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Prisas, urgencias, improvisaciones y ocurrencias

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Desde hace tiempo, pero más todavía en la actualidad, somos esclavos de las urgencias en todos los ámbitos, lo que comporta una superficialidad, como hemos visto estos días con la aprobación de dos de los tres decretos de la ley ómnibus; y en este escrito, reflexiono sobre todo ello.

En primer lugar, me parece preciso detenerme en el concepto de la urgencia, de lo urgente, de lo que requiere una atención sin demora.

Todos hemos vivido momentos de falsas urgencias, que comportan un cierto estrés y producen un resultado insatisfactorio, tanto por la propia tarea en sí, como por las otras que deben ser pospuestas. Y, generalmente, esas falsas urgencias son provocadas por los superiores, comportando una ineficiente gestión del tiempo. Unos superiores que se dejan llevar emocionalmente, siguiendo, únicamente, su cerebro primitivo, el reptiliano (tronco del encéfalo y cerebelo, que controla los instintos), es decir, sin pensar, como sí que hacen los que se asemejan al estado mental ‘mente como el agua’ (que es un estado mental originario de las artes marciales, que busca el control para la adaptación al momento), que ni infra-reacciona ni sobre-reacciona.

Así, las urgencias, en general, son un indicio de incompetencia. En una empresa bien organizada, las urgencias no deberían existir, pues son el cáncer de toda organización, ya que las urgencias suelen mostrar que las cosas no se hacen con eficacia y eficiencia.

Muchas urgencias son consecuencia de la falta de proactividad, que se expresa dejando pasar el tiempo, quedando relegadas a un segundo o tercer plano, ya que, cuando aparecen, no son urgentes. Y esa falta de proactividad, acaba comportando la actuación reactiva, es decir, cuando las tareas inicialmente no eran urgentes, al final, acaban siéndolo; y claro, al tener que realizarlas rápidamente, sin el pensamiento y el debate preciso, con un trato diferente del habitual en circunstancias normales, su efectividad final, cuanto menos puede ser dudosa.

Y claro, atender de forma prioritaria y urgente una tarea, pospone las otras, que pasarán a ser también urgentes; y así, se va actuando de forma continuada con el siguiente esquema: urgencia – reacción; urgencia – reacción, y así, todo acaba siendo ruido. Y, en definitiva, el producto final tendrá una merma de la calidad.

Pero, como dice el refrán, ‘cuando todo es urgente, nada lo es’. Por lo que es recomendable otro refrán, ‘vísteme despacio, que tengo prisa’.

Lucius Anneus Séneca (4 a.C. -65) ya dijo: ‘no puede haber orden cuando hay mucha prisa’.

Y según Gilbert Keith Chesterton (1874 – 1936): ‘una de las grandes desventajas de la prisa, es que lleva demasiado tiempo’.

Y de acuerdo con el escritor mexicano Doménico Cieri Estrada (n. 1954): ‘La prisa y el necio se topan frecuentemente’; ‘tómate tu tiempo’.

Ahora bien, obviamente, hay tareas urgentes, que no se pueden prever, ni se pueden evitar, ni se pueden ignorar, ni se pueden posponer.

Todo este preámbulo viene a cuento de lo que hemos visto estos días en el congreso de los diputados, pues:

Que el gobierno del PSOE y Sumar, establezca los decretos ley ómnibus sin una previa negociación, o meramente superficial, con los partidos que le han de dar el apoyo en el parlamento, no es más que una forma de prepotencia de Pedro Sánchez (PSOE) y de Yolanda Díaz (Sumar).

No se puede menospreciar a los que te han de votar en el congreso; y eso lo han hecho esos dos líderes.

Así, al final, pudimos ver que el último día todo eran reuniones, corridas por los pasillos, llamadas telefónicas, pues Pedro Sánchez buscaba negociar los votos precisos, fundamentalmente los de Junts, ya que los otros partidos ya habían asegurado su voto afirmativo. Y claro, el resultado final fueron acuerdos que más bien rozan las ocurrencias, las ideas inesperadas, improvisadas, sin estudio ni preparación.

Y por parte de Yolanda Díaz, la situación es más compleja, ya que apenas se esforzó en buscar el voto favorable de los 5 diputados de Podemos. Es evidente que entre esos dos partidos hay más odio que otra cosa, pues tras su divorcio, pasaron del ‘amor al odio’. Y en todo divorcio de mal rollo, no hay resquicios de cordura. Así, vimos cómo Yolanda Díaz vetó a las exministras de Podemos, Irene Montero e Irene Belarra, para continuar en el gobierno, y ahora Podemos le pasa factura.

Pero, aún así, Yolanda Díaz estaba obligada a negociar con Podemos (como hizo Sánchez con los independentistas de Junts), si quería su voto, que era imprescindible, como se vio, ya que finalmente, no se aprobó el decreto ley con medidas anticrisis. Y, el nefasto comentario de Yolanda Díaz, fue que Podemos había perjudicado a los trabajadores, votando con el PP y Vox. Un comentario demagógico, absurdo, prepotente y rencoroso.    

Ahora, Sumar ofrece tramitar ese decreto ley como proyecto de ley, para ‘negociar’ las enmiendas que Podemos considere preciso introducir.

Como he señalado, la prepotencia de Pedro Sánchez, le ha convertido en el campeón de los decretos-ley, ya que es el presidente español que más ha usado y abusado de esa forma de proceder. Ya que así evita el paso previo por las Cortes, y su aprobación / convalidación como ley, se puede demorar hasta 30 días, pero ya como hecho consumado, que es más difícil e inoportuno de retrotraer.

Pedro Sánchez, desde junio del 2018, ha promulgado 141 decretos ley; Adolfo Suárez, en apenas 5 años, 51; Felipe González, en 14 años, 129; José María Aznar, en 8 años, 130; José Luis Rodríguez Zapatero, en 7 años, 108 y Mariano Rajoy, en 7 años, 117.

Y eso a pesar de que el tribunal constitucional manifestó que para sustentar un decreto ley, debe haber urgencia, ya que suplanta la capacidad legislativa del parlamento; y sólo en temas urgentes, el ejecutivo tiene esa capacidad de legislar, de forma transitoria.

Y claro, esa forma de proceder, en este caso de Pedro Sánchez, provoca un estrés en todos los partidos, especialmente entre sus socios que deben aprobar los decretos ley en cuestión; y, además de demuestra la prepotencia de ese señor, así como su excesivo narcisismo, pensando que es el rey del mambo, y que todos los demás, han de reírle sus gracias en el momento que él lo requiera.

Igualmente, configurar leyes ómnibus, que engloban temas dispares, que deben ser aprobadas en su totalidad, es otra muestra de prepotencia, pues priva a los partidos de la oposición a discriminar los temas; ya que se ven ‘forzados’ (mejor dicho, chantajeados) por el ‘caramelo mayor’. Así, el tema de la revalorización de las pensiones, era ese caramelo que forzaba a aprobar temas dispares en la actual ley ómnibus.

Pero, claro, como ya indiqué en un escrito anterior, esa forma de proceder es propia de dictaduras, o de democracias inmaduras con mayorías absolutas; pero no es el caso, así que, en la actual legislatura, Pedro Sánchez debe asumir que ha de trabajar más y mejor, que ha de pactar todos los temas con sus socios de investidura, si es que no quiere sufrir un calvario que acabe con la legislatura antes de lo previsto. Estos días ya se ha oído que quizás el actual gobierno no aguante mucho más, después de las elecciones al parlamento europeo, previstas para el 5 de junio. Pero ya veremos, pues Sánchez es un trilero, un equilibrista de mil caras, y puede sorprendernos con nuevas ocurrencias.

Estos días tenemos un claro ejemplo del mal resultado de las prisas, las improvisaciones y ocurrencias, y es el tema ‘acordado’ entre el PSOE y Junts, sobre el traspaso integral de la regulación de la inmigración (tema apuntado en el pasado mes de setiembre por Carles Puigdemont).

Un tema que, por su importancia, hubiera requerido un pormenorizado estudio y planificación, y no aparecer, de improviso, el último momento, como moneda de cambio para la aprobación de los proyectos omnibús.

Y por eso, al conocerse ese acuerdo, hemos visto que todo el circo se revolucionaba, pues:

Todos los medios de comunicación unionistas, igual que el PP y Vox, levantaron el grito al cielo, clamando a todos los demonios, por esa transferencia que, según ellos, rompe la unidad de España.

El ministro de la presidencia y de justicia, Félix Bolaños, así como la vicepresidenta primera María Jesús Montero, salieron rápidamente a decir que no era una transferencia del tema, en todo caso, sería una delegación de algún aspecto del mismo. Y que esa delegación (de acuerdo con el artículo 150 de la constitución, precisaría ser aprobada por una mayoría cualificada del congreso, 176 votos), y que la harían extensible a todas las comunidades autónomas que lo soliciten (ahora ya lo ha pedido el PNB). Es decir, continúan con la política del café para todos.

Los sindicatos policiales incluso han enviado un escrito a la comisión europea, criticando esa transferencia, ya que consideran que les resta operatividad. A mi modo de ver, que he tenido una larga experiencia en el sindicato de comisiones obreras (CCOO), estoy convencido que los sindicatos se extralimitan, ya que deberían reducir su actividad a la meramente relacionada con el mundo laboral de su ámbito. Y, por lo tanto, a esos sindicatos policiales no les corresponde discutir temas de ámbito político superior, deben acatarlo.

También algunos mandos de la policía autonómica de Catalunya (mossos d’esquadra), han manifestado que con los medios que disponen en la actualidad, no tienen capacidad para asumir esas ‘futuras’ tareas. Evidentemente, esos mandos pueden y deben comentar ese déficit a su superior, y, en última instancia al conseller de interior de la Generalitat. Y punto.

La consellera de la presidència de la Generalitat, Laura Vilagrà (ERC), justo tras las votaciones en el congreso, telefoneó a Félix Bolaños (PSOE), para pedir aclaraciones, pues el govern de la Generalitat es el que debe llevar a la práctica la gestión, y, por ello, exigió que debía ser con ellos, con quien debía pactar esa transferencia. El ministro Bolaños, le confirmó que no sería una transferencia, sino una simple delegación de algún aspecto, y que, en su momento, lo coordinarían con la Generalitat. Y, claro, a la consellera le ha falta tiempo para hacer el carrusel por todos los medios de comunicación, puntualizando que no era una transferencia integral ni mucho menos, que sería una delegación de algún aspecto, y que ERC también quiere la transferencia de todos los temas, pero sin letra pequeña, y con los costes y medios adecuados.

Por su parte, Jordi Turull y Laura Borràs, Secretario y Presidenta de Junts, respectivamente, han aprovechado estos días, para hacer un populismo barato, argumentando que con esa ‘transferencia’, la Generalitat tendrá la capacidad para expatriar a los inmigrantes con delitos multi-reincidentes; mezclando y generalizando problemas, ya que los delincuentes reincidentes no sólo son los inmigrantes llegados ilegalmente, los hay de la comunidad europea, de América y, claro, también de españoles y catalanes. Y es un gran error, mezclar esos temas, cuando deberían centrarse en mostrar su proyecto de integración y de gestión, si es que lo tienen; máxime, pensando que los que deberán gestionar el tema será el govern de ERC.

Y es otro error que Oriol Junqueras (ERC) en su tuit, ayer lanzara el siguiente mensaje: ‘Abrazar los discursos de la extrema derecha que criminalizan a las personas migrantes, lejos de resolver las situaciones de pobreza y exclusión, pone en riesgo la cohesión social, un país compartido con todo el que vive y su incorporación al proyecto nacional. Nos la jugamos mucho’. Y eso, claro, es un ataque frontal a Junts, a los que implícitamente etiqueta como de extrema derecha; pero sin decirlo, es la práctica opusdeísta – farisáica, de tirar la piedra y esconder la mano.

Evidentemente, este ejemplo que nos ocupa, es una muestra de que tantas mesas de negociación, no son operativas; que tanta división y rivalidad entre los partidos independentistas, es un gran lastre. Y hasta que no se den cuenta de que sólo ‘la unidad hace la fuerza’, iremos de mal en peor, pues este ha sido el primer conflicto, y tendremos de nuevos, seguro.

Es vergonzoso que cuando ERC negocia con el gobierno de Pedro Sánchez el traspaso de la red de trenes de cercanías, por ejemplo, (con todas sus limitaciones), Junts critique, precisamente esas limitaciones. Y cuando Junts negocia la transferencia de la inmigración, sea ERC el que ponga todos los palos a las ruedas. Y así, todo acabará en papel mojado.

Eso es de criaturas que se juegan su poltrona, o la pretenden. No hay otra. Y, claro, así no iremos ni a la vuelta de la esquina.

Para finalizar, me parece que es ilustrativa la lectura de las siguientes fábulas, un tanto escatológicas, pero que se adecúan al momento que vivimos:

1)

‘Un pajarito estaba volando hacia el sur para huir del invierno. Pero hacía tanto frío, que se congeló y cayó en medio de un prado. Mientras estaba tendido en la hierva congelándose.

Mientras estaba tendido en la hierva llegó una vaca que se le cagó encima.

El pajarito se quedó hundido en la caca, pero pronto se dio cuenta de que era muy cálida, pues lo estaba calentando. Se quedó allí dentro, tumbado y feliz y empezó a silbar de felicidad.

Un gato que pasaba por allí lo oyó y se acercó a investigar. Siguiendo los silbidos encontró al pajarito enterrado, lo sacó de allí dentro y se lo comió.

Moraleja: no todo aquel que te saca de la mierda es tu amigo; y si estás de mierda hasta el cuello, mantén el pico cerrado.

2)

‘Un pavo y un loro estaban charlando. Me encantaría subirme a ese árbol, dijo el pavo, pero no tengo la suficiente energía.

¿Por qué no te comes mis excrementos?, ofreció el loro. Tienen montones de nutrientes.

El pavo probó un poco y descubrió que tenía suficiente energía como para subirse a la primera rama del árbol.

Al día siguiente, después de comer un poco más de mierda, consiguió subirse a la segunda rama. Y, finalmente, después de cuatro días, consiguió llegar a la copa del árbol.

Pero un granjero lo vio subido allí arriba y lo derribó de un tiro.

Moraleja: la mierda puede llevarte a lo más alto, pero no te ayudará a mantenerte allí’

(https://tools4success.es/fabulas-de-manafgement)

Creo que todo queda suficientemente claro, y que no son precisas más explicaciones.