Buscar

El efecto Dunning-Kruger

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

En el presente escrito trato un habitual fenómeno que todos conocemos, ya que identificamos fácilmente a personas con un complejo de superioridad ilusorio e, incluso, en algunos momentos, nosotros mismos hemos padecido ese complejo.

Por eso me parece interesante efectuar una síntesis del:

‘Efecto Dunning – Kruger

David Dunning (n. 1959) y Justin Kruger (n. 1968) estudiaron el sesgo cognitivo (*) en donde un individuo incompetente tiende a sobreestimar su habilidad y viceversa; es decir, el sesgo cognitivo por el cual las personas con baja habilidad en una tarea sobreestiman su habilidad.

(*) una forma de pensar y juzgar erróneamente.

(…)

Algunos investigadores también incluyen en su definición el efecto opuesto para las personas de alto rendimiento: su tendencia a subestimar sus habilidades.

(…)

Dunning y Kruger observaron que aquellos que son incompetentes en un área determinada tienden a ignorar su incompetencia, es decir, carecen de la capacidad de darse cuenta de su incompetencia. Esto se denomina el ‘relato de la doble carga’ (dual-burden account): la falta de competencia y la ignorancia de esta falta. Pero la mayoría de las definiciones se centran en la tendencia a sobreestimar la propia habilidad y ven la relación con la metacognición como una posible explicación independiente de la definición.

(…)

El efecto D – K también se refiere a la tendencia de las personas de alto rendimiento a subestimar sus habilidades en relación con las habilidades de los demás.

(…)

Su hipótesis es que, en una habilidad típica que los humanos poseen en mayor o menor grado:

  • Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar su propia habilidad de manera bastante pronunciada.
  • Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer la habilidad de los otros.
  • Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia, es imposible explicarles o hacerles entender el nivel de su incompetencia.
  • Si pueden ser entrenados para mejorar sustancialmente su propio nivel de habilidad, estos individuos pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades previa.

(…)

Las conclusiones de D – K explican que las personas afectadas toman decisiones que conducen a malas consecuencias para ellas o para otras personas (…) Y las malas decisiones pueden tener efectos graves a corto plazo, como cuando el exceso de confianza lleva a tomar una decisión para la que carece de la capacitación adecuada (…) una persona con exceso de confianza que desconoce su falta de conocimiento, por otro lado, puede estar dispuesto a pagar un precio mucho más alto sin ser consciente de todos los defectos y riesgos posibles relevantes para el precio.

(Wikipedia)

Es importante, asimismo, destacar el siguiente estudio:

‘Ley de la controversia de Benford

Es una ley sociológica aplicable especialmente a las discusiones de los foros de internet, aun que puede aplicarse en general a todo tipo de discusiones entre humanos.

En su formulación original, tal y como la enunció el físico, astrónomo y autor de ciencia ficción Gregory Benford (n. 1941) en la novela Cronopaisaje (1980), establece que:

La pasión asociada a una discusión es inversamente proporcional a la cantidad de información real disponible’

(Wikipedia)

Bien, está claro que todos conocemos personas que no son conscientes de su ignorancia y que pretenden dar una imagen exagerada de dominio; pues, las personas incompetentes, son incapaces de saber que lo son, precisamente por su propia incompetencia.

En el estudio efectuado por Dunning y Kruger, observaron que, tras efectuar un test para evaluar en gramática, sentido del humor y el razonamiento lógico, los estudiantes seleccionados debían ponerse una nota (del 1 al 10) sobre sus propios conocimientos en esas áreas. Y el resultado fue que la mayoría de los estudiantes se evaluaron por encima de la media de su prueba, pero lo curioso fue que los menos preparados fueron los que más sobreestimaron sus capacidades y más nota se pusieron. Por el contrario, los estudiantes con mayor competencia subestimaron sus habilidades y se calificaron por debajo de su nota real.

Este fenómeno lo observamos en personas próximas, pero, también, en ‘líderes’ políticos que sobreestiman sus propias habilidades y son incapaces de reconocer las de los otros.

Y claro, en primer lugar, debemos autovalorarnos y solicitar la opinión a nuestras personas de confianza, para conocer, adecuadamente, si padecemos ese síndrome.

Efectuado ese análisis ‘objetivo’, podemos ponderar la situación, ya que todos conocemos el estereotipo de las ‘discusiones de cuñados’, el típico listo y soberbio que opina de todo y sobre cualquier tema en todas las discusiones y redes sociales. Obviamente, en algunas ocasiones nosotros mismos personalizamos la figura de ese ‘cuñado’.

Bertrand Russell (1872 – 1970) consideró que:

‘El principal problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo, mientras que las personas inteligentes suelen tener muchas dudas’.

Ante esta situación, se requiere incrementar el nivel cultural, para superar los prejuicios, evitar los insultos y las discusiones inútiles, sin sentido.

Por eso, los gobernantes tienen una responsabilidad total, pues deberían ser pedagógicos, transparentes, honrados y éticos. Y una primera medida sería que efectuasen ruedas de prensa didácticas, evitando todo tipo de rollos inútiles, para centrarse realmente en los temas objeto de exposición, y admitiendo todo tipo de preguntas a todos los periodistas, sin limitaciones.

Con más información se reduciría el mencionado efecto Dunning – Kruger, ya que la desinformación evitaría discusiones y sobrevaloraciones.

Ahora bien, vemos que Pedro Sánchez actúa en sentido contrario, va contra dirección, como siempre, y creyendo que somos todos los otros los que vamos en sentido contrario.

Un claro ejemplo de ayer es el siguiente:

‘El estado ya no publicará la cifra de inversión real. Desaparece el informe territorializado sobre la ejecución y sólo se darán datos del ministerio de transportes:

Hace más de un año que no se saben los datos de la inversión real del estado en Catalunya. Ni éstas ni las de ninguna comunidad autónoma. En octubre del 2022 fue el último mes que la intervención general de la administración del estado, un órgano que depende del ministerio de hacienda, publicó los datos de ejecución de la inversión territorializada y todo apunta que así continuará después de un cambio normativo en el plan estadístico nacional 2021 – 2024, en concreto al plan que afecta este 2024 y que se prevé que se repita en el plan 2025 – 2028.

(…)

Según las últimas informaciones facilitadas, en el caso catalán, durante el primer semestre del 2022, se ejecutaron el 63,5% del total presupuestado (incluyendo 1070 millones correspondientes a la multinacional Abertis por parte del estado; por lo que, excluyendo ese pago, la ejecución real fue del 35%)

(…)

La Generalitat, que desde hace tiempo denuncia la ‘poca transparencia’ del gobierno español con estos datos, no tardó en reaccionar. ‘Es intolerable’, expresó la consellera de economía, Natàlia Mas, a través de la red social X. También anticipó que trabajarán para evitarlo.

Lo cierto es que cada informe ha generado polémica entre el estado y la Generalitat por la poca ejecución de la inversión en Catalunya. Fuentes de la conselleria de economía advierten que el gesto supone ‘hacer pasos en contra del sentido común’ y recuerda que ‘los ciudadanos son los propietarios de los dineros públicos y merecen saber cómo se han utilizado’

(Núria Rius Montaner, Ara, 24 de febrero 2024)

Según las informaciones conocidas hasta el 2022, la ejecución de las inversiones en Catalunya, siempre quedaron alrededor del 60% de lo presupuestado; pero, las inversiones en Madrid superaron los presupuestos, llegando, en ocasiones al 120% del mismo.

Y María Jesús Montero, ministra de hacienda, en mayo del 2022, descartó publicar las balanzas fiscales, argumentando que eran un instrumento de información económica que podía generar discusiones y controversias.

‘El año pasado, la Generalitat cifró el déficit fiscal de Catalunya en casi 20.200 millones de euros, el equivalente a un 9,6% del PIB catalán del 2021, y consideró que ‘se trata de un agravio (…) el déficit fiscal no es un tecnicismo, es un castigo (…) un ahogo financiero, sostenido, injusto y deliberado que se ha prolongado durante 35 años y sus efectos se ciernen sobre la educación, la sanidad y las infraestructuras catalanas (…) los casi 22.000 millones de euros de desfase que considera la Generalitat, superan en mucho lo que supone un modelo de solidaridad entre territorios’

(Dani Cordero, El País, 18 de setiembre del 2023)

En las últimas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, Carles Puigdemont exigió la publicación de las balanzas fiscales, y Sánchez aceptó la publicación no de las balanzas fiscales, si no la publicación en bruto de toda la información, para que cada comunidad pueda calcularlas.

Pero claro, así, Sánchez elude su responsabilidad, ya que siempre dirá que las balanzas que se efectúen en cada comunidad, será un ‘calculo discutible’.

Esa es la falta de palabra y de ética de Pedro Sánchez, pues, por un lado, acuerda la elaboración y divulgación de esas balanzas, e, inmediatamente, poner todas las cortapisas y darle la vuelta, incumpliendo, así, lo acordado. Y, pasadas unas semanas, anuncia incluso no disminuir toda esa información, pensando, como el mejor ganso, que, escondiendo la cabeza bajo el ala, el problema desaparece.

Y así van pasando las semanas y los meses, y él sigue apoltronado en la Moncloa.

Esa falta de ética y de moral que muestra la ocultación de la información, provoca, obviamente, que la ciudadanía discuta de forma desinformada, por lo que, como señalaron Dunning y Kruger, así es es imposible explicarles a los unionistas, o hacerles entender el nivel de su incompetencia interesada.

Esta es una muestra más de que Pedro Sánchez NO quiere solucionar el problema catalán, lo que quiere es ir pasando el tiempo, poniendo y quitando paños calientes, según le convenga a él personalmente.

Y tampoco quiere elevar el nivel de información y transparencia, pues eso le exigiría dar muchas, pero muchas, explicaciones política y moralmente incorrectas.

Por eso sabemos que no se puede confiar en personajes así y, menos, con sus fieles y acríticos servidores. Debemos escapar de ese falso abrazo del oso que quiere hacernos Pedro Sánchez, para, así, seguir desmovilizándonos.

Muchos pensamos que ya ganamos el referéndum y que es preciso implementarlo; pero, siendo pragmáticos, una buena vía será apoyar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para declarar la independencia (DUI), admitida a trámite por la mesa del Parlament. Para ello serán precisas 50.000 firmas, que deberemos ayudar a recoger.