Más de mil millones de espectadores en todo el mundo siguieron la inauguración de los Juegos Olímpicos por televisión y durante estas dos semanas la competencia fue el centro de atención de personas de todas las edades y diferentes continentes. Desde sus orígenes, lo que mantiene es la capacidad de entretener y generar emociones a través del deporte. En todas las ediciones el espectáculo se va modificando y en París lo han logrado principalmente a través del uso de la inteligencia artificial (IA).
En abril de este año anunciaron la creación de una agenda para trabajar en diferentes proyectos que comenzaron en estos Juegos y continuarán en los próximos. El COI lo dividió en cinco áreas de aplicación: el entrenamiento y la seguridad de los atletas; el acceso igualitario a los beneficios de la IA; la sustentabilidad del evento; el aumento del compromiso; y una operación más eficiente. Básicamente todas las áreas. Eso explica la predicción de The Brainy Insights en las que se afirma que la tecnología en la industria del deporte está aumentando a una tasa anual compuesta del 14% entre 2022 y 2032.
Desde Globant, empresa nativa digital enfocada en reinventar negocios a través de soluciones tecnológicas innovadoras, definió seis claves para entender el impacto de la inteligencia artificial en los Juegos Olímpicos de París 2024:
- Mejora el rendimiento. Ninguna innovación tecnológica ha causado una revolución tan grande como la que es capaz de generar la inteligencia artificial. El principal motivo es que, con sensores, cámaras y un monitoreo permanente, la performance de los atletas se puede seguir como nunca antes. Se acumula una enorme cantidad de datos sobre los cuales se pueden tomar decisiones es inmensa. También se evitan lesiones y en París se estrenaron entrenamientos personalizados con IA que le sugerían a cada deportista según su estado. Mejorar el rendimiento ahora es más sencillo, no hace falta llegar al punto de Xu Xin, el jugador de tenis de mesa chino que se entrena contra un robot de sí mismo, con sus movimientos y manera de jugar.
- Una herramienta de “Cazatalentos”. La recolección de datos continuará luego de la competencia y el COI la utilizará para detectar nuevos talentos de todo el mundo en base a las métricas y sugiriendo entrenamientos. La tecnología puede ser el cazatalentos con menor margen de error y eso es aplicable a diferentes deportes. En Los Ángeles 2028 veremos el resultado.
- El chatbot, un aliado para los atletas. La inteligencia artificial puede verse o estar oculta. En estos días, los atletas disponen de un chatbot (asistente virtual) para hacerles consultas sobre su día a día en la villa olímpica, pero sin saberlo, algoritmos entrenados con IA los defienden de hostigamiento o contenido nocivo en redes sociales para evitar el ciberacoso.
- Ahorro de energía. No se trata de aplicar la IA porque sí, sino de encontrar cuáles son los puntos de fricción de un evento u organización y ver cómo se puede mejorar. Un déficit histórico de los Juegos Olímpicos era la sustentabilidad: en las últimas ediciones se fue mejorando para que las ciudades anfitrionas tengan un legado positivo a nivel ciudadano. El consumo de energía se mide en tiempo real y los grandes volúmenes de datos que la IA fue capaz de analizar han permitido tomar decisiones y reducir al 50% la huella de carbono. Por ejemplo, con Infraestructura de TI basada en nube.
- El engagement perfecto. Como lo más novedoso, la transmisión oficial de Estados Unidos ofreció momentos destacados del día producidos con IA y personalizados según los intereses de cada espectador. La IA también está presente en la graficación de datos, las repeticiones y algunas cámaras que tienen un nivel de precisión que además de aumentar la conexión de los fans, ayuda a los árbitros a tomar sus decisiones. Por ejemplo, en gimnasia artística o saltos ornamentales.
- Estadios inteligentes. Uno de los aspectos más importantes para desarrollar soluciones innovadoras son los estadios inteligentes. En París lo desarrollaron con gemelos digitales para planificar previamente los accesos, el flujo de los ingresos y la seguridad, entre otros. Quienes no pueden asistir a los eventos, a lo largo de la ciudad hay experiencias inmersivas con realidad virtual para conocer las diferentes sedes.
«Sin duda, la tecnología y el entretenimiento son clave para el futuro del deporte. Los Juegos Olímpicos con más de un siglo de tradición, han sabido adaptarse a los tiempos. Hace algunos años en la edición de Japón en 2021 pudimos ser testigos del potencial de la inteligencia artificial, pero en la más reciente edición hemos visto cómo esta tecnología ha transformado la competencia. Considero que, en cuatro años veremos qué nuevas sorpresas nos esperan, pero lo único cierto es que la innovación continuará» mencionó Roberto Contreras, }director de Desarrollo de Negocios del Norte de Latinoamérica y Head de AI México.
Por último, «Es importante recordar que el deporte, ante todo, es una forma de entretenimiento y en Globant, cuando colaboramos con clientes del sector, enfocamos todas nuestras soluciones en enriquecer la experiencia. Estos Juegos Olímpicos nos han ofrecido un vistazo al futuro, estableciendo nuevos estándares en la industria del deporte.»
Sobre Globant
En Globant creamos productos nativos digitales que la gente ama. Cerramos la brecha entre negocios y consumidores a través de la tecnología y la creatividad, aprovechando nuestra experiencia para potenciar la inteligencia artificial. Nos atrevemos a transformar digitalmente las organizaciones y nos esforzamos por deleitar a nuestros clientes.
- Contamos con más de 28,900 empleados y estamos presentes en 33 países y 5 continentes trabajando para empresas como Google, Electronic Arts y Santander, entre otras.
- Fuimos nombrados Líderes Mundiales en Servicios de IA (2023) y Líderes Mundiales en Servicios de Mejora de Experiencia del Cliente (2020) por el informe de IDC MarketScape.
- Somos la marca de TI de más rápido crecimiento y la quinta marca de TI más fuerte a nivel mundial (2024), según Brand Finance.
- También fuimos destacados como un caso de estudio empresarial en Harvard, MIT y Stanford.
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