Estamos en una época en la que predomina la imagen y se oculta la realidad; y, como a nadie le gusta reconocer que miente, todo se viste con la etiqueta de la posverdad. Cada día tenemos infinitos ejemplos, y sobre este tema va este escrito.
Parménides de Elea (570 a.C. – 475 a.C.), considerado el ‘descubridor del Ser’, señaló que ‘es una misma cosa el Pensar que el Ser’, ‘El Ser es uno, no existe la multiplicidad de seres, que nos muestran los sentidos. El ser es ‘uno’, porque si hubiera otra cosa sería el no ser y el no ser no es’, ‘El cambio es una ilusión’, ‘Sólo podemos hablar y pensar sobre lo que existe’, etc.
Por el contrario, Herákleitos (Heráclito) de Éfeso (544 a.C. – 475 a.C.) consideró que ‘Todo fluye, somos y no somos’, ‘Ningún hombre se baña dos veces en el mismo río, porque no es el mismo río y él no es el mismo hombre’, ‘La abundancia de conocimiento no enseña a los hombres a ser sabios’, ‘El hombre, como una luz en la noche, se enciende y apaga’, etc.
Estas ideas contrapuestas han sido hegemónicas durante siglos, definiendo diferentes posturas filosóficas, siendo la expresión más famosa la expresada por el personaje Hamlet, en la obra ‘Hamlet, príncipe de Dinamarca’, escrita en 1603 por William Shakespeare (1564 – 1616): ‘Ser o no ser, esa es la cuestión’ (to be, or not to be, that is the question)
Y sobre el particular, la escritora Núria Cadenes, en su artículo titulado ‘Terricabras, la palabra y el vacío’, citando una de las obras de este filósofo fallecido el pasado 16, ‘Pensar diferente’, señaló que:
‘(…) desde el nacimiento hasta la muerte, nuestra identidad no responde a una vivencia rígida si no constantemente maleable, flexible, sometida a influencias, cambios y modulaciones, prácticamente siempre vividas de forma inconsciente, sin hacer aspavientos teóricos. Por eso la gente cambia de carácter y de actitudes sin perder la identidad (…) y cuando miramos fotografías de hace muchos años, podemos decir que ahora ya no somos iguales a como éramos, pero que continuamos siendo los mismos (…) a lo largo de mi vida no sólo he pasado por cambios físicos, sino también mentales, intelectuales, espirituales, de conocimientos, creencias, ilusiones y expectativas. Como todos, no soy igual a como era de pequeño o como era hace unos cuantos años, pero continúo siendo yo’.
(Vilaweb de ayer, 17 de abril 2024)
En principio, parece que todos aceptamos la tesis intermedia señalada por Josep María Terricabras i Nogueras (1946 – 2024) (siguiendo a otros muchos grandes pensadores anteriores), pero eso es únicamente una apariencia, como sabemos, ya que, como he señalado al principio de este escrito, estamos en la época de la posverdad, de la imagen, de la apariencia, en contraposición de la realidad.
Así, en estos tiempos no puede afirmarse la sentencia de Parménides: ‘solo hay un camino para el discurso: que el ser es y este camino no puede ser seguido más que por la razón’.
Evidentemente, la ensalada de todas estas citas puede ser considerada tramposa, ya que la apariencia y su variabilidad en el tiempo, podrían interpretarse como los cambios mencionados por Terricabras, si bien manteniendo el mismo ser.
Y no es así, no hago ningún tipo de trampa, ya que la evolución explica ciertos cambios, y eso correcto y comprensible; pero lo que predomina actualmente es la falsa apariencia, la estafa, la manipulación, la distorsión, etc., que son las premisas que caracterizan la mentira, la posverdad.
Es comprensible que un facha, o un izquierdista, evolucionen en el transcurso de su vida, pero lo ético y responsable es que se muestren y expliquen coherentemente. Mientras que lo que es inmoral, es aparentar cambios que no son tales.
Y tenemos muchos ejemplos de esa inmoralidad, de esas mentiras vestidas con diferentes trajes, como el de la ‘justicia’, el de la ‘ley’:
1 –
La junta electoral provincial de Barcelona, a petición de Ciutadans, ha ordenado a la Corporació Catalana de Mitjans de Comunicació (TV3 y Catalunya Ràdio) que no haga servir las expresiones exilio y exiliados, cuando es evidente que Carles Puigdemont, por ejemplo, es un exiliado, como antes eran ‘presos políticos’ y no ‘políticos presos’ como impuso esa junta en su momento.
2 –
Los Estados Unidos presentaron ayer, al límite del tiempo, las garantías procesales que el Tribunal Supremo de Justicia de Inglaterra y de Gales pidieron el mes pasado, en el proceso de extradición de Julián Assange. Unas garantías que la esposa del fundador de Wikileaks considera vacías y que son una forma de ‘escaparse’ sin un compromiso explícito. En la práctica, la formalidad completada por Washington sitúa a Assange más cerca de la extradición. Y claro, seguramente, en los Estados Unidos no lo ejecutarán, pero no tendrá un juicio justo y, cabría la posibilidad de que se presentasen nuevos cargos que le supongan la sentencia de muerte; pero, aunque no fuera así, será condenado de por vida en una celda de alta seguridad, aislado y sometido a medidas inhumanas, y eso es peor, ya que será vivir una muerte civil larguísima.
3 –
Que, como apuntó Àngel Pérez Magrané, consultor ‘freelance’’ en su tuit: ‘que España reconozca el estado palestino antes que Kosovo es normal, los palestinos no hacen referéndums. Quien no quiera verlo, merece continuar siendo español’.
4 –
Que, tras los acuerdos pactados por el PSOE sobre la lista de los comparecientes en la comisión de investigación del congreso, sobre los contratos públicos durante la pandemia, y entre los que figuraba el fiscal de anticorrupción, Alejandro Luzón, al ver el malestar en la fiscalía (el fiscal general del estado, Álvaro García Ortiz envió una carta, a la Moncloa, quejándose), ahora el PSOE ha reculado, y quiere eximirlo, y para ello, el monosabio Félix Bolaños (ministro de Justicia), haciendo un ‘dónde dije digo, digo Diego’, quiere cambiar su discurso e imponerlo a Junts, EH Bildu, etc.
5 –
Otro ejemplo también de ayer, fue el anuncio realizado en Barcelona, por el ministro territorial y de memoria democrática, Ángel Víctor Torres, en presencia del cipayo Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, diciendo que el edificio de la prefectura superior de policía española, con sede en Vía Laietana, se designará como un ‘lugar de memoria’, como habían solicitado múltiples organizaciones de la sociedad civil. Pero, claro, la Comissió de la Dignitat, respondió, inmediatamente, que no aceptan que un ‘lugar de memoria siga siendo utilizado por la policía, es decir, que no se vayan a otra sede, y reclaman que el edificio sea transferido a la Generalitat’.
6 –
Y, para finalizar esta ‘pequeña’ muestra de despropósitos, lo expresó claramente Vicent Partal en su editorial de ayer, en Vilaweb, editorial titulada ‘Catalunya is not Andorra’, en la que explica ‘¿Por qué, tratándose de la misma lengua, el catalán puede ser defendido de manera eficaz por las instituciones andorranas y no por las del resto del país? (…) es preciso discutir las causas de esta reculada que vamos viviendo en Catalunya y mirar de superarlas (…) tiempo atrás, Oriol Junqueras (ERC) decidió y proclamó, que la republica catalana tendría también el castellano como lengua oficial y el resto de políticos, en términos generales, lo aceptó, y desde entonces todo va cuesta abajo. Tanto, que se ha impuesto poco a poco, entre la mayoría social independentista, la tesis de que somos un país que tiene dos lenguas. Y si esto es así, si nos hemos de creer que el español es tan lengua propia como el catalán, entonces, qué problema habría para la extinción de una de ellas, que ya sabéis cuál sería. (…) La lengua se ha de repolitizar, se ha de asumir el conflicto lingüístico (…) pues el marco legal va completamente en contra nuestra. (…) Los catalanes simplemente no podemos decidir nada de nada. No podemos, de hecho, ni tan solo pensar cómo lo habríamos de hacer. Porque no tenemos la capacidad de imponer -sí, he dicho imponer – las medidas necesarias para recuperar y dignificar nuestra lengua. Es una muestra el acuerdo más que lamentable sobre el catalán en la escuela que ERC y Junts firmaron en el parlament con el PSC/PSOE y los Comunes.
(…) En Andorra, nadie podrá residir legalmente sin demostrar con un examen, el conocimiento del catalán. Si no lo pasa, perderá el permiso de residencia y tendrá que abandonar el país (…) y, en consecuencia, cuando vayas a un comercio, una empresa o institución hablando en catalán, no es que los que te atiendan tendrán la obligación de entenderte, si no que tendrán la obligación de hablarte en catalán (…) La diferencia, claro, es simple y lógica, la diferencia es que Andorra es un estado, así que la solución es la independencia (…)’
Como vemos, todas estas ‘noticias’ se sustentan en la ‘legalidad’ del poderoso, que justifica sus leyes, estableciéndolas como marco único de actuación. Y por eso, debemos huir del marco mental español, como he señalado repetidamente en mis escritos. No hay otra salida. No podemos ‘jugar’ en un juego si los ‘otros’ controlan el terreno de juego, imponen sus reglas y sus árbitros.
Y esa forma de proceder del reino español, y de los otros estados, se basa en la posverdad, en la pura y dura mentira, queriendo imponer su ‘ley’, justificando que esa es ‘la base de la democracia’, es decir, de ‘su democracia orgánica’ (recordando la dictadura franquista)
Para finalizar, me parece adecuado reproducir el citado monólogo (soliloquio) de Hamlet (III acto, escena 1):
‘Ser o no ser, ésa es la cuestión
Ser, o no ser, ésa es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia?
Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza?…
Este es un término que deberíamos solicitar con ansia.
Morir es dormir… y tal vez soñar.
Sí, y ved aquí el grande obstáculo, porque el considerar qué sueños podrán ocurrir en el silencio del sepulcro, cuando hayamos abandonado este despojo mortal, es razón harto poderosa para detenernos.
Esta es la consideración que hace nuestra infelicidad tan larga.
¿Quién, si esto no fuese, aguantaría la lentitud de los tribunales, la insolencia de los empleados, las tropelías que recibe pacífico el mérito de los hombres más indignos, las angustias de un mal pagado amor, las injurias y quebrantos de la edad, la violencia de los tiranos, el desprecio de los soberbios?
Cuando el que esto sufre, pudiera procurar su quietud con sólo un puñal.
¿Quién podría tolerar tanta opresión, sudando, gimiendo bajo el peso de una vida molesta si no fuese que el temor de que existe alguna cosa más allá de la Muerte (aquel país desconocido de cuyos límites ningún caminante torna) nos embaraza en dudas y nos hace sufrir los males que nos cercan; antes que ir a buscar otros de que no tenemos seguro conocimiento?
Esta previsión nos hace a todos cobardes, así la natural tintura del valor se debilita con los barnices pálidos de la prudencia, las empresas de mayor importancia por esta sola consideración mudan camino, no se ejecutan y se reducen a designios vanos.
Pero … ¡la hermosa Ofelia! Graciosa niña, espero que mis defectos no serán olvidados en tus oraciones’
En definitiva, que sería positivo que los independentistas catalanes recapacitáramos sobre el problema que tenemos, y también sería aconsejable que lo hicieran los catalanes unionistas españoles, pues a todos nos convendría clarificar la situación actual que nos imponen; así llegaríamos a saber si realmente somos lo que somos, o seguimos esclavizados, limitándonos a meras apariencias, a no ser, es decir, si seguimos comulgando con las mentiras, la posverdad, del reino español.
Sólo así superaríamos lo que expresa el siguiente refrán, que dice: ‘No, tu peor enemigo no eres tú. Es ese que los demás esperan que seas’.
El cambio no es una ilusión, como dijo Parménides, es una realidad.