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A rio revuelto, ganancia de pescadores

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

La situación política catalana y española está revuelta desde hace muchos años, y en ese contexto, es fácil observar que, además de los beneficiados de esa situación, están los que la provocan y remueven las aguas, como intento explicar a continuación.

Si revisamos las XV legislaturas democráticas, vemos que:

  • Adolfo Suárez González (1932 – 2014), presidente del gobierno: 1976 – 1981; es decir, inició la legislatura constituyente (1976) y, parcialmente, la I legislatura, con 4 gabinetes de la UCD.
  • Leopoldo Calvo Sotelo (1926 – 2008), presidente del gobierno: 1981 – 1982, concluyó la primera legislatura con 5 gabinetes de la UCD.
  • Felipe González Márquez (n. 1942), presidente del gobierno: 1982 – 1996. Legislaturas II a V, en total con 15 gabinetes del PSOE.
  • José María Aznar López (n. 1953), presidente del gobierno: 1996 – 2004. Legislaturas VI y VII, en total 9 gabinetes del PP.
  • José Luis Rodríguez Zapatero (n. 1960), presidente del gobierno: 2004 – 2011. Legislaturas VIII y IX, con 10 gabinetes del PSOE.
  • Mariano Rajoy Brey, n. 1955), presidente del gobierno: 2011 – 2018. Legislaturas X y XI (en funciones 1 año), y parcialmente la XII (2 años), en total, 5 gabinetes del PP.
  • Pedro Sánchez Pérez-Castejón (n. 1972), presidente del gobierno: 2018 … Legislaturas, conclusión de la XII (1 año), y la XIII (8 meses en funciones), la XIV y la XV (desde junio del 2023), de momento, 11 gabinetes del PSOE y Podemos (ahora Sumar)

Es decir, en casi 48 años, hemos tenido XV legislaturas, y sale a:

  • Una media de 3,2 años por legislatura, cuando el mandato posible, constitucionalmente, son 4 años.
  • Un total de 59 gabinetes, es decir, una media de 0,8 años por gabinete.
  • Mariano Rajoy, con un toral de 2355 días en el gobierno, estuvo 322 días en funciones, es decir, un 13,7%, por la incapacidad de poder tener la mayoría precisa.
  • Pedro Sánchez, de momento, lleva 2176 días gobernando, de los cuáles, 231, en funciones, es decir, un 10.6%, por la imposibilidad de alcanzar la mayoría.

Como vemos, centrándonos en los dos últimos presidentes, Rajoy y Sánchez, desde el 21 de diciembre del 2011 hasta hoy día, es decir, 4521 días, hemos tenido 553 días con el gobierno en funciones, es decir, el 12,2 %; y una media de 0,8 años por gabinete.

Con estos precedentes, ¿Pedro Sánchez tiene la autoridad precisa para exigir a Catalunya estabilidad?, ¿realmente tiene argumentos sociales y económicos, para ello?, cuando vemos que, en realidad, él siempre ha primado su beneficio personal, después el de su partido y, en última instancia, el de la ciudadanía.

Así, ¿a qué viene ahora tanta campaña contra una posible repetición de las elecciones, si no se llega a un acuerdo en Catalunya?, ¿a qué vienen ahora tantos argumentos sobre el cansancio de la ciudadanía, la necesaria estabilidad económica, la necesidad de superar el procés, etc.?

La respuesta es clara, no puede ser más evidente, incluso para el más obcecado, y es la conveniencia de imponer el mensaje de que se ha de investir a Salvador Illa, por todas, todas.

Y a este respecto, vemos que los principales medios de comunicación, televisión, radio, prensa, tertulias, etc., en su inmensa mayoría, están abonando el mensaje de Pedro Sánchez, para abominar, condenar y maldecir la posibilidad de la repetición de las elecciones.

Ciertamente, los ciudadanos catalanes, igual como los españoles, estamos cansados de votar y que, después, nuestro voto no sirva para nada, como sabemos muy bien los independentistas. Y, claro, ese aburrimiento lleva a la abstención, como sabemos. Y Pedro Sánchez, como todos los líderes, lo saben, y se aprovechan, amplificando, ese rechazo.

Como sabemos, las elecciones del pasado domingo, presentaron una situación compleja, pues si bien Salvador Illa es el candidato con más diputados, realmente tiene escasas opciones de alcanzar la mayoría de 68 diputados, en primera instancia, pues para ello requeriría:

  1. El apoyo de ERC + Comunes/Sumar: una opción que requeriría que la totalidad de los 20 diputados de ERC obedecieran disciplinadamente la decisión, si esa fuera adoptada por la actual dirección de ese partido, que, en este momento está en crisis.
  • El apoyo de Junts: una opción inviable, descartable.
  • El apoyo de PP + Vox + Comunes/Sumar: esta opción también es inviable, de entrada, ya que el PP exige un cambio de rumbo respecto a la amnistía, entre otras cosas.

En una segunda votación de investidura, que se requiere una mayoría simple, la situación se simplifica, pero no clarifica, ya que:

La primera opción mencionada (a), considerando una posible ruptura de la disciplina de voto de ERC, podría suplirse con la abstención del PP y/o de Vox, pues los 42 diputados del PSC, más, pongamos 10 de ERC, más los 6 de los Comunes/Sumar, darían 58 diputados. Mientras que los NO, sumarían los 35 de Junts, más los posibles 10 de ERC, los 4 de la CUP, y los 2 de A.C., en total 51.

Evidentemente, la clave la tiene ERC. Y si este partido, en pleno proceso de reconfiguración y de redefinición, fuese capaz de olvidarse de las rencillas y rivalidades respecto a Carles Puigdemont, enfrentamiento que le están llevando a la irrelevancia, y antepusiera el interés independentista, la situación de los SI para Salvador Illa serían, sus 42 diputados más los 6 de Comuns/Sumar, contra los 61 NO (35 de Junts + 20 de ERC + 4 Cup + 2 A.C.).

En esta opción, si el PSC sumase a favor los 15 del PP, serían 57; e, incluyendo a los 11 de Vox, serían los 68 que conformarían la mayoría; si bien, como he comentado, comportaría una corrección política por parte del PSOE; y, claro, que los diputados de los Comuns/Sumar, se avinieran a votar junto con el PP y Vox.

Es decir, Salvador Illa no tiene nada fácil poder llegar a la presidencia der la Generalitat, pero ya hemos visto pactos ininteligibles (por decirlo suave), como en el ayuntamiento de Barcelona, en la etapa Colau y Collboni. Lo que nos demostró que todo se compra y se vende.

Por otro lado, es evidente que las posibilidades de Carles Puigdemont son infinitésimamente más difíciles de conseguir.

Por eso, en esta situación, la repetición de las elecciones NO debería ser descartable, al menos por parte de los partidos teóricamente independentistas.

Ya hemos visto que la anticipación de las elecciones, en ocasiones, no favorece al que las adelanta, como le ha pasado a Pere Aragonès (que nunca dejará de arrepentirse de ese error mayúsculo), y también a Pedro Sánchez, que, en repetidas ocasiones ha debido recurrir a la necesidad de más apoyos para mantenerse en el poder.

Y claro, en el supuesto que se tuvieran que repetir las elecciones, los unionistas, en todos sus niveles y situaciones de poder, como el Círculo de Economía, RAC1, etc., cargarían todas las culpas a los independentistas, para que fuesen castigados con más abstenciones.

Como he dicho, ‘a río revuelto, ganancia de pescadores’, y aquí hay excesivos pescadores unionistas.

Por eso, sólo me queda recomendar a ERC que supere la estrategia que ha venido siguiendo estos últimos años, y que tan malos resultados le han estado aportando, para que intente volver a sus orígenes y, como dice el refrán ‘zapatero a tus zapatos’, es decir, que realmente privilegie el deseo independentista.

Sabemos que las perspectivas son relativas, subjetivas, en función de los propios intereses; ayer, por ejemplo, en TV3 entrevistaron a un pastor de los Pirineos, que estaba enfadado por la introducción artificial de osos en la zona, pues su ganado corría riesgos demostrables. Y ese señor decía, que no aceptaba la opinión de los políticos y de los defensores de esos osos, unos señores que opinan desde sus despachos en Barcelona. Y puso un claro argumento diciendo que, a él, le podría ser indiferente que se introdujeran tiburones en las playas de la Barceloneta o de la Costa Brava, ya que nunca va a la playa.

Y este ejemplo me parece didáctico, para que los independentistas, en especial los partidos independentistas, no se dejen ‘deslumbrar’ por los argumentos y comentarios interesados de los unionistas. Deberíamos dedicarnos a nuestros metafóricos zapatos independentistas, prescindiendo de los cantos de sirena contrarios.

No debemos olvidar que el estado español, y todos sus poderes y tentáculos, siempre, siempre, están en guerra contra Catalunya, para seguir teniéndonos colonizados y controlados. Y esto no lo deberíamos olvidar e ir a la nuestra. Y, claro, ERC debería tener esa premisa sobre todas las demás.

Un compañero de manifestación en la avenida Meridiana, hace unos días me pasó el siguiente texto de Krystyna Schreiber (n. 1976), delegada del gobierno de la Generalitat en Europa central, periodista multipremiada:

‘El hacha y el bonsái:

Llevamos 300 años desconfiando de los catalanes, temiendo que se hiciesen lo suficientemente potentes como para dejarnos. Eso nos ha hecho tratarlos como un bonsái (los pequeños árboles japoneses): asfixiándoles (sin que se note) con alambres para que crezcan poco y bajo control, en una maceta pequeña y con el agua a cuenta gotas.

Les damos competencias, pero las justas y además nos quedamos las funciones (en Alemania la educación depende de los ‘Länder’, no del Ministerio central, como aquí). Les damos dinero, pero el justo, haciendo que siempre estén endeudados y dependientes. Leds damos infraestructuras, pero tarde y siempre algo por debajo de lo acordado.

Les damos, sí. Pero poco, porque recelamos que el bonsái se nos escape de las manos.

La verdad, no entendemos por qué el desagradecido roble quiere dejar de ser bonsái, con lo bien que queda en nuestra estantería.

Pero, obstinado, él sueña con ser árbol.

Y como vemos que los alambres no bastan ya, ahora le enseñamos nuestra hacha, hecha con nuestra afilada Ley’

Todos los independentistas tenemos claro que debemos dejar de ser meros ‘Sancho Panzas’ del estado, meros bonsái en la maceta de su estantería; y todos deberíamos apoyar, en las redes sociales, la conveniencia de la repetición der las elecciones, sabiendo que serán como una segunda vuelta, entre Salvador Illa y Carles Puigdemont, que ya podría hacer su campaña electoral con total libertad (esperemos que la amnistía se apruebe y los jueces no la torpedeen)

Y, vuelvo con la matraca, es decir, que, para conseguir esa repetición, es esencial que ERC esté por la labor, y no invista a Illa.

El otro día leí (y fotografié) una hoja que había en un mural en la calle Balmes de Barcelona, con el siguiente texto de Gabriel José de la Concordia García Márquez (1927 – 2014):

‘Arreglar el mundo:

Un científico, que vivía preocupado por los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para subsanarlos.

Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.

Cierto día, su hijo de siete años invadió su santuario, decidido a ayudarle a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y, junto con un rollo de cinta, se lo entregó a su hijo, diciendo:

Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie.

Entonces calculó que al pequeño le llevaría diez días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño, que lo llamaba calmadamente: Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo.

Al principio, el padre no creyó al niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, hubiese conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.

Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus lugares correspondientes.

¿Cómo era posible?, ¿cómo el niño había sido capaz?

Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?

Papá, yo no sabía cómo era el mundo; pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.

Gabriel García Márquez’

Me parece que este texto didáctico, nos puede servir para obviar las reglas que nos imponen los unionistas, y aplicar nuestra propia estrategia, pero unidos. No hay otra.