En el transcurso de esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador se vio envuelto en una polémica que rápidamente se propagó en redes sociales y captó la atención de periodistas e internautas. El tema inicia cuando un video que circuló en el entorno digital mostraba al presidente saludando de beso a la diputada Salma Luévano, que es una mujer transgénero, en esencia el video no generó mucho ruido, sin embargo, la descripción que López Obrador utilizó para referirse a la legisladora en la mañanera, cuando abordó el tema, fue lo que provocó una gran controversia. Y es que el presidente, cometió el error de referirse a la diputada como «señor vestido de mujer» lo que generó un revuelo considerable, desatando críticas y comentarios en redes sociales que acusaban al mandatario de transfobia y discriminación; así como hubo algunos internautas que expresaron su descontento, llamando la atención sobre la importancia de la sensibilización de género y condenando la falta de respeto en la silla presidencial.
Ante la ola de críticas, López Obrador se vio en la necesidad de ofrecer disculpas públicas a Luévano, reconociendo su error y asumiendo la responsabilidad de malgenerizar a la diputada señalando que “Si opiné sobre este tema es porque considero que el amor no tiene sexo, está por encima de todo”. Este gesto, revela un matiz diferente en la estrategia de imagen que el presidente podría estar adoptando en la fase final de su administración, pues han sido contadas las ocasiones en las que lo hemos visto ofrecer una disculpa pública, especialmente en temas relacionados con sus expresiones durante las conferencias matutinas que ya lo han metido en problemas.
Por su parte, Salma Luévano, ha reiterado su identidad como mujer trans y ha agradecido la disculpa del presidente, señalando que existe un respeto mutuo, lo que ayuda al posicionamiento de su disculpa y propicia que la controversia se disipe.
Al final, este momento es sumamente importante pues nos da una perspectiva interesante de cómo podría ser la recta final de su administración, que tal vez puede estar marcada por una imagen más reflexiva y abierta al reconocimiento de errores; pero, no sólo eso, también una imagen más relajada en miras a las próximas elecciones y el favor de los futuros y nuevos votantes, por algo, al hacer esta disculpa incluye a una audiencia a la que él mismo reconoce no ha llegado: los jóvenes y con esta se suma a la plataforma Tik Tok, donde sin duda buscará llegar a las simpatías de una audiencia mucho más difícil, a la que no le interesa la política, y que probablemente no atienda a sus videos como a él le gustaría, pues como él mismo lo dijo “no habla de corrido”, aunado a que los temas que aborda en general no les llaman la atención; por lo que será un reto interesante para la construcción de su imagen, su discurso y cómo procurará dirigirse a ese sector de la población.