Ciudad de México (EFE).- La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, prometió este martes la creación de 550,000 empleos con las obras de infraestructura que comenzará en su primer año completo de gobierno, en 2025.
La futura mandataria, quien asumirá el 1 de octubre, detalló en una conferencia de prensa que 400,000 plazas vendrán de su plan de edificación de 100,000 viviendas, mientras que los otros 150,000 puestos se derivan de los nuevos trenes que proyecta.
“Eso sin contar inversión privada, entonces estamos hablando de 550,000 empleos adicionales el próximo año”, expresó la exjefa de Gobierno de Ciudad de México (2018-2023).
Sheinbaum, quien prometió en campaña construir 1 millón de viviendas durante su sexenio, adelantó que las prioridades del presupuesto serán los programas sociales “del bienestar”, la salud, la educación, el programa de vivienda pública y el de infraestructura, que contempla los trenes y carreteras.
El presupuesto, por ley, se presenta en septiembre, por lo que aún estará el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, pero ya estará en funciones el nuevo Congreso, en el que se prevé una mayoría calificada, de dos tercios, de la alianza de tres partidos del oficialismo.
El empleo, parte fundamental del plan económico para México
La próxima jefa del Ejecutivo ha prometido reducir el déficit presupuestario, que este año ha sido cercano al 6 % del producto interior bruto (PIB).
“La situación económica es buena. Nosotros estamos planteando que para el próximo año podamos hacer un presupuesto que tenga un déficit de entre 3 % y 3.5 %, y ya sabemos cómo van a salir los recursos, de dónde”, sostuvo.
También descartó las preocupaciones de algunas calificadoras internacionales sobre las finanzas públicas, como Fitch, que este lunes alertó de que la deuda pública podría superar el 51 % del PIB en 2025.
“Sigue de manera muy importante el deseo de muchos inversionistas extranjeros de seguir invirtiendo en nuestro país, y la situación económica es buena, y el presupuesto es bueno, los ingresos son buenos, entonces no tiene por qué cambiar (la calificación crediticia de México)”, replicó.