- Avast observó foros de discusión en Internet, como Discord, donde los jóvenes discutían la idea de piratear o infectar el sistema escolar y a los maestros con malware.
- Los padres deben educar a sus hijos sobre el comportamiento responsable como ciudadanos digitales para que la práctica no se vuelva ilegal.
México, 5 de diciembre de 2023 – En la actualidad, la tecnología está profundamente integrada en la vida de las personas y por ello, es crucial que los padres sean conscientes de los riesgos y desafíos potenciales asociados con las actividades en línea de sus hijos para garantizar que lo que sea que hagan, no se vuelva ilegal.
Según Michal Salat, director de Inteligencia de Amenazas en Avast, una marca global de seguridad digital y privacidad de Gen™, es importante comprender la motivación que impulsa al niño a explorar prácticas de piratería. «¿Es solo curiosidad? ¿Es para conseguir dinero? Si tu hijo o tus alumnos muestran interés en hackear por pura curiosidad, debes animarlos”, explica el experto.
La piratería implica una variedad de habilidades y conocimientos que pueden ser el punto de partida para que los niños accedan a variedad de carreras en el sector de la tecnología y la ciberseguridad. Muchas de estas aptitudes implican la programación de productos que son seguros para los consumidores, el descubrimiento de vulnerabilidades de seguridad y el análisis de malware. A pesar de que un hackeo se realiza en el ciberespacio, sigue siendo ilegal si se realiza sin consentimiento y tiene consecuencias en la vida real.
Como explica Salat, “hackear es, en cierto modo, similar a un bate de béisbol. Se puede usar para jugar profesionalmente para ganar dinero o se puede usar maliciosamente para golpear a la gente”.
Y las consecuencias de un posible acto ilegal pueden acechar al niño, niña o adolescente en el futuro. “A veces se necesitan años para que se cierre un caso y se procese al hacker, y un delito que, incluso si cometido en la adolescencia, podría poner en peligro una carrera potencial en la industria legítima de la seguridad. O, si el niño no tiene la edad delictiva, los padres pueden ser procesados”, concluye el ejecutivo.
