Ayer nos sorprendió a todos la carta que Pedro Sánchez (PSOE) dirigió a toda la ciudadanía, comunicándonos que, tras haber sido aceptada a trámite la instrucción para investigar a su esposa Begoña Gómez por posible tráfico de influencias y corrupción en los negocios, se tomaba 5 días para recapacitar si continúa o no como presidente del gobierno, pues considera que hay líneas rojas para salvaguardar la familia, que nunca deberían sobrepasarse. Y claro, esa carta ha generado un tsunami informativo y desinformativo, y esto es lo que comento seguidamente.
Esa noticia está comportando un verdadero shock mediático a todos los niveles, ya que cogió por sorpresa a todos, incluso a las vicepresidentas y ministros, por eso han proliferado todo tipo de especulaciones, más o menos interesadas.
Personalmente, en primer lugar, me parece preciso señalar que desconozco si esa decisión es sincera, o si se trata de una estrategia de las que nos tiene acostumbrado Pedro Sánchez, que me recuerda la fábula del ‘Pastor y el lobo’ de Esopo (s. VII a.C.), que narra las bromas y mentiras de un pastor, sobre la llegada del lobo que, al final, cuando llega de verdad, nadie se lo cree.
Ciertamente, cabe la posibilidad de que se trate de una decisión sincera, por la gran afectación, pues todas las personas tenemos unos límites psicofísicos que, generalmente, desconocemos, hasta que llegamos al límite; y, es habitual que hasta ese momento no valoremos las previas señales de aviso. Y, por más resiliente que aparente ser Pedro Sánchez, y por más manual de resistencia que escribiese, la realidad siempre supera la ficción.
Aceptando esa posibilidad extrema, me parece lógico que la carta debería ser de despedida, tras dimitir; no tomarse 5 días para pensar, ya que en ese breve espacio de tiempo no cambiarán las condiciones determinantes.
También es evidente señalar que el nivel de la responsabilidad es un factor determinante en la toma de decisiones; y claro, la responsabilidad que conlleva ser presidente del gobierno, es máxima, por lo que se requiere seguir todo un protocolo formal, para garantizar la gobernabilidad. No es aconsejable improvisar.
En definitiva, si se trata de una decisión sincera, y Pedro Sánchez ha llegado a su límite psicofísico de resistencia, es correcto que decida hacer un paso al lado, pues el ejercicio de dicho cargo requiere estar en plenas condiciones y aptitudes (aunque vemos muchos ejemplos, contrarios), y tampoco se necesita que siga en el cargo, sacrificando su salud, pues nadie es insustituible.
Ahora bien, si no es una decisión sincera, y se trata de una nueva estrategia, táctica, estratagema u órdago, me parece que sería aconsejable que le saliera el tiro por la culata, y que fuera la última vez que nos engaña.
Pedro Sánchez sabe que el lawfare existe en España y que, en gran parte han propiciado y consentido él mismo y su partido; y que ese lawfare ha perseguido a muchos independentistas catalanes, por ejemplo, que han sido demonizados mediáticamente, sentenciados, encarcelados, multados y, también, exiliados. Y todos ellos también tienen familias (esposos, esposas, hijos, etc.).
Sabemos (y Pedro Sánchez también) que Carles Puigdemont ha sido calumniado, vilipendiado, deshumanizado hasta límites inconcebibles, y que su esposa, Marcela Topor, ha sido acusada por medios como Mujer de ABC, y Semana, de ‘bruja rumana’, ‘prostituta del prostíbulo de La Jonquera’, ‘de practicar ocultismo’, etc. Y, ante estos ataques, ni Pedro Sánchez ni el PSOE nunca han salido en su defensa, ni la fiscalía ha actuado como hubiera correspondido. Sin embargo, hemos visto que hoy, la fiscalía (que depende jerárquicamente del gobierno), ha actuado de oficio en defensa de Begoña Gómez, pidiendo el archivo de su causa.
Y claro, ahora salen los principales ministros, defendiendo a su jefe, diciendo que ‘la jauría de la extrema derecha se ha pasado atacando indebidamente a Begoña, por ser la esposa de Pedro Sánchez’ (Bolaños, dixit). Y eso es vergonzoso, si vemos la diferencia de trato respecto a los casos mencionados, o en el caso que llevó Mónica Oltra Jarque (de Compromís), vicepresidenta de la Generalitat valenciana a abandonar la política el pasado año 2022. Y ver a Salvador Illa pidiendo que han de haber límites, pues ‘Pedro Sánchez es jefe del gobierno, pero también es esposo, padre e hijo, y eso se olvida’, es más que vergonzoso, es repugnante, pues esos personajes sólo buscan sacar provecho de la ocasión.
Naomi Klein (n. 1970) y Avram Noam Chomsky (n. 1928) han estudiado las situaciones de crisis, de shock.
Klein señaló: ‘La doctrina del shock es la estrategia política de utilizar crisis a gran escala para impulsar políticas que profundicen sistemáticamente la desigualdad, enriquezcan a las élites y debiliten a todos los demás. En momentos de crisis, las personas tienden a centrarse en las emergencias diarias de sobrevivir a esa crisis, sea lo que sea, y tienden a confiar demasiado en quienes están en el poder. Quitamos nuestros ojos de la pelota un poco en momentos de crisis’.
Si Pedro Sánchez, con esa carta, pretende que la derecha extrema y la extrema derecha española quiten los ojos de la pelota, siguiendo con el ejemplo de Klein, no lo conseguirá, pues no aflojarán, y los distintos poderes (judicial, mediático, etc.) seguirán con su labor de acoso y derribo.
Y si la estrategia pretende conseguir una ola de loas, de adhesiones y de peticiones para que siga en el cargo, veríamos confirmada la patológica personalidad narcisista de Pedro Sánchez, por lo que sería un motivo más para no votarlo, directa o indirectamente, en el futuro. Máxime considerando que, si con ese órdago pretende influir en las elecciones catalanas y europeas, sería deplorable.
Noam Chomsky, siguiendo con la ‘doctrina del shock’, señaló 10 estrategias básicas de manipulación mediática; estrategias que, algunas han sido atribuidas a dicho autor, ya que no las especificó. Estas estrategias, son:
- La estrategia de la distracción.
- Crear problemas y después ofrecer soluciones.
- La estrategia de la gradualidad.
- La estrategia de diferir.
- Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
- Reforzar la autoculpabilidad.
- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
Efectivamente, cada una de esas estrategias precisaría un mínimo desarrollo, pero este escrito acabaría siendo excesivamente largo; si bien, con el enunciado, me parece que ya quedan claras. Y me parece que, si no es sincera la carta de Pedro Sánchez, con gran probabilidad, sigue alguna o varias de esas estrategias, pues tiene muchas informaciones a ocultar, pues, precisamente ayer:
- Amnistía Internacional, en su informe anual, recriminó a España por no investigar las vulneraciones de los derechos humanos de los independentistas catalanes.
- El Parlamento Europeo instó a España para que el corredor ferroviario del Mediterráneo, que hace décadas han reclamado los diferentes gobiernos catalanes, esté construido y finalizado antes de finales del 2030.
- Dado el seguimiento de la infrafinanciación catalana, la vicepresidenta y ministra de economía, presumió, nuevamente, con sus habituales trucos, ayer, diciendo en el congreso, que ‘Sánchez ha dado a Catalunya 50.000 millones más que Rajoy’. Una infantilización, ya que somos los catalanes los que hemos cotizado y el gobierno del estado se apropia con desmesura de nuestras aportaciones. Sánchez no nos da nada. Pero, como vemos, todos mienten, y el gobierno de Pedro Sánchez no es más que el brazo ejecutor del estado extractivo, castigador y vengativo con Catalunya, ya que sigue primando la política represora de los vencedores franquistas. Pero, claro, lo quieren disimular, intentando engañarnos.
- La reapertura del caso Pegasus, el pasado martes, por José Luis Calama, juez de la audiencia nacional, siguiendo los requerimientos a las autoridades francesas, por lo que se investigará la infección de los teléfonos móviles de Pedro Sánchez y tres de sus ministros, gracias a la colaboración de París. Y, claro, parece que el gobierno español teme que se sepa el contenido de la información secuestrada; información que puede comprometer al propio Pedro Sánchez.
- La continuada alusión a Begoña Gómez, por parte del PP, en la sesión de control del senado de estos días, relacionándola con el caso Koldo, por la compra de mascarillas.
- Etc.
Y no olvidemos que la ley de amnistía todavía no está aprobada, está siguiendo su proceso, que, presumiblemente, acabará a finales de mayo, pero que, cualquier tipo de retraso incidirá, obviamente, en el futuro personal de los independentistas, especialmente, en Carles Puigdemont, que, podrá ver peligrar su libertad.
Y, obviamente, si la estratagema seguida por Pedro Sánchez, es pretender que durante estos 5 días, sólo se hable de él, de ‘su gran problema personal’, es hacernos mirar el dedo que señala la Luna, en lugar de mirar el satélite; y esa es la primera estrategia del decálogo citado.
Sabemos, asimismo, que el mal autodenominado ‘Sindicato de Manos Libres’ siempre se ha actuado de forma antidemocrática, inventando causas y, claro, siempre ha habido jueces que las han aceptado y tramitado. Y está claro que, dado el poder judicial español, nunca hay garantías, especialmente, para los independentistas, pero, tampoco las tiene Pedro Sánchez, considerado ahora la ‘bestia negra’ por haber aceptado la ley de la amnistía.
No hay que olvidar que la sala penal del tribunal supremo, presidida por el juez Manuel Marchena, a petición del juez Pablo Llarena, a finales del pasado mes de marzo, absolvieron a Miguel Bernard, líder de Manos Libres, condenado por extorsión (su forma de financiación) en el caso Ausbanc; y no es casual que sea ese ‘sindicato’, el que ha efectuado la acusación contra Begoña Gómez, y, todo ello, en pleno período electoral (elecciones catalanas y europeas)
Pero, precisamente, ante una acción de ese falso sindicato, lo que procede es combatirla, no huir, pues eso sería una falta de responsabilidad, darles la victoria que buscan, o … temer la investigación, ya que ‘la mujer del César, no solo debe ser honrada, sino también debe parecerlo’, como dijo Gaius Julius César (100 a.C. – 44 a.C.); efectivamente, esa exigencia también deben cumplirla los maridos, como en el caso de Nicola Sturgeon, líder independentista escocesa, que dimitió en febrero del 2023, por los ‘negocios’ de su marido Peter Murrell, (tras negarlo, Nicola, repetidamente), y en junio del 2023 fue arrestada por la policía unas horas, siendo informada que estaba siendo investigada, acusada de haber desviado 600.000 libras destinadas a la campaña de la independencia de Escocia.
Me parece muy apropiada la editorial de Josep Antich, (www.elnacional.cat, de hoy) titulada ‘A la política se viene llorado’, el artículo de Antoni Bassas (Ara de hoy), titulado: ‘A nosotros, Sánchez nos coge reflexionados’; y la editorial de Vicent Partal (Vilaweb), titulada: ‘Pedro Sánchez: la ruptura del funámbulo abrumado’; y me parece muy adecuado, también, el mensaje de Carles Puigdemont (en X) señalando que ‘es una decisión poco habitual en un dirigente político con su experiencia’, pues esos escritos reflejan claramente la diferencia cuando los problemas afectan a otros, o cuando nos afectan a nosotros mismos. Y, a mi modo de ver, si el mensaje de Pedro Sánchez es sincero, ese ha sido su problema, por su falta de empatía, como he señalado.
Muchas veces he comentado que, precisamente, Pedro Sánchez se ha caracterizado, a mi modo de ver, por su falta de empatía, así como por su falta de dotes de estadista. Pero, claro, lo que no puede hacer, o no debería hacer, es priorizar su bienestar personal y familiar. Si no quiere seguir, que dimita, y punto, pero debería ser consciente de que así dará todas las facilidades para que el PP/Vox acaben gobernando el reino español; y esa será responsabilidad exclusivamente suya, que le manchará, todavía más, su currículo.
Pero, haberse tomado esos 5 días para recapacitar, lo deja todo en el aire, pues no sabremos hasta el próximo lunes, si realmente está aplicando estrategias, estratagemas, ardides, órdagos, etc., para perpetuar su figura.
Otra de las alternativas que se comentan estas horas, es que Pedro Sánchez pueda pretender dar el salto a la política europea, ya que el 8 de junio quedarán vacantes algunos puestos relevantes, por ejemplo, el de presidente del Consejo Europeo, actualmente ejercido por Charles Michel; si es así, realmente, el paso efectuado con esa carta sería un claro engaño, uno más.
La diferencia entre la estrategia y la estratagema (fingir que se hace algo, cuando, en realidad, se está haciendo otra cosa), es que la primera se refiere a un comportamiento que perdura en el tiempo; mientras que la segunda se refiere a una acción puntual, que muy difícilmente podrá ser repetida. Y, a mi modo de ver, tanto si se tratase de una u otra, representaría un punto de inflexión en la carrera de Pedro Sánchez.
Es sabido que las estrategias son vistas de forma diferente, en función de la perspectiva (e intereses), así, por ejemplo, la estrategia de Ulises fue la astucia (como el truco del caballo de Troya) y la de Aquiles fue la fuerza. Ulises fue venerado por su autor, Homero (s. VIII a.C.), pero vilipendiado por Publius Vergilius Maro (Virgilio, 70 a.C. – 19 a.C.). Pero, en ambos, Ulises y Aquiles, la estrategia se basaba en la imprevisibilidad.
Si realmente Pedro Sánchez ha lanzado un órdago (del vasco ‘hor dago’ ahí está), si va de farol, lo que ha hecho es apostar de forma desmesurada contra toda posibilidad de que le salga bien, y salvo sus seguidores acríticos, nadie valorará de forma positiva su acción, su astucia.
En definitiva, si Pedro Sánchez ha pretendido hacer el papel de la mariposa en la teoría del caos, efectivamente, ha conseguido el efecto buscado, que es ser el centro de la atención, y que todos estemos pendientes de él, lo ha conseguido.
Por eso, los independentistas catalanes debemos estar preparados, para que esa posible estratagema no marque y determine las próximas elecciones (la campaña, que empieza esta noche, si que quedará marcada, obviamente). Y, sabemos que la mejor estrategia es prevenir las estratagemas, así que no debemos dejarnos deslumbrar, ni afectarnos por el aire que nos llegue de su aleteo.
Hoy hemos visto que Xavi Hernández, entrenador del F. C. Barcelona, ha hecho un ‘donde dije Digo, ahora digo Diego’, y ha corregido, y ya no dimitirá, y, encima, lo ha vendido diciendo que lo hace ‘por el bien del club’, cuando, hasta hace pocos días, mantenía que su marcha sería buena para el club. Esperemos que Pedro Sánchez no haga como Xavi Hernández. Salvo que se encuentre profundamente afectado, e incapacitado, pues nunca debemos olvidar el principio de inocencia.
Y como sabemos, la actual situación española es consecuencia de la transición / traición efectuada tras la muerte del asesino dictador Francisco Franco.
Hoy, 25 de abril, se cumplen los 50 años de la Revolución de los Claveles (Revoluçao dos Cravos) realizada en Portugal en 1974. Qué diferente nos hubiera ido a todos, si hubiésemos tenido la valentía de hacer aquí una revolución similar, incruenta a nivel general (9 fallecidos y 40 heridos).
Por eso, para finalizar, seguidamente reproduzco algunos versos de la letra de ‘Grandola Vila Morena’, que fue la canción que sirvió de aviso para el levantamiento:
Grandola, vila morena / tierra de fraternidad / el pueblo es el que más ordena / a la mierda la troika / al infierno con la troika / en cada esquina un amigo /