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El blindaje del régimen del 78

El PSOE y el PP discuten y discrepan sobre todo, pero comulgan juntos, son cómplices y van del brazo para defender su constitución, que defienden con todas sus armas, como expongo en este escrito.

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Seguidamente reproduzco fragmentos de un artículo sobre el particular, que refleja con detalle y precisión el tema en cuestión.

‘Reformar la Constitución es un fenómeno político casi paranormal en la reciente historia de España. Desde que fue aprobada en diciembre del 1978, la Carta Magna ha quedado cerrada a cal y canto, y sólo se ha abierto una mínima rendija en tres ocasiones para modificarla puntualmente, y por tres obligaciones: europea el 1992, presupuestaria el 2011 y moral el 2024.

Y todas las reformas han compartido tres denominadores comunes: han nacido de la complicidad entre el PSOE y el PP, han evitado que se aborden temas que cuestionen el orden establecido y se han tramitado de manera exprés y en períodos fuera de la actividad ordinaria.

La reforma del artículo 49 que el Senado valida esta semana es la enésima demostración que todo lo que sobrepasa del perímetro del régimen del 78 no se toca.

El 1992 la Constitución se adaptó al Tratado de Maastricht para permitir a los europeos ser elegidos en las elecciones municipales; el 2011 se introdujo el concepto de ‘estabilidad presupuestaria’ y el 2024 se ha eliminado el término ‘disminuidos’. Cambios en cuentagotas.

(…) (Recientemente, las propuestas de diferentes partidos para incluir otros aspectos) no se llegaron a votar porque la Mesa del Congreso alegó que sólo se podían aceptar las modificaciones que afectasen al artículo que era objeto de la reforma. Es el mismo razonamiento que hizo la Mesa del Senado (…)

(…) Una de las voces más combativas estas semanas ha sido Àgueda Micó, diputada de Compromís (…) que afirmó que nada impedía que se aprovechase la reforma del artículo 49 ‘para abordar asimismo la necesaria reintegración del Derecho Civil valenciano’; pero el PSOE y el PP han insistido que la reforma estaba concebida únicamente para dignificar a las personas con discapacidad (eliminando el arcaico término ‘disminuidos’)

(…) Ahora bien, no ha sido cuestión sólo de los temas que se han podido poner sobre la mesa, sino que el PP también ha impedido, con la complicidad del PSOE, que se pueda someter a votación popular la reforma del artículo 49 (…) para evitar que Sumar no pidiese un referéndum para ratificar esta modificación (lo pueden hacer 35 diputados) para evitar que se abriese la puerta que los partidos independentistas convirtiesen el referéndum en un plebiscito sobre la totalidad de la Constitución. Es decir, se pueden modificar sólo determinadas cuestiones y, sea como sea, la reforma constitucional no puede superar los muros de las Cortes Generales. Sin permitir que la ciudadanía diga la suya.

(…) Además de las restricciones de los temas que pueden plantearse en estos procesos de reforma, todas las modificaciones se han hecho a través de una tramitación exprés, comprimiendo al máximo los plazos y limitando los debates. Y se han resuelto en semanas en las que no acostumbra a haber actividad parlamentaria (porque son meses inhábiles, precisamente, según la misma Constitución). El 1992 y el 2011 fue en el verano y el 2024 ha sido en enero. Reformas con todas las prisas para superar el trámite y volver a poner la llave al candado de la Carta Magna (…)’

(Martí Odriozola i Marcé, elnacional.cat; 25 de enero del 2024)

Me parece que es evidente el secuestro de la constitución por parte del PP/PSOE o PSOE/PP, partidos que, en el fondo y en la forma, se han apoderado de esa norma. Y es así, ya que el espíritu de esos dos partidos comulga plenamente con el régimen del 78, y con lo que representa de actualización y asunción del franquismo.

Está claro que abusan tal como explica Odriozola en su artículo citado, por tener los diputados suficientes para ello; así que podría decirse que son actuaciones democráticas, respaldadas por los votos.

Pero, recurriendo a una frase histórica (y machista), ‘la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo’ (*) y, por lo que vemos, el dúo del PP/PSOE, con las formas utilizadas, no parecen honrados.

(*) frase expresada por Julio César, a finales del año 62 a. C., tras los ritos de la Bona Dea (la buena diosa), presididos por Pompeya, la esposa de César; y efectuados con la exclusiva asistencia femenina, pero, en esa ocasión, se descubrió que había asistido un hombre, disfrazado de mujer.

Blindar el contenido de la reforma, tramitarla de forma exprés y en períodos inhábiles, dando todo el poder a la mesa del congreso y senado, etc., no sólo es oscurantismo, es antidemocrático. Todo lo que sea privar el debate político, es vergonzoso, repugnante.

La democracia no es simplemente el gobierno de la mayoría, ya que, asimismo, debe proteger los derechos reconocidos de las minorías frente a la voluntad mayoritaria del momento. Y todo gobierno, por más apoyo mayoritario que tenga, está obligado a respetar el marco democrático; ningún gobierno puede violar los legítimos derechos de las minorías.

Respetando los derechos de las minorías a participar en los debates parlamentarios, se potencia el nivel democrático; y, como vemos, en los temas centrales que conforman el núcleo duro del estado, el PP/PSOE actúan de forma cómplice, secuestrando su constitución. Y después, se llenan la boca diciendo que España es una democracia plena. Qué estafa más grande es todo, pues no respetan los derechos fundamentales de los partidos minoritarios.

Sobre todo esto me parece interesante hacer un cierto paralelismo con los cangrejos ermitaños (paguros, paguroideos):

‘(…) Crustáceos que tienen en común el uso de conchas de caracoles muertos (tanatocresis) para cubrir su abdomen, que es más blando que el de otros cangrejos.

(…)

Sólo tienen cubierta la parte delantera, por un exoesqueleto rígido, y, para protegerse, se refugia dentro de conchas vacías. Su abdomen está enroscado para que pueda caber dentro de la concha; además sus patas y pinzas le permiten bloquear la entrada.

A medida que el cangrejo crece, debe cambiar de casa. Empieza por inspeccionar detenidamente con sus pinzas las conchas vacías y cuando encuentra la adecuada, se muda rápidamente, pues encontrar una concha vacía es cuestión de vida o muerte, por lo que son frecuentes las luchas entre ellos cuando hay pocas disponibles.

El inconveniente de este sistema de crecimiento es que este lapso que transcurre entre que se desprende de la concha vieja y entra en la nueva, en animal queda indefenso y a merced de un gran número de depredadores que buscan esa oportunidad para comérselo.

(…)

Algunos ermitaños se asocian con anémonas que imponen a los depredadores con sus tentáculos urticantes.

(fuente: Wikipedia)

Metafóricamente, me parece interesante hacer un paralelismo entre el régimen franquista y el citado cangrejo ermitaño que, para protegerse y blindarse, busca el caparazón de la constitución ‘democrática’ y, cuando está obligado a introducir algún pequeño retoque, lo hace rápidamente, para evitar ‘quedar al descubierto’.

Seguidamente reproduzco un cuento del que podremos extraer, también, enseñanzas:

‘El cangrejo ermitaño

Un día, hace ya muchos años, nació en nuestras playas un cangrejito que no tenía caparazón y los demás seres que habitaban junto a él se burlaban de su aspecto. Las jaibas y otros cangrejos, que eran más robustos y bravos, le daban fuertes horquetazos en su cuerpo desnudo y le decían: ‘quita de aquí, pelao’, ‘fuera de aquí, cabeza de mate’ y le hacían miles de mofas.

Pero a quienes más les temía nuestro cangrejito, era a las gaviotas y a las garzas, ya que ellas le tenían una gran apetencia, porque al verlo sin caparazón les parecía más delicioso. Por esta razón el animalito sufría mucho y casi no podía salir a pasear libremente por la playa o jugar con las olas, como sí lo hacían las jaibas, caracoles y demás seres del mar.

Cierto día decidió refundirse en lo más apartado del mar y no conversar con nadie, por lo que los demás vecinos empezaron a llamarle cangrejo ermitaño; más siempre sentía el deseo de dar una vuelta por la playa, para lo cual esperaba que ésta estuviera solitaria. Un día, mientras estaba correteando alegremente, lo divisó una gaviota. Nuestro cangrejito se vio perdido y corrió son saber dónde ocultarse. Felizmente chocó con la concha vacía de un caracol y allí se refugió; el ave no pudo comérselo.

Estuvo largo tiempo oculto en dicho lugar y, una vez que la vio alejarse volando hasta perderse en el horizonte, hizo él intentó trasladarse hacia el agua siempre con la concha a cuestas, por temor a que volviera su enemiga; al principio sus movimientos fueron torpes y lentos, más poco a poco se fue acostumbrando y decidió que ese escondite le serviría, a partir de ese día, de casa.

¡Creo que esta concha de caracol puede protegerme de mis enemigos!, se dijo feliz nuestro cangrejito. Pero pasó el tiempo y su cuerpo creció. La concha le quedaba muy estrecha y se dijo: ¡oh ¿y ahora que hago?! … mi hogar cada día me resulta más estrecho, no puedo moverme. Así estuvo con el problema hasta que se encontró con otra más grande, y decidió trasladarse hacia ese nuevo hogar, más amplio.

¡Ahora puedo pasear, creo que estoy más protegido! Se dijo dignamente, más, aún así, no se sentía muy seguro, y como ya había aprendido a pensar, dijo: ¡si no estoy muy seguro puedo buscar algo que me proteja aún más, y así como encontré por casualidad esta concha, también puedo encontrar otra cosa que me sirva para defenderme mejor.

Un buen día, mientras paseaba por unas rocas marinas, se encontró con una anémona que estaba comiendo unos trozos de pescado (…) y ésta le comentó, tristemente: sufro de estar todo el día aquí sin poder moverme a ningún lado (…) si ahora estoy comiendo es porque tuve la suerte de que hace un rato un tiburón estuvo comiéndose un pescado aquí cerca, y entonces, quedaron estos restos.

Pero tienes suerte, le dijo el ermitaño, nadie puede hacerle daño, ni las gaviotas, ni los peces más grandes, tampoco las jaibas, pues existe el temor de chocarse con su veneno.

(…) a la anémona se le ocurrió una idea: ¿Qué tal, estimado cangrejo, si con sus tenazas me coloca encima de su casa y me traslada por diferentes lugares? De esta manera puedo conseguir mejor mis alimentos y a ti te defenderé de tus enemigos.

(…)

Desde aquel día, estos dos seres -antes infelices- vivieron ayudándose mutuamente. El cangrejo jamás tuvo miedo de pasear por los fondos marinos y la anémona jamás tuvo que sufrir para conseguir sus alimentos’

(http://www.eldiariointernacional.com)

Estoy convencido que cada lector podrá realizar sus correlaciones entre esta fábula y la realidad, especialmente, de la relación simbiótica entre el régimen del 78 y el actual sistema ‘democrático’.

Podemos extrapolar, asimismo, las mencionadas burlas al cangrejo recién nacido, con las críticas internacionales en la transición; pero, con el paso del tiempo, el cangrejo ha ido mudando gracias a sus muletas (PP/PSOE), y al tiempo, esos dos partidos han vampirizado el sistema, como hemos visto, ninguneando a las minorías.

Según Wikipedia, los cangrejos ermitaños en cautiverio pueden has más de 30 años (y más de 40 años en casos excepcionales). Y, la constitución española en el pasado mes de diciembre cumplió los 45 años, así que espero que esa excepcionalidad no se prolongue mucho más, pues estamos cansados de todo el tinglado, un montaje que todos vemos que sus costuras están a punto de reventar, ya que no pueden soportar la presión interior y exterior.

En cuanto a la ciudadanía en general, la mayoría (votantes del PP/PSOE) padece el síndrome del prisionero, que muestra que cuando alguien está encerrado durante mucho tiempo, y no hace nada, cada vez está más cansado y con menos ganas de hacer cosas.

Ese síndrome también es conocido como el síndrome de la cabaña, que tras un largo período captivo, el sujeto tiene miedo a la inseguridad que cree que hay en el exterior, y aumenta su ansiedad ante la posibilidad de tener que salir.

Y claro, el PP/PSOE alimentan esa ansiedad, nos quieren temerosos, cautivos, inactivos, mientras ellos siguen haciendo de las suyas a su conveniencia. Ahora han querido sustituir el término ‘disminuido’ por el de ‘discapacitado’ (art. 49), para respetar a todas las personas y quedar bien en la foto; pero no se atreven a modificar, el artículo 57 sobre la corona, que prima el heredero varón sobre la mujer, y eso también es un insulto a más del 50% de la población, pero les es igual. Así son los carceleros.

Pueden hacerse muchas lecturas de la fábula mencionada, pero este escrito ya es suficientemente largo, por lo que dejo el reto al lector, si le interesa seguir jugando.