta como una injusticia.
El silencio expectante puede surgir cuando los empleados no se sienten comprendidos en una situación particular.
El silencio activo, a diferencia de los anteriores, no es un silencio negativo. Se trata de una respuesta positiva que por algún motivo los trabajadores no expresan en voz alta.
El silencio suspensivo no es, a priori, ni positivo ni negativo, de ahí su nombre. Surge cuando los trabajadores reciben un mensaje importante de la organización y, por algún motivo, deciden no responder de inmediato.
El silencio irónico, es el más dañino. Sin duda, esta respuesta tácita de los empleados tiene uno de los peores coeficientes para las métricas de comunicación interna. Y es menos difícil de detectar, pues se expresa con gestos o miradas que suelen ser más elocuentes que una queja explícita.
(https://comunicacioninterna.com)
En el actual momento político, conflicto entre el reino español y el independentismo catalán, estos días podemos apreciar que predomina el ruido: desde los comentarios interesados, de uno u otro bando, hasta los más banales. Y eso nos impide expresar y valorar los diferentes silencios existentes, que los hay, de los siete tipos señalados.
Y ese ruido también es información, obviamente, si bien, predominantemente son perturbaciones, contaminación acústica visceral y emotiva, con elevados decibelios, volumen e intensidad, que dificultan el objetivo análisis y, en definitiva, generan un alto estrés y psicosocial.
En estos días no nos hace falta ningún sonómetro para medir ese ruido, del que difícilmente podemos abstraernos, pues es continuo, impulsivo y de alta frecuencia (como, por ejemplo, las manifestaciones de hoy, convocadas por el PP en todas las capitales de provincia española, para expresar su rechazo a la amnistía.
No deja de ser curioso, que salvo las escasas personas que han negociado la amnistía, la gran mayoría desconocemos los términos, amplitud, perímetro, etc.; y, a pesar de eso, los partidos políticos implicados (PSOE, ERC y Junts) han consultado a sus afiliados, si han apoyado el pacto en cuestión, sin conocer nada; y, a pesar de eso, esos colectivos lo han aprobado de forma mayoritaria. Y eso no deja de ser una trampa de todos ellos, una falta de transparencia, incoherente con la democracia interna de cada uno de ellos; a la vez que muestra la falta de crítica y de objetividad por partes de los militantes.
En una democracia, debería imperar la transparencia, y así, todos los acuerdos que el PSOE ha ido pactando con los diferentes partidos políticos que le han garantizado su apoyo para la investidura: ERC, Junts, PNV, HB Bildu, CC y BNG. Únicamente con ese conocimiento, podríamos saber las ‘artes’ que ha utilizado Pedro Sánchez, y podríamos calibrar con objetividad, las posibles sincronías, disonancias y contradicciones, pues, ahora, Santos Cerdán (el negociador del PSOE), dice que su partido en ningún momento trató el lawfare, cuando en el acuerdo con Junts se hace una clara referencia, al hablar de la ley de la amnistía, si bien, refiriéndola a las futuras comisiones de investigación. Así que, de hablar del lawfare se habló, aunque de forma indirecta, otra cosa es que mañana veamos que el PSOE no lo incluye. Y, si es así, moralmente, Carles Puigdemont tendrá un motivo de ruptura del pacto.
También hemos visto las críticas de los distintos poderes del estado, desde la judicatura, los cuerpos de seguridad, el poder financiero, económico, mediático, funcionarial, etc. Y, todos ellos, critican de oído, haciendo caso a los rumores y bulos interesados. Una vergüenza más del sistema de presión.
Y todos sabemos que, en realidad, en este impasse, hasta mañana, (lunes 13) que el PSOE registrará la ley de la amnistía en el congreso de los diputados, no se hará público el real contenido de ese proyecto de ley; entonces, podremos opinar con conocimiento de causa, y podremos salir del día de la marmota dominado por el ruido excesivo que nos aturde a todos, un compás de espera que vivimos como un callejón sin salida, un punto muerto.
Y esta situación de confusión, ha sido abonada por diferentes aspectos, como he señalado en mis anteriores escritos, pero, para intentar conseguir un poco de orientación y superar la desorientación que muchos tenemos, es interesante leer los siguientes fragmentos, que me parecen sumamente clarificadores, y, a mi modo de ver, son pura información, no mero ruido:
‘(…) Del acuerdo entre Junts y el PSOE no hay ni una fotografía para la historia, solo el trazo de las firmas de Jordi Turull (Junts) y Santos Cerdán (PSOE), ni una comparecencia conjunta para explicar el contenido del acuerdo (…) ni fotografías con sonrisas de complicidad., como sí que las hubo en la firma entre Félix Bolaños (PSOE) y Oriol Junqueras (ERC).
(…) Hoy, dar soporte a la investidura de Sánchez (por Junts) es un factor de desestabilización y abre una fractura española muy profunda, como se puede ver en las violentas manifestaciones de Madrid y en la reacción de los poderes fácticos (…) pues es la primera vez que un partido español ha reconocido que las reivindicaciones y las demandas de los catalanes ‘tienen un profundo recorrido histórico y que han adoptado diferentes maneras desde que los Decretos de Nuevo Planta abolieron las constituciones e instituciones seculares de Catalunya’. El que no sepa leer la trascendencia de este reconocimiento es que no sabe en que mundo vive. Alguien dirá que todo esto es pura retórica y que en el acuerdo con ERC ya se insinuaba. Pero insinuar no es afirmar. A partir de ahora, el PSOE no podrá ir por el mundo diciendo que aquí no pasa nada. Que todo es consecuencia del delirio independentista.
(…) Limitarse a decir que Junts ha hecho ahora lo que ERC empezó a hacer el 2018, es no tener una perspectiva histórica. El pacto de Junts con el PSOE significa un cambio en el relato sobre la naturaleza del conflicto, la legitimidad del 1-O y de la reivindicación de la autodeterminación. No es la independencia, no. Pero es un giro copernicano que solo desvirtúan los que quieren crear un nuevo partido para ocupar el poder que no tienen. Critican, pero nunca dicen lo que harían.
(…) El PSOE exigió a ERC que renunciase a la unilateralidad y Junqueras lo hizo públicamente antes de ser indultado. En las cuatro páginas del acuerdo con Junts, esta condición no se comenta. Al contrario, el PSOE reconoce a Junts el derecho a reivindicar la autodeterminación.
(…) La negociación para la investidura ha propiciado la fractura del españolismo y la coalición del 155.
(…) Junts no reconoce el marco constitucional español ni se compromete.
(Agustí Colomines, 11 de noviembre del 2023, elnacional.cat)
En el acuerdo entre Junts y PSOE, al referirse a la ley de amnistía, se incluye el siguiente párrafo:
‘(…) En este sentido, las conclusiones de las comisiones de investigación que se constituirán en la próxima legislatura se tendrán en cuenta la aplicación de la ley de amnistía en la medida que pudieran derivarse situaciones comprendidas en el concepto lawfare o judicialización de la política, con las consecuencias que, en su caso, puedan dar lugar a acciones de responsabilidad o modificaciones legislativas’
Me parece muy importante que en estas negociaciones se hayan acordado deferentes comisiones de investigación en el congreso: el PNV quiere conocer la verdad de la guerra sucia contra ETA, Junts y ERC quieren conocer la implicación del estado en la ‘Operación Catalunya’, y eso es un ataque a las cloacas del reino; y para el sistema, esto, para ellos, es más sangrante que la amnistía, que toman como excusa para criticar los acuerdos, pues su ‘democracia’ está en juego.
En definitiva, que debemos hacer caso omiso del ruido intencionado. Debemos ser pacientes, que, etimológicamente hace alusión al sufrimiento.
Pero, como señalé ayer, citando al poeta Miquel Martí i Pol, ‘hay un tiempo para sufrir y otro para amar’ y yo añadí y otro para pensar; y, espero que habrá otro para celebrar.
El Eclesiastés (3) dice: ‘todo tiene su momento oportuno; hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: tiempo para nacer y tiempo para morir; tiempo para plantar y tiempo para cosechar; tiempo para matar y tiempo para sanar; tiempo para destruir y tiempo para construir; tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para estar de luto y tiempo para bailar; tiempo para esparcir piedras y tiempo para recogerlas; tiempo para abrazarse y tiempo para apartarse; tiempo para buscar y tiempo para perder; tiempo para guardar y tiempo para desechar; tiempo para rasgar y tiempo para coser; tiempo para callar y tiempo para hablar; tiempo para amar y tiempo para odiar; tiempo para la guerra y tiempo para la paz’.
Así que, debemos tener la inteligencia para buscar y aprovechar nuestro tiempo, nuestro momento, que será nuestro ‘momentum’, pues hasta la más dura roca se perfora por la persistente y simple gota de agua.