Ciudad de México, 25 de junio de 2024.- Fernanda Rionda, diseñadora de paisajes naturalistas y actual presidenta de la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México, anuncia un notable crecimiento en la implementación de jardines de bolsillo en la Ciudad de México, así como el crecimiento de áreas verdes urbanas que constituyen genuinos refugios para la biodeversidad de la megalópoli. “Estos pequeños espacios verdes están convirtiéndose en importantes espacios de biodiversidad en áreas urbanas densamente pobladas y presentan la virtud de colindar de manera inmediata con las comunidades de la ciudad”, explica la paisajista.
La arquitectura de paisaje: equilibrio entre naturaleza y humanidad
Por su parte, la arquitectura de paisaje es una disciplina que aborda la habitabilidad de espacios abiertos, buscando armonizar los sistemas naturales con los humanos. Los arquitectos paisajistas diseñan con una visión responsable, inclusiva y significativa para el ambiente, la sociedad y la cultura.
Fernanda Rionda explica que “Existen dos tipos principales de paisajes: naturales y culturales. Los paisajes naturales son espacios geográficos no modificados por el ser humano, mientras que los paisajes culturales son aquellos transformados por la actividad humana”.
Asimismo, Fernanda precisa que “Un jardín de bolsillo es un pequeño espacio vegetado situado entre parcelas urbanizadas, creando un enclave de vida vegetal en un entorno citadino. Estos jardines pueden establecerse en espacios intersticiales, terrazas, balcones, patios, azoteas y áreas urbanas públicas, promoviendo la biodiversidad en cualquier lugar con suficiente luz. Un gran ejemplo de este fenómeno lo tenemos visiblemente en la alcaldía Cuauhtémoc de nuestra ciudad.
Pero, ¿cuáles son los requisitos y dimensiones para que se dé un jardín de bolsillo? “La clave para un jardín de bolsillo es la capacidad de crear una comunidad de plantas en un espacio pequeño pero diverso. No tienen un tamaño fijo, siempre y cuando maximicen la biodiversidad en el espacio disponible” -continúa la diseñadora-.
¿Dónde se instalan?
Fernanda Rionda precisa que estos jardines se instalan en:
- Espacios intersticiales en la ciudad.
- Terrazas o balcones (utilizando contenedores adecuados).
- Patios en viviendas, comercios o industrias.
- Azoteas.
- Enclaves urbanos públicos, denominados “parques públicos de bolsillo”.
Del mismo modo, crear un jardín de bolsillo privado a menudo implica reemplazar el césped con superficies permeables de bajo mantenimiento, reduciendo el área utilizable por los humanos al mínimo y complementando el espacio con una configuración densa de arbustos, herbáceas y árboles pequeños.
Previo a su instalación se tiene que dar una auditoría del espacio ya que es fundamental verificar con rigor el espacio considerando su uso actual, la frecuencia de uso anual, los usuarios del espacio y los beneficios y desventajas de convertirlo en un jardín de bolsillo. La instalación implica a su vez una serir de pasos para su creación:
- Análisis del sitio.
- Diseño conceptual.
- Proyecto final.
- Ejecución.
- Medición de resultados.
Fernanda Rionda destaca que es necesario celebrar que -desde el 2019- la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México ha llevado a cabo importantes acciones de revegetación, plantando más de 44 millones de árboles, arbustos y cubresuelos en diversas zonas. Además, se han creado más de mil jardines para polinizadores, rehabilitado Áreas Naturales Protegidas y establecido humedales, lo que ha aumentado significativamente la biodiversidad en la ciudad.
La creación de 16 bardas vivas, un modelo de naturación vertical, ha sido otra medida destacada. Estas bardas, ubicadas en distintas alcaldías como Gustavo A. Madero, Tláhuac, Iztapalapa, La Magdalena Contreras, Tlalpan, Cuauhtémoc, Iztacalco y Xochimilco, contribuyen a la retención de polvo y partículas contaminantes, además de incrementar la filtración de agua. En total, se han plantado 1,429 ejemplares, principalmente plantas polinizadoras como lantana y lavanda.
Estas acciones han resultado en un notable aumento de la biodiversidad urbana, con la aparición de 42 nuevas especies de aves y un incremento en los registros de especies como el coyote, el lince americano y la zorra gris.
Resultados de la revegetación urbana
El incremento exponencial de la vegetación y los suelos de calidad en la ciudad ha permitido aumentar la superficie de área verde urbana por habitante, pasando de 14.5 metros cuadrados en 2017 a 19.4 metros cuadrados en 2023. Este esfuerzo ha sido clave en la promoción de la biodiversidad y la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
Por su parte, es importante visibilizar el trabajo ambiental realizado en la Ciudad de México que ha recibido 24 premios y reconocimientos nacionales e internacionales por sus esfuerzos en revegetación, creación de espacios públicos con naturaleza y combate al cambio climático.