- Menores en un ambiente familiar de estrés desarrollan frustración, bajo rendimiento escolar y no se adaptan socialmente a largo plazo: especialista.
- Se recomienda limitar el uso de dispositivos digitales, practicar la escucha activa, compartir una comida al día y emprender juegos familiares.
La convivencia familiar es un aspecto fundamental en la vida de cualquier persona, ya que es la manera en la que miembros de una familia comparten su tiempo, actividades y relaciones interpersonales con el fin de fortalecer vínculos afectivos y generar un sentido de pertenecía e identidad.
Así lo afirmó la psicóloga clínica Anayelly Fuerte Piñón, adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 76 del Instituto Mexicano del Seguro Social Estado de México Oriente quien, sin embargo, advirtió que en la actualidad esa interacción se ha visto afectada por el abuso de dispositivos digitales, los cuales han tomado el papel de cuidadores y educadores para niñas y niños, y que no aportan estimulación satisfactoria para su neurodesarrollo, estabilidad emocional y social.
La especialista alertó de la mala convivencia familiar o la inexistencia de la misma, ya que puede generar conductas con alto nivel de frustración o disruptivas, un manejo inadecuado en impulsos, un bajo rendimiento escolar y la no adaptación social a largo plazo.
Explicó que es fundamental para la crianza que los miembros de la familia tengan un acercamiento respetuoso en el que se incluyan interacciones amorosas, se fomente la confianza, la seguridad, los valores y la estima, todo esto debido a que es en el hogar donde se prepara a los infantes para el desarrollo de los roles sociales que se desempeñan a diario.
El beneficio de modificar la forma de convivencia con los hijos, afirmó, desarrollará en ellos sentido de pertenecía al núcleo familiar, cercanía afectiva con sus seres cercanos, seguridad, confianza y autoestima que los lleve a tener una vida plena y funcional en la sociedad.
Fuerte Piñón emitió algunas recomendaciones para tener un ambiente sano y estable con una rutina estructurada en la que los niños participen diariamente con actividades como:
- Iniciar el día mirando a nuestros hijos a los ojos con una sonrisa, un abrazo un beso.
- Reforzar con actitudes y con palabras el amor de la familia hacia el niño (nunca uso de malas palabras).
- Acompañar y guiar para favorecer hábitos en su desarrollo a partir del tercer año de vida.
- Evitar el uso de medios electrónicos en la infancia (uso de pantallas máximo al día en menores de edad dos horas incluye televisión, computadora, tableta o celular).
- Practicar la escucha activa (tolerancia a lo que ellos nos cuenten así sea una o mil veces).
- Tolerancia (si existe algo que corregir, esperar el momento adecuado en donde no lo haga por impulsos ni con la emoción como acción que motiva a la corrección, es importante pensar en que la corrección debe ser en relación a la falta cometida).
- Tener al menos una comida al día juntos
- Tener 15 minutos para compartir un momento diariamente.
- Una convivencia especial a la semana para generar una experiencia en reconocimiento al trabajo y esfuerzo del día a día.
Juegos en familia como armar rompecabezas, jugar lotería, pintar, leer cuentos juntos, cocinar juntos, ver la película favorita juntos, escuchar música, realizar deporte juntos, cantar juntos, realizar salidas al parque o museos, etc