Dado el resultado de la consulta efectuada por ERC (con la victoria de apoyar el preacuerdo con el PSC/PSOE), ERC intentó clavar la puntilla al movimiento independentista, para mayor gloria del rancio y corrupto españolismo. Por eso, he titulado este escrito con el epitafio latino ‘Requiescat (Requiescant, en plural) in pace’ (RIP) (descanse en paz), pero no conseguirán nuestra desmotivación, nos lo pondrán más difícil, pero confío que nuestra perseverancia obtenga más fuerza, como intento explicar con este escrito.
El epitafio mencionado, coloquialmente, se utiliza para mostrar que algo se da por fenecido, para no volver a tratar de ello.
Pero vayamos poco a poco y, en primer lugar, es preciso analizar el resultado de la encuesta a la militancia, efectuada ayer.
En total votaron 6.349 militantes, un 77,2% del censo, que era de 8.226. Un resultado notable de participación, en unas elecciones / consulta habitual, pero en el contexto concreto, y dada la trascendencia de la decisión, lo obvio es que, en una consulta a los miembros del partido, que pagan sus cuotas y están híper-sensibilizados políticamente, el resultado de la participación debería rozar el 100%. Por lo que, el 23 % de abstención, me parece muy alto y sintomático.
Así que, de entrada, 1.877 militantes optaron por no votar. En esta abstención, como pasa siempre, hay un gran saco de motivos: el puro abstencionista; los ‘errores técnicos’ (por las redes corrieron comentarios de militantes que no habían recibido el enlace para acceder a la votación; otros que no recibieron el SMS para identificarse; y otros no recibieron nada de nada), los que estaban de vacaciones en lugares sin wifi, etc.
De todos modos, es evidente que estos 1.877 votos, de forma mayoritaria, no se sintieron motivados para apoyar el preacuerdo con el PSC/PSOE propuesto por la maquinaria oficialista de ERC, con todas sus fuerzas y potencia. Y ese colectivo representó un 22,82% del censo.
Muchos dirán que esos abstencionistas no tienen ningún valor, ya que tanto podían estar de acuerdo, como en desacuerdo, con la propuesta en cuestión. Pero esa es la lectura oficialista, claro.
De los votantes, 3.397, es decir, un 53,5% votaron a favor; 2.847, un 44,8% votaron en contra, y 105 un 1,7% votaron en blanco.
Está claro, ganó la opción oficialista por 550 votos, así es la democracia, tal como está montada.
Pero, a mi modo de ver, la lectura que debería hacer el propio ERC, es que, los 3.397 votantes afirmativos, sobre el total del censo, lectura que nunca hace nadie, representaron el 41,30%. Así que el 58,7% del censo, NO apoyaron la propuesta oficialista de aprobar el preacuerdo con el PSC/PSOE.
Por eso me pareció vergonzante la lectura que efectuó Marta Rovira, líder del partido, en la rueda de prensa para valorar los resultados, ya que: se felicitó por el gran éxito de la participación (77,2%), de los que el 53,5% votaron a favor; y el 44,8% votaron en contra,
Y, seguidamente, fue desgranando que el SI que había ganado, era un SI, a tener la llave de la caja; un SI, a la mejor financiación; un SI, a la mejor defensa de la lengua; un SI …, y así un largo serial de temas y subtemas incluidos en el preacuerdo aprobado.
Pero, ‘casualmente’, se ‘olvidó’ de mencionar que también era un SI, a la investidura del represor Salvador Illa.
Y justificó el NO, por la falta de garantías, por la experiencia de incumplimientos del PSC/PSOE; es decir, no contempló la realidad, la oposición al preacuerdo; y eso fue penoso.
Y finalizó comentando que, dada la importante división interna, el voto afirmativo al preacuerdo, será un voto crítico, vigilante en el cumplimento de lo pactado.
De lo que se puede desprender que, si el voto afirmativo hubiese mayor, esa vigilancia crítica quizás sería menor, vaya irresponsabilidad.
Pues bien, una vez conocidos los resultados, de los primeros que salieron a felicitarse fue el ministro ‘para todo’ Félix Bolaños (PSOE) que, en su cuenta de ‘X’, comentó que ‘La Catalunya del futuro está cada día más cerca: grandes acuerdos entre diferentes y ocuparse de lo importante para la ciudadanía. Política en mayúsculas. Salva Illa President, Catalunya guanya, España guanya’. (guanya = gana)
Y eso demuestra muchas cosas, entre ellas, que lograr la presidencia de la Generalitat es el mayor botín (después de la poltrona de Pedro Sánchez, claro), pues, para los españolistas, es acabar de clavar el último clavo a nuestro ataúd; y la división interna de ERC también ‘les va como anilla al dedo’, ya que cuanta más división, menos fuerza, para negociar.
También vimos mensajes de personajes amorales, incultos y camaleónicos, como Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el congreso de los diputados, diciendo: ‘Todos suman. Nadie sobra. Hoy más que nunca. Somos ERC’. Sin comentarios, pues dado el perfil e historial de ese diputado del sector junquerista, se comenta por sí mismo.
Y volviendo a la futura presidencia de la Generalitat, que se efectuará la próxima semana, si no hay escollos, como:
1 –
Que las juventudes de ERC, que decidirán su voto en un congreso telemático el próximo lunes, y siempre se han manifestado en contra de investir a Illa, podría dar libertad de voto a su diputada, Mar Besses, y votar en contra de su partido. De ese modo, Illa no obtendría los 68 votos necesarios para tener la mayoría absoluta; pero, al cabo de dos días Illa podría repetir la sesión, y le sería suficiente la mayoría simple, más votos afirmativos que negativos (art. 128 del reglamento del Parlament de Catalunya), que no se daría, si los votos en contra fueran, en bloque, los 68 diputados restantes.
Marta Rovira comentó en diferentes medios, que ‘no contempla votos discrepantes, que entre todos hemos de hacer valer esta oportunidad que hemos puesto sobre la mesa’. Esa es la verdadera democracia de Rovira.
2 –
Que vuelva el president legítimo, Carles Puigdemont, y sea detenido; y, sobre esta alternativa, Josep Rull, presidente del parlament, dijo que en esa tesitura suspendería el plenario, ya que él se comprometía a que todos los diputados pudieran votar libremente.
De todos modos, la fecha tope para investir al nuevo presidente, será el 26 de agosto, y está claro que ni Salvador Illa, ni Pedro Sánchez, consentirán que posibles dilaciones lleven al traste con su mayor sueño húmedo. Por eso, estoy convencido que todos los poderes del estado, empezando por el judicial, volverían a sacar la brigada brunete judicial contra Rull, para invalidar su estrategia y encausarlo de nuevo, está claro.
Podría haber otros escollos para la investidura del represor Salvador Illa, pero ya rozan las quimeras.
Pues bien, ante la tesitura de un gobierno del PSC apoyado por ERC y los Comunes, me parece evidente señalar que diferentes estrategas, como Sunzi (siglo VI a.C.), en su obra ‘El arte de la guerra’; Gaius Iulius Caesar (Julio César, 100 a.C. – 44 a.C.); etc., defendieron el ‘divide et impera’ (divide y vencerás), en contrapartida a ‘la unión hace la fuerza’.
Pero me parece claro que la unión de esos tres partidos, más que unión, será el conglomerado de unas diferencias, pues todos ellos querrán sacar pecho para ponerse cualquier medallita futura. Y una unión de diferencias así, más que fortalecer, debilitará el gobierno, eso me parece evidente. Al tiempo, ya lo comprobaremos.
Por último, me parece interesante dedicar unas líneas al movimiento independentista, y es preciso señalar que el efecto de una fuerza no depende sólo de su intensidad, sino también de la extensión, la superficie, sobre la que se ejerce. Y esta ley física demuestra que ‘la unión no hace la fuerza’; y eso es aplicable al futuro gobierno cpn los apoyos mencionados.
Según esa ley, si la superficie es muy grande, el efecto de la fuerza se reparte por toda ella; si por el contrario, la superficie es pequeña, la intensidad de la fuerza se concentra y su efecto deformador aumenta, pues ejerce mayor presión. Tenemos muchos ejemplos al respecto:
- El faquir se acuesta sobre una cama de clavos, muy juntos y todos de la misma altura, por lo que el peso del sujeto se reparte entre toda su superficie y no le ocurre nada. Si hubiese pocos clavos, o uno sólo fuera más alto, el resultado sería muy negativo, fatal, para el faquir.
- La batalla de las Termópilas, de Leónidas contra Jerjes, que comenté ayer, es otra clara demostración de esa ley física.
- Etc.
Pues bien, los independentistas de base debemos unirnos, está claro, pero de forma estratégica, para tener resultados positivos.
Y sabemos que todas las rosas tienen espinas, aunque ahora, un equipo internacional de científicos con participación española, han identificado y ‘silenciado’ los genes que generan las espinas. Pero, tonterías al margen, sabemos que cualquier acción que hagamos será costosa, y comportará pinchazos y rasgaduras por las espinas propias y ajenas.
Por todo ello, es preciso replantear nuestra estrategia, y concentrar las acciones, para tener más fuerza, o para que la poca que podamos tener, sea más efectiva.
Para finalizar, me parece motivador citar un par de canciones:
Pablo Milanés Arias (1943 – 2022) compuso y cantó: ‘Yo pisaré las calles nuevamente’ (1976), que empieza con las siguientes estrofas:
‘Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes
Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
(…)
Y también recordamos el ‘Cant de lluita’, publicada en 2018 por el grupo ‘Roba Estesa’:
Estamos en acto de protesta
somos manos frías junto al fuego
somos la voz de la revuelta
limpias del miedo y el duelo.
(…)
No podremos evitar que el represor Salvador Illa sea el (155) president de la Generalitat; el represor que, aplicando el 155, ayudó a destituir al president legítimo, Carles Puigdemont, y lo sigue celebrando. Esa ignominia no la olvidaremos ni perdonaremos nunca. Y tampoco a ERC, que ha sido utilizado como el ‘tonto útil’ al efecto.
Aún así, debemos perseverar, manifestando nuestro malestar, por todos los medios posibles, en las calles cuando sea preciso, en los medios, en las redes, etc.; sólo así podrán confirmar que su mal sueño, su peor pesadilla, sigue bien viva, y que nos redefiniremos para implementar la república ganada en el 2017.
Y, efectivamente, el regreso de Carles Puigdemont será un momento decisivo, para reanimarnos y remotivarnos, pues ese momento, especialmente si es encarcelado, será nuestra SERENDIPIA, la chispa que nos dará nuevas fuerzas; y, como contrapartida, dejará en mayor evidencia a ERC, por pactar con el estado represor.