En mi escrito de ayer recomendé relativizar el mensaje de que ‘los pequeños cambios son poderosos’, de que el efecto mariposa, es decir, que una pequeña acción puede provocar una serie de acciones en cadena, acaba siendo relevante; y, a mi modo de ver, ese es un mensaje un tanto exagerado (para bien y para mal, ya que tiende a un cierto conformismo). Y ahora me centro en el que he tomado como título, que tiene diferentes versiones: ‘chi va piano, va lontano’, ‘chi va piano, chi va sano, va lontano’ (quién va despacio, va seguro, va lejos)
Esa frase italiana aconseja a la prudencia. Y es cierto que las cosas bien hechas requieren su tiempo, ya que las prisas no suelen comportar una buena ejecución, como dice el refrán ‘vísteme despacio, que tengo prisa’ (que Benito Pérez Galdós (1843 – 1920) en sus ‘Episodios Nacionales’ atribuyó a Fernando VII, y otros autores atribuyen a Napoleón o a Carlos III)
Ahora bien, yo creo que, en realidad, el que abusa de ir despacio, no llega a ningún sitio, pues no quiere llegar; y mucho me temo que esa es la idea de Pedro Sánchez con las negociaciones a las que se ha comprometido.
El acuerdo fue realizar una reunión mensual entre el PSOE y Junts, y hemos visto que la de noviembre, no se realizó, se llevó a cabo el 1 de diciembre, y, claro, ya es la de este mes, y hasta después de fiestas, en enero, no se realizará otra (hace semanas ya comenté que sería así, como ha sido)
Yo creo que ahora, que estamos en Adviento (según la liturgia católica, corresponde a las cuatro semanas que preceden a la Navidad), nosotros, los independentistas catalanes, estamos en un no adviento, en minúscula), pues no esperamos conseguir nada, como lo muestran las declaraciones de hoy de varios ministros del PSOE (del propio Pedro Sánchez y de Irene Montero) diciendo que se hablará de todo, pero que la independencia y el referéndum acordado, nunca se conseguirán; si bien, están convencidos que mejorarán la convivencia en Catalunya (está claro que no se cansan de repetir esta mentira, como su gran mantra) También es penoso que a una pregunta sobre el motivo de hacer las reuniones en el extranjero, Sánchez ha dicho que algunos participantes vivían en Bruselas. Vaya manera de hablar eufemísticamente, para no reconocer el exilio.
Es ‘curioso’ que hayan acordado la prudencia, el secretismo, y sean ellos (PSOE) los primeros en saltarse las normas, y ‘jueguen’ a forzar y respaldar su relato; como también lo hace Oriol Junqueras de ERC (como apunté ayer)
Vicent Partal, en su editorial de hoy en Vilaweb, nos recuerda que las negociaciones no son garantía de nada, por importantes que sean, pues hay ejemplos como el conflicto entre Israel y Palestina, el de la reunificación de Irlanda, etc., que llevan años enquistadas.
También hemos visto cómo se ha encallado en la burocracia, la aceptación del catalán, euskera y gallego en las instituciones europeas. Y en cuanto a la ley de la amnistía, tal como está planteada y acordada por Junts y ERC, vemos que no será general y tendrá resquicios ‘interpretables’ por los jueces.
Partal señala que en toda negociación ambas partes inician planteando sus exigencias de máximos, y, ambas tienen que ir cediendo, y que el estado español deberá ceder la aplicación de la violencia, y, la parte catalana, renunciar a la vía unilateral (y eso sería ir contra la esencia del 1 de octubre del 2017, ya que hicimos el referéndum y lo ganamos)
A pesar de todos estos problemas, muchos seguimos confiando que Carles Puigdemont trabajará por conseguir el mejor resultado posible, otra cosa es que el PSOE esté predispuesto, ya que, una vez apoltronados en sus tronos, tenderán a dilatar las negociaciones hasta el infinito, con el argumento de que un problema secular, no se resuelve en una legislatura. Este argumento, que acabo de improvisar, mucho me temo que dentro de unos meses lo ‘inventará’ Pedro Sánchez.
Ante esta situación, muchos políticos y politólogos consideran que el ‘procés’ ya ha acabado, que ahora estamos en una nueva etapa, que requiere nuevas estrategias, nuevos ‘tiempos’, y yo diría que, también, de nuevos ‘líderes’, pues es verdad que en esta etapa de negociaciones en tres mesas, si no se regeneran las ideas, no se llegará a ningún lugar, pues careceremos de la fuerza precisa para presionar al PSOE.
Estas tres mesas es otra de las tonterías propias de criaturas; Junts y ERC no se dan cuenta del ridículo que están haciendo, ya que, buscando un mismo objetivo, deberían unificarse las tres mesas, y olvidarse de las rencillas y rivalidades infantiles (o no tan infantiles, pues sabemos que en las elecciones autonómicas y europeas del próximo año, se ‘jugarán’ muchos puestos de trabajo y, económicamente para sus respectivos partidos, es importante, y, más, por las cuotas de poder que representan).
Pero ya tendrán tiempo para discutir y rivalizar, ahora, el objetivo requiere ir juntos, si no lo hacen, todo fracasará. Y a eso juega el PSOE. Y si encima sale una cuarta y una quinta candidatura, peor todavía, es el ‘divide et impera’ (divide y vencerás), que ya figuraba en ‘El arte de la guerra’ de Sunzi (siglo VI a.C.) y que Julio César (100 a.C. – 44 a.C.) aplicó en sus guerras contra los galos.
Ante esta situación que debería ser, forzosamente, regeneradora, todos deberíamos ser capaces de ser más imaginativos, para que nuestro camino (siguiendo la idea expresada ayer de Kavafis) sea recto, y eso requiere tener claro el objetivo y las estrategias a seguir; en caso contrario, el camino será tortuoso y no superaremos las murallas (mentales y reales; ajenas y propias)
Por todo lo expuesto, me parece importante recordar la famosa frase de Jordi Carbonell i de Ballester (1924 – 2016): ‘Que la prudència no ens faci traïdors’ (que la prudencia no nos haga traidores), frase que pronunció en la Diada Nacional del 1976 en Sant Boi.
Esa frase la estampé en una pancarta, y hace años (antes de la pandemia), cuando todavía cortábamos la avenida Meridiana, se la enseñé a Carles Riera (CUP) que vino a participar un momento, y me aseguró que en esta legislatura se habían puesto las pilas, y que no serían prudentes, que irían a por todas. Vaya mal chiste, como hemos visto.
Creo que en la actualidad la mayor parte de los políticos y activistas han asimilado la prudencia a la comodidad, y así nos va, pues la exigencia actual es la de: ‘Renovavit aut mori’ (Renovarse o morir)
Charles Darwin (1809 – 1882), creador de la teoría de la evolución, clarificó que:
‘aquellas especies que no son capaces de adaptarse a su entorno, sencillamente mueren; que no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde a los cambios’
Y eso deberíamos aplicárnoslo todos, a nivel personal, familiar, social, etc.
Por lo que espero que al nivel del colectivo de compañeros de Meridiana Resisteix, seamos capaces, también, de adaptarnos a los nuevos tiempos, a la nueva realidad; y que igualmente hagan los otros colectivos que siguen manifestándose en Barcelona (con diferentes periodicidades y formatos). Una compañera me comentó que la semana pasada, en la manifestación de la Plaça del Rei, los asistentes estaban bajo mínimos.
Mi opinión es que sería positivo coordinarnos todos, y hacer manifestaciones más ‘multitudinarias’ (sumando esfuerzos), con diferentes formatos y periodicidades, distribuyendo octavillas con mensajes claros y pedagógicos; ya que, la alternativa será ir desapareciendo en la invisibilidad de las lágrimas en la lluvia, como los recuerdos (según las palabras del replicante Roy Batty, en la película Blade Runner, de Ridley Scott, que ya cité hace unos días)