•“Es muy emocionante ver cómo crece el Centro, pero lo es aún más ver cuántos alumnos egresan y saber que contribuiste con un granito de arena para que hoy sean profesionistas”, dijo el trabajador administrativo del Centro Universitario Valle de Chalco.
Valle de Chalco Méx; 01 de enero de 2024. “Cada que alguien me pregunta dónde trabajo digo con mucho orgullo que en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) y es que valoro mucho ser parte de esta institución, que me ha dado tanto en lo laboral y lo personal”, afirmó Juan Salomé Torres Tamariz, trabajador administrativo del Centro Universitario Valle de Chalco.
Con 21 años de servicio, Torres Tamariz, quien se desempeña en el área de mantenimiento del campus, recuerda que fue en julio de 2002 cuando inició su trayectoria laboral en la institución educativa.
“Trabajaba en el Estado de Morelos, realizando una actividad realmente dura. Un amigo me comentó que había una plaza en este campus, traje mi documentación y mi ingreso fue casi inmediato. Desde entonces, solo ha sido disfrutar del formar parte de esta gran institución. Para mí la UAEMéx es un oasis”, aseguró.
El vecino del municipio de Amecameca, donde tiene una pequeña carpintería, refirió que cuando llegó al Centro, éste solo contaba con un edificio. “Hoy es un monstruo con más de tres mil alumnos, donde además de seis licenciaturas, se ofrecen también estudios de maestría y doctorado”.
“Es muy emocionante ver cómo crece el Centro, pero lo es aún más ver cuántos alumnos egresan y saber que contribuiste con un granito de arena para que hoy sean profesionistas”, dijo.
Cuando llegué, indicó, me propuse dejar huella, mediante mi trabajo, en mi nueva casa y considero que lo he logrado, ya que en cada espacio y rincón del Centro Universitario Valle de Chalco hay algo de mí; así, por ejemplo, con madera, hice el escenario del auditorio; también he realizado trabajos de pintura, de electricidad y herrería.
“No hay nada que me llene tanto como ver los rostros de los padres cuando egresan sus hijos, cuando realizan su examen profesional o se toman la fotografía de generación, principalmente el rostro de sus madres, sus lágrimas de felicidad. Esos momentos me llenan porque sé que contribuí en la formación profesional de esos jóvenes, haciendo bien mi trabajo y teniendo para ellos espacios dignos, funcionales, limpios”, dijo.
En lo estrictamente personal, abundó, la Máxima Casa de Estudios mexiquense me ha dado todo. Solo tuve la oportunidad de estudiar la secundaria y la institución me permitió crecer como persona, como ser humano. Aprendo mucho de los alumnos, los maestros y los directivos. Mi familia reconoce que desde que entré a trabajar a la universidad operó en mí un cambio.
“Sin embargo, lo más importante es que trabajar aquí abrió las posibilidades para que mis hijos estudiaran una licenciatura. Mi hija es Licenciada en Ciencias Políticas y mi hijo es Licenciado en Contaduría, ambos egresados del Centro Universitario Amecameca”, sostuvo.
Además, subrayó, gracias a la UAEMéx conozco mucha gente y es muy grato saber cómo la institución les permite mejorar su forma de vida. “Es muy satisfactorio ver como mis compañeros de trabajo, los profesores, crecen profesionalmente, pero es mejor saber que los egresados superan muchos obstáculos y se desempeñan laboralmente, incluso en el extranjero. Esos momentos se quedan en el corazón”.
De verdad, estoy muy agradecido con la UAEMéx y parafraseando a Amado Nervo, puedo decir: ¡Universidad, nada me debes! ¡Universidad, estamos en paz!, concluyó Juan Salomé Torres Tamariz.