La creatividad es una herramienta super poderosa para poder llegar a nuestros clientes potenciales y para posicionar una marca, y esto implica también que no siempre debemos llegar a ellos exclusivamente vendiendo nuestro producto. Existen otras herramientas que nos ayudan a posicionar nuestra imagen y que son parte de este proceso creativo; y es que si bien, esta creatividad muchas veces implica que se corra el riesgo de caer en esquemas que generan un resultado negativo, hay otros que promueve que la imagen de la marca se posicione de manera positiva. Y este es un ejemplo, limpio de cómo sí posicionar una marca y producto.
El pasado 12 de enero se celebró el Día Mundial del Mazapán, y Dulces de La Rosa sorprendió a propios y extraños con un lanzamiento muy singular: la venta de diversos paquetes de mercancía conmemorativa.
Esta edición especial, generó un revuelo significativo entre los aficionados a este tradicional dulce mexicano, sobre todo porque en redes se viralizó la famosa maleta de Mazapán de la Rosa, a la que muchos calificaron de novedosa porque además de llevar llantitas tiene la forma del dulce y evidentemente es una forma de promoción andante de la imagen del producto.
Así, la empresa creó 10 paquetes conmemorativos que incluyen una variedad de mazapanes y dulces de la marca, entre otros artículos temáticos como mochilas y termos con precios que van de los 499 a los mil 500 pesos. Lo interesante es que muchos de los paquetes se agotaron rápidamente, demostrando la alta demanda de estos productos por ser novedosos y temáticos. Y aunque el concepto de usar maletas lo hizo propio la marca de huevos “San Juan” cuando lanzó una campaña en 2017 en la que regalaban una maleta a las personas que viajaran con sus cosas empacadas en una caja de huevo de la marca, hoy De la Rosa retoma este concepto y lo hace de una forma sumamente elegante.
Ahora, esta estrategia no es sólo una cuestión de vender productos; es una forma efectiva de reforzar la identidad de la marca mediante creativos conceptos que teóricamente nada tienen que ver con mi producto, pero que permiten que las empresas conecten de una manera diferente con sus consumidores, promoviendo a su vez un sentido de lealtad; y no sólo eso, en la era digital, la comercialización de mercancía asociada a la marca ha evolucionado y se ha expandido a plataformas en línea. Este fenómeno ha abierto nuevas oportunidades para las empresas, permitiéndoles llegar a audiencias globales y establecer conexiones más estrechas con sus seguidores.
Por ejemplo, imaginen que ahora, Starbucks, que genera un fuerte revuelo por los lanzamientos de los termos y vasos de la marca, tuviera una opción en el que una cantidad determinada de sus productos pudieran comprarse en línea y personalizarse ya sea con el nombre, color, cubre popote, entre otros. Seguramente las filas virtuales serían largas y la exclusividad que tienen muchos de sus productos, que no son café o comestibles, tendrían una mayor demanda, lo que además propiciaría un posicionamiento positivo de su imagen en términos de experiencia y autenticidad; y seguiría recompensando la lealtad de sus consumidores.
Al final, esta táctica de crear mercancía asociada no sólo celebra productos, sino que construye experiencias y relaciones más profundas con los consumidores, y aunque se debe tener cuidado sobre qué tipo de productos voy a usar como mercancía adicional para posicionar mi producto/servicio, una buena estrategia tendrá un resultado favorable.
Veámoslo de la siguiente manera, fidelizar a los clientes va más allá de un simple intercambio comercial; es el arte de envolverlos en una experiencia única que trasciende lo convencional o lo ordinario. Las marcas, por ende, deben explotar esta estrategia para, no sólo posicionar su imagen y sus productos, sino también para cultivar una lealtad duradera. La creatividad, cuando se aplica con maestría, además de traducirse en ventas; se convierte en un vínculo emocional que perdura.