TAXCO, México (AP) — Una turba golpeó brutalmente hasta la muerte a una mujer sospechosa del secuestro y asesinato de una niña antes de que se iniciara el jueves una famosa procesión de la Semana Santa en la ciudad turística de Taxco, al sur de México.
Tras la golpiza la mujer falleció en una agencia de la Fiscalía estatal mientras era evaluada por un médico.
La turba se formó luego de la localización la mañana del jueves del cuerpo de una niña de 8 años que el día anterior fue reportada como desaparecida. Tras el hallazgo, en las redes sociales se difundieron las imágenes de cámaras de seguridad en las que aparecía una mujer y un hombre metiendo en un taxi un bulto que podría ser el cuerpo de la niña.
El hecho desató la furia de un grupo de personas que golpeó a una mujer, que fue identificada por los pobladores como sospechosa del rapto, que fue rescatada por policías quienes para proteger la metieron dentro de una furgoneta. Poco después la turba sacó a la mujer de la camioneta policial y comenzó nuevamente a golpearla y patearla hasta que quedó tendida en el pavimento parcialmente desnuda e inmóvil.
La mujer fue levantada de suelo por policías quienes se la llevaron a una agencia del Ministerio Público donde murió a consecuencia de las lesiones, informó a The Associated Press la Fiscalía del estado Guerrero, donde se encuentra Taxco, que abrió una investigación de los hechos.
“Es el resultado de todo el mal gobierno que tenemos”, dijo una de las integrantes de la turba que se identificó como Andrea, pero que se negó a dar su apellido. “No es la primera vez que pasan cosas así”, afirmó refiriéndose al asesinato de la niña, “pero es la primera vez que el pueblo hace algo”.
“Estamos hartos. Ahora se metieron con una niña de 8 años”, agregó.
El homicidio de la pequeña también desató una manifestación pacífica en la ciudad turística donde decenas de personas salieron la tarde del jueves a las calles para exigir justicia al grito de “ni una más, ni una más, ni una asesinada más”.
Los incidentes ocurrieron en la víspera del Viernes Santo. Ese día, como parte de los eventos de Semana Santa, grupos de hombres recorren las calles coloniales de Taxco encapuchados, flagelándose o portando pesados manojos de espinas en señal de penitencia. Ésta y otras procesiones de Semana Santa se remontan a siglos atrás en la antigua ciudad minera productora de plata.
“Sabemos que el pueblo vive de la Semana Santa y esto nos va a dar en la madre y va hacer que mucha gente ya no quiera venir”, dijo Andrea, vecina de Taxco. “Vivimos del turismo, pero no podemos seguir dejando que nos hagan estas cosas”.
El alcalde de Taxco, Mario Figueroa, dijo que compartía la indignación de los residentes por el asesinato. Figueroa informó que la policía había rescatado a un total de tres sospechosos: la mujer y dos hombres. El vídeo de la escena sugiere que también habían sido golpeados, aunque AP sólo presenció la paliza a una mujer.
El secretario de Seguridad de Taxco, Doroteo Vázquez, declaró a medios locales que los dos sospechosos sufrieron lesiones y están internados en un hospital de la ciudad de Iguala.
En un comunicado emitido poco después del suceso, Figueroa se quejó de no haber recibido ayuda del gobierno estatal para su pequeño y superado cuerpo de policía municipal.
“Lamentablemente hasta este momento no hemos recibido apoyo ni respuesta alguna”, afirmó Figueroa.
Los ataques de turbas en las zonas rurales de México son comunes. En 2018, dos hombres fueron incendiados por un grupo de personas enfurecidas en el estado central de Puebla, y al día siguiente, un hombre y una mujer fueron sacados de su vehículo, golpeados e incendiados en el estado vecino de Hidalgo.
Pero Taxco y otras ciudades del estado de Guerrero han sido especialmente proclives a la violencia.
A finales de enero, Taxco soportó una huelga de varios días que realizaron conductores de taxis privados y camionetas en protesta por las amenazas que recibieron de una de las bandas de narcotraficantes que luchan por el control de la zona.
Casi al mismo tiempo, se encontraron los cadáveres acribillados de dos agentes policiales a las afueras de Taxco. Los medios de comunicación locales dijeron que los cuerpos mostraban signos de tortura.
En febrero, la camioneta blindada de Figueroa fue tiroteada por pistoleros en motocicleta.
En Taxco y otras localidades de Guerrero, los cárteles de la droga y las bandas se aprovechan habitualmente de la población local exigiendo pagos por protección a los propietarios de tiendas y a los conductores de taxis y autobuses, y matan a quienes se niegan a pagar.
Los residentes locales dicen que ya están hartos, aunque la violencia pueda afectar aún más al turismo.