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Pedro Sánchez, el hombre sin palabra

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

No es ninguna sorpresa, ya estamos acostumbrados a ver que Pedro Sánchez (PSOE) es un gran incumplidor de su palabra, y hoy hemos tenido un nuevo ejemplo, como explico seguidamente.

Uno de los acuerdos firmados para conseguir la investidura de Pedro Sánchez como presidente de gobierno, fue la formalización de unas comisiones de investigación en el congreso de los diputados, para analizar la represión y el espionaje del independentismo catalán, así como investigar los atentados terroristas efectuados en Barcelona y Cambrils (Tarragona) el 17 de agosto del 2017.

Y esas comisiones levantaron y siguen levantando todo tipo de sarpullidos en la judicatura española, pues los jueces se consideran que son inviolables y, someterse a unas comisiones de investigación, consideran que les supedita a otro poder, al legislativo, rompiendo la separación de poderes establecida por la constitución.

Pero es preciso señalar que eso es una lectura restrictiva, errónea e interesada, ya que también el ejecutivo es un poder, pero sometido al legislativo. Y, el poder judicial debería ser igualmente controlable por el poder legislativo, el único poder que es elegido por la ciudadanía y, por lo tanto, tiene o debería tener un plus, un rango superior.

Y, según la constitución, el único inviolable, es el rey, que, precisamente, no es ni debería ser un poder.

Además, si el poder judicial fuera realmente neutral y objetivo, y, por lo tanto, justo, no debería temer que se le controlase; pero, como no se dan esas premisas, ya que la base ideológica de la judicatura y de la fiscalía es netamente franquista (que antepone la unidad de España a la democracia), ahí radica el problema, y, por eso, están ejerciendo todo tipo de presiones, que bien podrían considerarse un golpe de estado a todos los efectos.

Si el poder judicial fuera ‘justo’, funcionarían adecuadamente las medidas reguladoras y correctoras, para depurar a los jueces ‘disfuncionales’, pero, vemos que no es así.

Y claro, Pedro Sánchez, como exponente del españolismo, no desea ir contra ese poder de las ‘puñetas’, y, asimismo, teme enemistarse, por lo que pueda pasar.

Por esto, y a pesar de que la semana pasada, de común acuerdo entre Junts, ERC y el PSOE, el congreso aprobó crear las comisiones de investigación mencionadas; ayer, nos enteramos que el PSOE vetará que los jueces declaren en esas comisiones, como han pedido ERC y Junts; Pedro Sánchez aseguró, asimismo, que desde el gobierno español están en contra de esas comparecencias.

Y eso, de forma clara, es un total incumplimiento de los acuerdos, pues crear las comisiones y vaciarlas de contenido, en la práctica, es una gran tomadura de pelo, como lo es, también, acordar traspasar la red ferroviaria de cercanías, y ayer oír al ministro de transporte, Óscar Puente, decir que se efectuará ese traspaso acordado, pero que seguramente no se realizará en esta legislatura que acaba de empezar, que el proceso será muy largo y pausado. 

Mi escrito de ayer lo finalicé citando a Mafalda (Quino; Joaquín Salvador Lavado, 1932 – 2020) pues describió a la perfección la complejidad que tenemos, al decir que:

‘Lo peor es que el empeoramiento empieza a empeorar’,

y me parece claro que Pedro Sánchez, con su estrategia habitual, no hace otra cosa que empeorar el empeoramiento, pues la actual complejidad la genera Pedro Sánchez, ya que:

‘Un hombre sin palabra, es un hombre sin pensamiento’ (John Steinbeck)

‘El hombre razonable se adapta al mundo; el irracional persiste en tratar de adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo progreso depende del hombre irracional’ (George Bernard Shaw)

Parece paradójico que el progreso dependa de las personas irracionales; y, en este caso, vemos que, comparativamente con Mariano Rajoy (PP), efectivamente, con Pedro Sánchez, algo se mueve, pero, sabiendo sus habilidades de trilero, no podemos confiarnos.

Pero, asimismo, el problema también lo tienen los políticos independentistas, y, por extensión, todo el movimiento independentista, pues, como se dice popularmente:

‘Hay tres clases de cerebros: el primero discierne por sí, el segundo entiende lo que los otros disciernen y el tercero no entiende ni discierne lo que los otros disciernen. El primero es excelente, el segundo es bueno y el tercero es inútil’.

Y constatamos, para mayor desgracia del movimiento independentista, que nuestros políticos, básicamente, tienen el tercer tipo de cerebro; pues se dejan engañar una y otra vez, sin aprender.

Por eso, los independentistas de base deberíamos afrontar el actual momento, siguiendo el siguiente consejo:

‘El hombre no puede descubrir nuevos océanos a menos que tenga el valor de perder de vista la costa’ (André Gide)

Pues, como dijo Albert Einstein (1879 / 1955): ‘Si siempre haces lo mismo, no esperes resultados diferentes’, por eso, debemos cambiar, fijar una estrategia clara y definir acciones acordes con ella; si seguimos como hasta ahora, con más de lo mismo, los resultados serán los mismos, y, al final, la irrelevancia.

Y siguiendo con Einstein: ‘Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad’; así que, si realmente queremos, debemos cambiar, ese es el camino, pues, dicho científico dijo: ‘La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar’.