* En México 16.4 millones de personas son jóvenes oportunidad, representan el 52% del segmento de población entre 15 y 29 años de edad.
* Rezago educativo y pobreza, son factores que impiden su inclusión económica en condiciones dignas.
* Jóvenes Construyendo el Futuro tiene limitaciones que no contribuyen a que consigan trabajo.
En México, la mayoría de las personas jóvenes enfrentan múltiples contextos adversos y barreras estructurales que impiden su inclusión económica, con desventajas que han acumulado desde su nacimiento.
Han crecido en hogares en condición de pobreza, padecido desnutrición crónica, con padres que tienen bajos niveles de escolaridad, trabajos precarios y otras condiciones de rezago social.
Estudiaron la educación básica en escuelas con baja calidad de aprendizajes, abandonaron la escuela sin concluir la educación media superior, carecen de habilidades, relaciones y experiencia, así como motivaciones para buscar y conseguir trabajo, situaciones que complican su inserción laboral en condiciones dignas.
En México hay 16.4 millones de jóvenes oportunidad, más de la mitad (52%) de la cohorte jóvenes entre 15 y 29 años de edad, mismos que afrontan 3 condiciones diferenciadas.
Exclusión: 5.1 millones están fuera de la escuela, sin estudios universitarios y sin trabajo; de los cuales 79% son mujeres.
En trabajos precarios. 8.2 millones fuera de la escuela, sin estudios universitarios, que trabajan sin salario suficiente y/o sin seguridad social.
Estudiantes en pobreza por ingresos. 3.1 millones sin estudios universitarios, y aunque siguen en la escuela, viven en hogares en pobreza o son vulnerables por ingresos.
En la conmemoración del Día Internacional del Trabajo este 1º de Mayo, llamamos la atención sobre la exclusión y discriminación de las y los jóvenes que no pueden conseguir trabajo por tener desventajas acumuladas como una de las estructuras que desde el sistema laboral producen pobreza; además de señalar las limitaciones y retos del programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) que debería ser la respuesta, pero lamentablemente no lo es.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza elaboró el reporte “Jóvenes oportunidad: Datos, análisis de políticas y recomendaciones para su inclusión económica”, de próxima publicación. Ofrecemos aquí un avance. (Se anexa un avance, con gráficos y datos estadísticos)
Hemos adoptado el concepto jóvenes oportunidad, como la mejor manera de referirnos en positivo y dignificar a este sector de la juventud que carece de estudios universitarios y tienen pocas posibilidades para conseguir trabajo.
Jóvenes oportunidad son personas creativas, resilientes y con gran capacidad de resolución, que han enfrentado contextos adversos que producen desventajas que se acumulan y dificultan su inclusión económica y social; tienen un gran potencial productivo y cuando se les ofrecen opciones adecuadas pueden aportar a sí mismos, a sus familias, a sus comunidades y al país. Son parte de la solución, no son el problema.
Jóvenes Construyendo el Futuro, insuficiente
Por primera vez una acción de política pública de gran influencia y visibilidad enfoca el problema de la inserción laboral de jóvenes. De 2018 a 2023, el programa ha ejercido casi 100 mil millones de pesos y reporta una cobertura de 2.9 millones de participantes.
Como aspectos positivos se pueden destacar que está destinado a jóvenes sin trabajo y fuera de la escuela, que ofrece una experiencia de formación práctica, como aprendices en centros de trabajo en colaboración con empresas.
A ellos se les entrega una transferencia directa, además de inscripción en el IMSS mientras realizan su estadía en los centros de trabajo.
Sin embargo, también es preciso apuntar las limitaciones, retos y oportunidades para que contribuya a solucionar las barreras de empleabilidad que enfrenta este sector mayoritario de jóvenes.
El número de jóvenes con trabajo formal registrado en el IMSS a fines de 2023, respecto a los que había a finales de 2018 no ha crecido. De hecho, son 128 mil jóvenes menos ahora con respecto a 2018, antes del inicio del programa.
Como referencia de comparación, los puestos de trabajo registrados en el IMSS crecieron 9.5% en el mismo periodo. Esto es, 2 millones de personas más con trabajo formal: de 20.458 millones en noviembre de 2018 a 22.409 millones al mismo mes de 2023.
La explicación es que JCF tiene varias limitaciones y retos en su diseño e implementación:
● No prioriza a jóvenes con mayores barreras de empleabilidad, como rezago escolar u otras condiciones que dificultan o impiden la inserción laboral.
● Tiene un sesgo geográfico que reduce la cobertura en las ciudades y zonas metropolitanas donde hay mayor cantidad de jóvenes fuera de la escuela y el trabajo,
● Tampoco garantiza una experiencia laboral significativa, ni capacitación o desarrollo de competencias.
● No ofrece opciones de cuidado para mujeres madres. Pese a que las mujeres son la mayoría de las personas jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo, el programa no consideró espacios de cuidado.
● No garantiza experiencias de trabajo relacionadas con las ofertas laborales más requeridas de cada región.
● Las habilidades socioemocionales o “blandas” que son las más relevantes para conseguir carecen de prioridad y no promueve la certificación de los aprendizajes.
● Tampoco vincula a jóvenes con programas de intermediación laboral o “bolsas de trabajo”.
Además la transferencia monetaria es mucho mayor que las becas para estudiantes, lo que podría incentivar el abandono escolar.
Junto con ello, el programa cerró la inscripción abierta en línea para jóvenes a mediados de 2022, para realizar eventos de registro organizados por la estructura operativa de los “Servidores de la Nación”; de esta manera, se sumó al modelo operativo del resto de los programas de transferencias, que facilita el clientelismo político y el condicionamiento electoral.
JCF tiene grandes limitaciones para lograr resultados y revertir las barreras de empleabilidad de
jóvenes oportunidad.
Existe un programa presupuestario, con recursos significativos, esa es una gran oportunidad para mejorar el programa y resolver la gran mayoría de estas limitaciones.
En México urge una política efectiva de empleabilidad, especialmente para personas jóvenes con desventajas acumuladas, la cual debe ser integral, dado que las transferencias monetarias no bastan. Sólo así podemos avanzar e ir a la raíz de la pobreza en nuestro país producida por la exclusión y la precariedad laboral que viven millones de jóvenes.
Este jueves, 2 de mayo la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno presentará una agenda de propuestas para impulsar la inclusión económica de jóvenes a los equipos de campaña de las candidaturas presidenciales, la cual respalda Acción Ciudadana Frente a la Pobreza y el estudio de próxima publicación fue una contribución a su elaboración.